Sin ser El Plural prensa de mi devoción, he de reconocer que saben contar; solo he de discrepar cuando dicen que el único político de nivel en el microcirco organizado por Vox Málaga era Patricia Rueda, ya que me parece una tremenda osadía suponerle nivel político a esa señora.

Se mire por dónde se mire, lo de la gestora en Málaga fue un fracaso absoluto. Dicen los ridículos que el esperpento lo organizó Vox jóvenes. Yo conté cinco, así que si atendemos a la media de edad, entonces podemos afirmar que no había ningún joven, ya que la media pasaba de los cincuenta holgadamente.

Comparar los casi 300 de Macarena con los cuarenta y pocos de Vox, solo sirve para provocar la hilaridad, el cachondeo y demostrar a las claras que Vox es un proyecto caduco, repleto de señoritos trasnochados y catetos a caballo.

Tampoco comparto que fuese la noche más complicada para el Nerón de Amurrio. Las noches complicadas están por venir, en mayo y en diciembre, cuando la prepotencia demostrada y el maltrato a las bases, darán la puntilla a la estafa programada.

Contraprogramar un Coín – Alhaurino para reventar la audiencia de un Madrid – Barça, no se le ocurre ni al que asó la manteca. Lo que demuestran muy a las claras estos lumbreras de Vox es que, o bien están sumidos en una profunda desesperación, o que tienen una preocupante materia de materia gris.

Llenar la cúpula provincial de pueblerinos sin preparación y tener miedo al que pueda superar un IQ de 100, es la fórmula del fracaso, un réquiem por Vox Málaga que, pala en mano, se encamina a cavar su propia tumba. He aquí mi epitafio: “Aquí yace un partido estafa que dilapidó en cuatro años la generosa herencia recibida por millones de ilusionados españoles. Que sus esquilmadores nunca descansen en paz”.

*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas