La guerra del cielo contra el infierno
Aleksandr Duguin (Discurso ante el Consejo Mundial de los Pueblos Rusos / 25 de octubre de 2022)
¡Viva el Señor!
Queridos sacerdotes, hermanos y hermanas aquí presentes: en estos momentos estamos librando una guerra que no sólo se libra en el plano militar, es decir, humano, sino, principalmente, en el plano espiritual. Es muy importante que comprendamos esto último, ya que existe un plano horizontal de la guerra donde nuestros soldados luchan contra la OTAN (no contra Ucrania, algo que es muy importante tener en cuenta) y un plano vertical donde chocan el Cielo y el Infierno. Ahora mismo dos ejércitos angélicos luchan entre sí: las legiones de San Miguel Arcángel enfrentan a los seguidores del demonio. Esta dimensión vertical de la guerra puede ser considerada como el reino de las ideas y la ideología, siendo este ámbito del espíritu el principal escenario de nuestra lucha. De hecho, en su discurso del 30 de septiembre de este año, el presidente Putin habló abiertamente de la naturaleza satánica de la actual civilización occidental, lo cual no podemos entender como una simple metáfora.
Además, el Santo Patriarca de todas las Rusias ha señalado indirectamente en su maravilloso discurso de hoy quién es el que inspira, ayuda y alienta a nuestros enemigos: tal figura es muy conocida. Nosotros los mortales desconocemos cuando llegará el momento exacto del Fin de los Tiempos, ni siquiera el Hijo del Hombre sabe cuándo será. No obstante, podemos reconocer las señales que preparan la llegada de este Fin de los Tiempos. Es aquí donde resulta importante que opongamos a nuestros enemigos una idea propia. Occidente es una ideología que promueve el liberalismo, el globalismo, el laicismo y el posthumanismo. Esta ideología opera principalmente en el reino de las ideas y no en el de la materia, los cuerpos o la tecnología. Además, esta ideología se basa en la mentira, promoviendo la inversión total de las mentalidades, las ideas y los fundamentos religiosos.
Ahora bien, hoy se enfrentan dos ideas, dos ejércitos de ángeles y demonios (lo ángeles son antes que nada espíritus e ideas). El campo de batalla de esta guerra es Ucrania, donde por un lado tenemos a la Santa Rusia – como la llama nuestro Santo Patriarca – y, por el otro, a las fuerzas del Maligno. Es por esa razón que hablamos del Armagedón, el Fin de los Tiempos y el Apocalipsis. Estos acontecimientos precisamente están ocurriendo frente a nuestros ojos y ahora participamos de la última (o quizás la penúltima, nadie lo sabe) gran batalla del mundo. Jamás podremos obtener la victoria si primero no ganamos a nivel espiritual, ideológico e intelectual.
Quisiera, por tanto, hablar sobre todo del laicismo tal y como fue definido por nuestro Santo Patriarca: el Maligno vino a nosotros – muchísimo antes de que la civilización antihumana y abiertamente satánica de Occidente hablará de los derechos LGTBI y el transhumanismo – presentándose como alguien neutral. Lo primero que nos dijo fue “dejemos de lado al Cielo y a Dios y solo pensemos en los hombres y la realidad material”. En ese entonces muchos creyeron en esas promesas.
Esta ideología se construyó sobre las tesis de Averroes de que existían dos verdades: por un lado, estaba la verdad teológica y, por el otro, la verdad mundana que solo afectaba a la sociedad, al hombre y a la tierra. Fue de ese modo que surgió el laicismo y el humanismo: “la eternidad se encuentra muy lejos de nosotros y solo importa vivir el tiempo presente”. Poco a poco fuimos concentrándonos en la realidad material y las preocupaciones humanas, intentando resolver nuestros problemas recurriendo al liberalismo, el comunismo y el nacionalismo. Sin embargo, nos fuimos alejando cada vez más y más de Dios hasta que nos hundimos por completo en la nada, adentrándonos poco a poco en los abismos del Infierno. Si ya no estamos con Dios entonces no podemos sino estar con el diablo. El Evangelio dice que los hombres debemos decidir entre el “sí” rotundo y el “no” rotundo. La iglesia de calcedonia fue reprendida por el Señor precisamente por ser tibia y no fría o caliente. Fue de esta forma que nuestro mundo fue engullido por los males del humanismo, la secularización, la globalización, el progreso económico, el confort y el capitalismo después de que los seres humanos dijeran no a Dios y sí a los bienes materiales. Pero resultó que una vez dejamos a Dios de lado terminamos por caer en el Infierno.
