Oxímoron verdadero
Cuando he explicado esta figura literaria, paradoja sintáctica y oxímoron, me ha sido fácil acudir al verso de Quevedo para definir el amor: “es hielo abrasador; es fuego helado”. Pues también podemos entender este de nuestra fe/cultura religiosa: María, Virgen y Madre. Porque todas las mujeres son vírgenes antes del parto y, cuando dan a luz, vuelven a ser vírgenes. “Los populistas solo quieren nodrizas” (Mauricio Wiesenthal: EL DERECHO A DISENTIR).
Por lo tanto, nada de misterio. La fe es razonable. Yo CREO en don Quijote y CONFÍO en su mensajero, Miguel de Cervantes. Otra cosa es lo de que la creencia (metáfora) en la Inmaculada Concepción de María, desposada con José y por obra del Espíritu Santo (el amor) dio a luz como toda mujer, antes del parto, virgen y después también vuelve a ser virgen, que la Iglesia Católica lo “exija” como dogma (necesarios como toda organización, para crear/mantener al grupo).
Corolario de este sencillo comunicador que sigue siendo maestro/profesor/educador, que imprime carácter: la doctrina (metáfora) de la virginidad de María no es ningún misterio y su culto/liturgia (metonimia) constituyen una base firme de nuestra razonable fe cristiana.
La Fe es una Gracia, la mayor, que Dios puede concedernos.. Está muy por encima de la razón. Pertenece al misterio .que es divino, y no debería considerarse la Fe cristiana como una “fe razonable”, Es sobrenatural.. Pero la condición de cada uno para recibirla importa de tal modo que en algunos fructificará y en otros no. tal como aparece en la maravillosa parábola del sembrador según el evangelio de San Mateo, 13. De la Virgen María,, la esclava del Señor, la llena de gracia, la que por su obediencia vino Jesús al mundo para salvarnos, mejor ensalzarla por su… Leer más »