Así imaginaban el 2023 hace un siglo y esto es lo que acertaron
Hace un siglo, las fantasías sobre el año 2023 eran en su mayoría descabelladas e ingenuas. Los futurólogos llegaron a imaginar mujeres calvas con dientes negros, la telepatía como principal modo de comunicación y una jornada laboral de cuatro horas, entre otras locuras.
Paul Fairie, un investigador de la Universidad de Calgary, en Alberta (Canadá), se ha hecho viral en Twitter tras recopilar recortes de periódico datados del 1923 en los que salen varios ‘expertos’ haciendo sus predicciones para el futuro, dentro de 100 años. A continuación, algunas de ellas.
Jornada laboral de cuatro horas
En 1923, algo tan normal como una jornada laboral de ocho horas se consideraba un logro nada desdeñable y bastante progresista. Este horario de trabajo no se hizo realidad en Estados Unidos hasta 1937, cuando se propuso por primera vez la Ley de Normas Laborales Justas. Sin embargo, un experto predijo que en 2023 la jornada laboral sería de “no más de cuatro horas al día, gracias al trabajo de la electricidad”.
Una prometedora esperanza de vida
Según las predicciones de 1923, actualmente los humanos deberían tener una vida media de 100 años. En casos aislados podría aumentar a 150 o 200. Incluso hubo algunos que fueron más allá y se atrevieron a decir que serían 300 años.
Históricamente, la esperanza de vida ha aumentado año tras año gracias a los nuevos avances médicos y a una mayor calidad de vida, pero recientemente los investigadores han observado que esta ha descendido por primera vez en décadas. De acuerdo con un informe del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de EE.UU., la esperanza de vida al nacer disminuyó casi un año de 2020 a 2021. “Ese descenso –de 77,0 a 76,1 años– llevó la esperanza de vida al nacer en Estados Unidos a su nivel más bajo desde 1996”, indicó.
Las mujeres serán calvas
Según un antropólogo de los años veinte, los hombres y las mujeres de hoy deberían tener un aspecto muy diferente. En cuanto al pelo, se vaticinaba que los “rizos para hombres” estuvieran de moda, mientras que las mujeres se afeitaran la cabeza y se pintaran “los dientes de negro”.
En ese sentido, otro experto creía que los concursos de belleza desaparecerían en nuestra época. Decía que simplemente desaparecerán por falta de uso, porque “todas las personas serán hermosas”, y será sencillamente imposible elegir al más atractivo.
La radio sustituirá la gasolina
Glen Curtis, autoridad en aeronáutica, afirmó que la radio sustituiría al combustible en 2023 y que los aviones viajarían por rutas “bien definidas” propulsados por ondas de radio. Por desgracia, los autos voladores propulsados por ondas de radio aún no han llegado a la vida real, aunque se han diseñado algunos prototipos de vehículos que funcionan con radiofrecuencias.
Los periódicos serán cosa del pasado
Algunos llegaron a predecir que en 2023 los periódicos habrían desaparecido 50 años antes, y la gente sólo escucharía las noticias. Algo que, en parte, puede ser verdad. En la década de 1920, la radio se convirtió en una nueva forma de escuchar las noticias y otros acontecimientos importantes, pero los medios impresos, como los periódicos, siguieron siendo la fuente de información dominante para la mayoría de personas. Sin embargo, a medida que avanzaba la tecnología, más gente se iba alejando de los periódicos hasta decantarse por opciones más actuales para mantenerse informado.
Guerra inalámbrica y telepatía intrauterina
Hace un siglo, el profesor A.M. Low predijo que nuestro mundo sería inalámbrico. Supuso que la información se transmitiría a través de agua atomizada cargada de electricidad y, en consecuencia, empezaría “la guerra del 2023”, que también se convertiría en “una guerra inalámbrica”.
Además, el profesor afirmó que los ciudadanos de 2023 tendrían la capacidad de comunicarse con “telepatía” incluso siendo embriones en el útero, lo que calificó de “método de comunicación muy útil”.
La aparición del ‘smartwatch’
Esta última predicción para 2023 podría ser la más inquietante y acertada hasta la fecha. Describe un mundo en el que la mayoría de las mercancías se encargan en “películas parlantes” desde China y se entregan en grandes “cargueros a 1.000 millas por hora”, que entregan tu pedido antes de la puesta de sol.
La predicción también supone que todo el mundo se mantendrá en comunicación a través de “radioteléfonos del tamaño de un reloj” que pueden conectarte con cualquier persona en la Tierra.