No podemos seguir viviendo en este plano horizontal de la existencia. Por otro lado, es imposible ganar esta guerra sin la ayuda divina. Debemos afirmar la dimensión vertical del espíritu, el mundo celestial, la realidad y el ser angélico y cristiano dentro de nosotros si es que queremos ganar la guerra. No solo debemos oponer la naturaleza a lo patológico, sino, antes que nada, la Verdad y las enseñanzas cristianas y de otras confesiones tradicionales al mundo moderno. Solo defendiendo esta realidad vertical y divina podremos pelear. Es muy importante que tengamos esto último en cuenta. Además, tanto la ciencia como la política, las leyes y las ideologías deben basarse en este plano vertical de la existencia: una ciencia que no parta de Cristo, la Verdad y la moral es simplemente diabólica.
Es imposible ser neutral en esta lucha entre el Cielo y el Infierno. Nosotros somos la Santa Rusia y nuestro Santo Patriarca ha hablado mucho de esto en su bellísimo discurso. Oramos y rezamos por eso. Somos la Santa Rusia, ¿pero realmente somos tan santos? Es necesario primero vernos a nosotros mismos y darnos cuenta si estamos realmente siguiendo el camino de la Santa Rusia, pues si no seguimos el camino de la santidad jamás podremos prevalecer.
*Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
No es que la Rusia actual sea el Cielo, ni mucho menos, pero al menos defiende unos valores cristianos, la lucha contra la pedofilia, la reducción de la homosexualidad al ámbito privado, etc., de las que carece nuestra decadene civilización occidental…
Solo por eso, MERECEN NUESTRO RESPETO.
Ahora me entero de que la homosexualidad se puede reducir. Yo pensaba que se puede prohibir su difusión, pero reducir? Cómo se hace eso ?
Echando mi cuarto a espadas en este jardín de libre acceso, le responderé a tal cuestión. Obviamente por intuición, ya que jamás tendré opinion en ese terreno basado en experiencia propia, ni siquiera por curiosidad. La homosexualidad debe tener un componente de puro vicio que puede ser contagioso, además de perverso y degradante. Todas las perversiones tienen ese factor, como es – por ejemplo – la drogadición, la ludopatía, etc… por mimetización con el entorno. Todas las perversiones pueden ser adictivas y estimuladas por aquellos canallas que conocen bien las debilidades humanas. Ese factor de la ecuación, obviamente, se puede… Leer más »
Usted habla de la homosexualidad como vicio, entonces la heterosexualidad también lo sería..
Habla de que es contagiosa, tenga usted cuidado, no se vaya a contagiar.
Además de perversidad y degradación, cosa que no entiendo, porqué sería perverso y degradante tener sexo con quien a usted le apetezca?
Poner la homosexualidad al nivel de la ludopatía o la drogadicción me lleva a acabar ésta conversación con usted, puesto que la homosexualidad no se considera como enfermedad, ni siquiera perversión, hagaselo mirar, su ideología le ciega y no le deja pensar con claridad.
Eso de que la homosexualidad no se considera una enfermedad, lo dicen los abducidos por la degradación moral más abyecta y nauseabunda. Podría citarle Estudios e Informes exhaustivos sobre esa materia pero es un trabajo que vuesa excrecencia no merece.
Y no se preocupe por mi imposible contagio, sino por curarse del suyo, si es que encuentra algún remedio zoofílico, que es lo que algún pervertido le habrá recetado.
Y por supuesto, siga dando rienda suelta a sus apetencias sexuales, pero, por favor, no nos cuente en qué consisten ya que es muy fácil imaginárselas.
Sí, claro que se puede. ¿Tú ves que en las sociedades tradicionales haya el boom y el auge que tiene en el Occidente actual? Aparte que el objetivo declarado es “reducirla al ámbito privado” para evitar su normalización.
Excelente discurso con un alto contenido teológico, que muy bien podría haber firmado – si viviera – San Juan Pablo II. Es probable que en España exista algún Obispo que lo haya leído y asumido; pero podemos dar por seguro de que se callará como un muerto para no ser represaliado por el antiguo “gorila” de discoteca, y ahora usurpador de la Silla de San Pedro. Efectivamente, se trata de la eterna lucha del Bien contra el Mal. El Maligno ha colocado en casi todos los mundanos “gobiernos” de Occidente a la peor gentuza imaginable,… gansters, ladrones, facinerosos, pervertidos, lobas… Leer más »
Jesus no vino a salvarnos porque fueramos sabios, los angeles rebeldes nos dan cien mil millones de vueltas en eso, vino a salvarnos porque nos ama, somos su pueblo, hecho a su imagen. Y demostro en su venida que no somos nada sin Dios, como se comporto El ? Con total humildad y haciendo solo aquello que el Padre le pidio, no fue dando clases magistrales de ciencia o Filosofia, sabiendolo todo , se ciño a las escrituras, la Palabra, hizo muchos milagros pero no para presumir de sus poderes, sino para demostrar que lo que decia era cierto. Murio… Leer más »
Que Rusia no sea nuestra aliada, sino un país lejano, no quiere decir que los que mandan aquí sean los nuestros. Lo que vemos en esta sociedad aún es más ajeno a nosotros que Rusia
Viva Rusia!