¿Ha violado Francisco el secreto de confesión? El papa sostiene que la pornografía es un “vicio de muchos sacerdotes y monjas”
Las declaraciones de Francisco sobre el consumo de pornografía por parte de ciertos eclesiásticos sume a la Iglesia en la perplejidad. Parece que el papa disfruta aireando pecados que sólo pueden conocerse por “secreto” de confesión.
Declaraciones recientes del papa Francisco se convirtieron en noticia y no precisamente por hacer referencia a conflictos mundiales, o lo que según él, debería ser el modelo de vida anticapitalista de los creyentes católicos. Esta vez habló de la pornografía dentro de la estructura de la Iglesia.
El papa Francisco admitió que la pornografía digital es un «vicio de muchos laicos», pero también de «sacerdotes y monjas». Además de eso, la máxima autoridad del Vaticano recurrió a un argumento que hace pensar sobre cómo este clasifica la pornografía. «Y no estoy hablando de pornografía criminal como el abuso de menores, donde se ven casos en vivo de abuso: eso ya es una degeneración, sino de la pornografía un poco normal».
Las palabras del líder de la Iglesia católica estuvieron dirigidas a un grupo de seminaristas que estudian en Roma, pero rápidamente comenzaron a circular en medios informativos. Y es que no faltan ocasiones donde se refiera a temas incómodos para la Iglesia, con opiniones que generan más críticas que apoyos. Según el sumo pontífice, a través de los dispositivos «entra el diablo».
«Si pueden borrar esto de su teléfono móvil, bórrenlo, para que no tengan la tentación en la mano. Y si no puedes cancelarla, defiéndete bien para no entrar en esto. Yo te digo, es algo que debilita el alma, el corazón», respondió a la pregunta de un seminarista, según el portal italiano La Reppublica.
«Acariciad a los niños»
El papa Francisco reconoce que integrantes de la Iglesia consumen pornografía a pesar de que en 2021 prometió «tolerancia cero» hacia la pederastia. Tal vez por ello intentó marcar una diferencia con lo que calificó como «pornografía un poco normal». Con el documento firmado en ese momento, se establecían mayores sanciones por este crimen inclusive hacia laicos con tareas eclesiales. Para ellos, las penas por este delito pasaban de cinco a siete años. Para los clérigos llegaba a 20 años.
Sin embargo, un año después, el sumo pontífice admite que temas de connotación sexual siguen circulando dentro de la Iglesia. “Disculpen si entro en estos detalles sobre la pornografía, pero hay una realidad: una realidad que toca a los sacerdotes, a los seminaristas, a las religiosas, a las almas consagradas», agregó.
Por si fuera poco y no rayara en lo ambiguo, en su mensaje incentivó a acariciar a los niños. «Acariciad a los niños… Alguno te puede acusar de ser un pederasta, pero no, no, quítate de la cabeza esta posible acusación», dijo el papa, que añadió que también «los ancianos necesitan caricias», dijo.
Eso de las caricias parece una defensa de Biden…, recordemos que este malvado individuo ha sido elegido por Soros y Clinton, ellos dijeron “ya tenemos a nuestro hombre en el Vaticano”. Lo proximo será pedir perdon por los abortos de las monjas -no dirá de algunas monjas, dirá simplemente de las monjas- o por los crimenes de los sacerdotes durante la guerra civil española.
¡Lo hará!
Tenía que haberse quedado en portero de discoteca, que es lo que fue de joven, este tio es de una vulgaridad enfermiza y obsesiva.
Menos mal que nos queda la Iglesia Cristiana Ortodoxa, autenticamente cristiana.
Jajaja,…
De verdad que tiene mucha gracia su comentario….con eso de “éste tío…..”
Imaginar a este gachó cuando era o fue gorila de discoteca,… ya, por sí sólo, produce hilaridad perpetua.
No me extrañaría nada que el gorila fuera pudiendo los teléfonos de las “gachises” gauchas o que le mostraran sus “credenciales” o el “santo y seña” para acceder al antro de perversión que custodiaba.
Observando cómo mira de soslayo el gachó, podemos imaginar que éste perro viejo ha tenido mucho corrido y recorrido en el mundo y en el infrsmundo.
Es cosa del diablo si, de quien va a ser, pero tampoco llega y te obliga, el hace como hizo con los angeles , convencerlos, tentar, si conocia a los angeles, espiritus superiores, imaginense lo que conoce al hombre
Pues yo en esta ocasión voy a romper una lanza a favor del Papa. Para ser cura se deben pasar cinco o seis años de estricta educación en teología y filosofía. Después, hacer dos años de prácticas pastorales, hacer muchos sacrificios y abstinencias. Todo esto para que después te den un salario equiparable al salario mínimo interprofesional trabajando un sin fin de horas extra, para que la gente te de el mismo trato que a la mujer que limpia la escalera–con todos mis respetos a estas laboriosas mujeres– y para dedicar tu vida al servicio de Dios, con lo que… Leer más »
Estoy bastante de acuerdo con sus tesis. Pero, bajo mi punto de vista, habría que puntualizar lo siguiente: La llamada crisis de vocaciones no es casual, es una consecuencia del sagrado deber de no haber velado por la salud moral de la sociedad durante décadas. El rearme moral de la sociedad es un labor permanente, dura y difícil. Y en la labor contraria (o sea, del aperturismo modernista, hedonista y libertino), desde el Concilio Vaticano II – salvo en la etapa del Papa San Juan Pablo II – casi todos los Prelados de la Iglesia Católica, han pecado gravemente por… Leer más »
No creo, lo sabe por experiencia propia
No hay que añadir más sufrimiento a los buenos sacerdotes, que los hay y son la mayoría. Sí, la mayoría.
Pero la sospecha, como el miedo, es libre.
Sin fundamento, ni conciencia por supuesto, siempre hay los que sienten el deseo insano de estigmatizarlos extendiéndola a todo el estamento sacerdotal. que en verdad merece respeto, admiración y apoyo en estos durísimos momentos en los que a pesar de todo, sigue fiel a su misión.
Que Dios proteja a los sacerdotes para que no nos falten nunca.
No creaís que esta noticia es para censurar tales comportamientos sino al contrario, para nada…. Es como un guiño a los que formarán próxima mayoría de la sociedad, somos de los vuestros…
Exacto. Es lo que se llama “dar cuartos al pregonero”, o sea, denigrar, una vez más, a la Iglesia como institucion generalizando una conducta que, de existir, debería corregirse en privado y directamente con los implicados.
En esto consiste el secreto de confesión.