Los padres piden la expulsión de la profesora que se negó a dar clase con la bandera de España
«¿Puede una profesora negarse a dar clase porque le molesta la bandera de España en el aula?». El debate arde entre los padres de 1º B de Bachillerato del colegio La Salle de Palma, que vivieron el pasado viernes un episodio «esperpéntico» al enterarse de la expulsión de sus hijos -32 en total-, después de que los menores de 16 años colgaran la rojigualda en el tablón de anuncios del aula como gesto de apoyo a la selección española de fútbol en el Mundial de Qatar.
La conclusión de los padres es unánime: «No puede. Si la profesora no quiere dar clase, que no cobre, pero no vemos que una bandera oficial sea un problema para que no haga su trabajo». Así de claro se expresa Pilar Serrano, madre de uno de los niños expulsados, que habla en representación de «todos» los padres de esta clase, indignados por la actitud «intolerante» de la profesora, que este viernes ordenó a los alumnos que retiraran la insignia colocada en el tablón de anuncios como condición para impartir la clase.
«Los niños colgaron una bandera el lunes después de consultarlo con el tutor y de que éste no pusiera ningún problema; sin embargo, a lo largo de la semana hubo profesores que manifestaron su rechazo ante ese ‘trapo’ -así lo llamó un docente en concreto- y tuvieron que llegar a un consenso con estos profesores para que se añadiera un cartel en el que se especificara que era en apoyo a la ‘Roja’», relata Serrano, que no ve normal que «haya que justificar por qué está colgada una bandera oficial, que además no tenía escudo».
«El viernes la profesora de catalán dijo que no daba la clase con la bandera colgada, pero ningún niño la quitó porque todos estaban unidos y mostraron su disconformidad», justifica esta madre sobre la negativa de los chavales a seguir las órdenes de la docente. Argumenta que en otras aulas de La Salle hay banderas o camisetas de España «y no ha supuesto ningún problema de convivencia».
Antes de que estallara todo el conflicto, en concreto el viernes por la mañana, Serrano mandó un correo electrónico al tutor manifestando su perplejidad por la polémica y «dejando claro que los padres apoyaban a nuestros hijos estando de acuerdo en que la bandera luciera en apoyo a la selección». «Pero la cosa se fue liando hasta que la profesora de catalán dijo que no iba a dar clase si seguía la bandera colgada», prosigue.
El director, que estaba de viaje, ordenó que se cancelaran las dos clases que quedaban. «A las doce soltaron a los niños a la calle y los padres nos enteramos por nuestros hijos», se queja amargamente. Al cabo de unas horas, el centro mandó un comunicado que encendió más los ánimos, protegiendo a la profesora y reprochando la actitud de los críos. Una versión que, según los menores, está llena de falsedades.
En otras clases lo permiten
La circular los acusa de «coaccionar» a una alumna que «hizo el intento» de obedecer a la profesora, y «de vitorear y aplaudir con sorna» a la profesora cuando abandonó el aula «para consultar con el equipo directivo la mejor manera de gestionar el asunto». La familia de la alumna y ella misma lo desmienten categóricamente. «Están indignados porque se les está usando como pretexto para justificar la expulsión», cuenta Sergio, otro de los padres afectados.
Ante esta situación y la falta de explicaciones, las familias de 1ºB se han unido para pedir de forma unánime la expulsión de la docente. La acusan de politizar una bandera española que «ni siquiera llevaba escudo» y que los chavales portaron al centro educativo «sin ideología» y con el consentimiento previo del tutor.
«Tras la expulsión del viernes, los padres presentamos ese mismo día al mediodía una queja ante la Conselleria de Educación mostrando nuestro malestar y pidiendo al inspector del centro que actúe y expulse a la profesora. No queremos que radicales den clases a nuestros hijos», sentencia Serrano, que no entiende por qué el lunes el tutor autorizó a exhibir la bandera, al igual que en otras clases, y días más tarde se rectificó este permiso a voluntad de esta profesora.
Fuente: ABC
Me parece perfecto, pero ya
Es que no se que diablos pinta una asignatura de un dialecto, en una escuela nacional. Si los padres del nio quieren que su hijo aprenda un dialecto, que le paguen de su bolsillo esa enseñanza en un centro homologado para darlas. Pero ¿para que le vale a un niño Español, saber un dialecto?. ¿Para presumir en redes punto. cat?. A, claro, para ir a oposiciones, ¿no?. No pueden estudiar la histora de España (Solo a partir de 1812, el cid campedor, no,es facha), pero eldialecto, que sea, SI. Y si un niño de mallorca aprender ese dialecto, pero no… Leer más »
Es ovbvio que no puede dar clases de nada, pues es un bicho sectario.
Y es más, tamoco debería estar cerca de niñ os, para evitar que los adoctrine en sus ideas racistas y separatistas catalanas…
A cada cual, lo suyo.
Además de lo sucedido, solo ver el perfil de la profesora ya es para tarjeta roja y que se vaya a nado a Quatarluña.
Saludos y Buenos días.
¿Porqué no publican el careto del engendro, y su nombre y dos apellidos…?
Creo es lo que merece, para que todo el mundo sepa de que va.
La desgraciada se llama Margarita Conejo, “Margalida Cunill” para los pancas. Y además también es profesora de latines, jajajja. Otra bien pagá del catalanismo con los dineros de los españoles.
Saludos.