Islam, la religión de paz fija discontinua
Llegas en junio de forma ilegal a un país, okupas una vivienda y a los seis meses, machete en mano asesinas a un anciano de 74 años.
Si bien el asesino de facto está en los calabozos, los verdaderos responsables están en la calle y no son otros que el gobierno criminal que permite la invasión de nuestras fronteras, el gobierno criminal que permite la ocupación de la propiedad privada, el gobierno criminal que acoge, subvenciona y alimenta sus costumbres en detrimento de las nuestras.
Si bien es cierto que soy cristiano no soy de los de poner la otra mejilla, creo más bien que el deber de un buen cristiano es defender, con algo más que ositos y velas, a los cristianos en el mundo que están siendo masacrados con el silencio del antipapa Francisco y de las élites globales. No me verán a mí rezando el rosario frente a ninguna mezquita, por más que crea en la Virgen; quizás mi sitio estaría a la espalda de los que están rezando.
La forma más sublime de ser cristiano es proteger a los débiles y a los indefensos. Por más que intenten los medios de propaganda del gobierno, también llamados medios de comunicación, blanquear al Islam, tengo que decir que el islam es una religión de paz fija discontinua.