Datos interesantes sobre los virus y su origen
Minghui.org.- Algunas personas consideran la evolución un hecho y otras la tratan como una teoría. La discusión puede ser más intrigante cuando se trata de un virus, especialmente el COVID.
Dilema de la evolución
Charles Darwin utilizó una vez a la jirafa para explicar su teoría de la evolución: las jirafas de cuello más largo tenían más probabilidades de sobrevivir a una sequía, ya que podían alcanzar mejor las hojas de los árboles más altos que sus congéneres de cuello más corto. Pero esta hipótesis es rechazada hoy en día incluso por los darwinistas convencionales. Por ejemplo, i) una jirafa más alta con un cuello más largo también es más pesada que las demás, lo que hace que tengan menos probabilidades de sobrevivir a una sequía. ii) Las jirafas macho son mucho más altas que las hembras, los recién nacidos o sus congéneres más jóvenes. Según la teoría de Darwin, estos últimos habrían muerto y la especie se habría extinguido. iii) Muchos animales sin cuello largo también podrían alcanzar alimentos más altos. Por ejemplo, las cabras pueden trepar a los árboles y comer hojas.
Otro ejemplo que pone en duda la evolución son las alas de los insectos, que pueden batirse entre 200 y 1.000 veces por segundo. Además de ser delgadas, ligeras y finas, las alas son ricas en grupos musculares con un sistema nervioso avanzado. Además, su característica aerodinámica, como la flexibilidad, ayuda al posicionamiento y la navegación, lo que es más superior a los objetos voladores fabricados por humanos. No solo eso, la transición de los insectos primitivos como el pececillo de plata en el Devónico temprano (hace 400 millones de años) al Periodo Carbonífero (hace 300 a 350 millones de años) fue un tiempo relativamente corto y las alas apenas cambiaron desde entonces, lo que contradice la teoría de la evolución.
La teoría de la evolución tiene muchas brechas y Darwin no estaba seguro cuando la planteó. Por ejemplo, no podía explicar el origen de las plantas con flores e incluso las calificó de “misterio desagradable”. Del mismo modo, le costaba entender cómo llegaron a existir los ojos. “Suponer que el ojo, con todos sus inimitables artificios para ajustar el enfoque a diferentes distancias, para admitir diferentes cantidades de luz y para la corrección de la aberración esférica y cromática, puede haberse formado por selección natural, me parece, lo confieso, absurdo en alto grado”, escribió Darwin en El origen de las especies.
¿Están vivos los virus?
¿Son los virus una forma de vida? Es una pregunta que se debate desde hace mucho tiempo. En 1935, el bioquímico estadounidense Wendell M. Stanley extrajo el virus del mosaico del tabaco en forma de cristales puros. Investigaciones posteriores demostraron que el virus está compuesto de proteínas y ARN. La mayoría de los biólogos consideran que los virus no están vivos, ya que no tienen metabolismo y su ADN o ARN no pueden replicarse sin una célula huésped.
Pero los virus también se parecen a muchas formas de vida en muchos aspectos, como compartir los mismos componentes básicos. Y también se replican y evolucionan. Algunas bacterias solo pueden replicarse en otras células. Todas las formas de vida que conoce la humanidad dependen de otros organismos vivos. Por ello, no existe una línea divisoria clara entre los virus y otras formas de vida.
Además, recientemente se han descubierto algunos virus gigantes cuyo tamaño es similar al de las bacterias y que también tienen genes metabólicos. De hecho, investigadores de la Universidad de California en San Diego descubrieron que los bacteriófagos (un tipo de virus) podían formar compartimentos similares a núcleos para proteger sus genomas en replicación excluyendo los factores de defensa del huésped. Este trabajo se publicó en un artículo de Nature de agosto de 2022 titulado “Arquitectura y autoensamblaje de la envoltura nuclear del bacteriófago jumbo”.
Mutaciones inexplicables
Los biólogos creen que la evolución progresa hacia organismos superiores mediante la mutación de genes. Pero tal afirmación difícilmente puede aplicarse a los virus. “La historia evolutiva de los virus representa un tema fascinante, aunque incomprensible, para virólogos y biólogos celulares. Debido a la gran diversidad entre los virus, los biólogos han luchado con la forma de clasificar estas entidades y cómo relacionarlas con el árbol convencional de la vida”, dice un artículo de Nature Education de 2010 titulado “Los orígenes de los virus”.
“Pueden representar elementos genéticos que adquirieron la capacidad de moverse entre células. Pueden representar organismos de vida libre que se convirtieron en parásitos. Pueden ser los precursores de la vida tal y como la conocemos”, continuaba el artículo.
Cuanto mayor sea la población de una especie, menos tiempo tardará en producir mutaciones, escribió el bioquímico estadounidense Michael Behe en The Edge of Evolution. Las bacterias, por ejemplo, tienen más probabilidades de sufrir mutaciones que los primates.
Un ejemplo es el Plasmodium falciparum, el parásito causante de la malaria. Hay alrededor de un billón (1012) de células de malaria en una persona enferma, o 100 millones de veces más (1020) de parásitos P. falciparum en el mundo. Sin embargo, se necesitaron decenas de años para producir un mutante con dos cambios de aminoácidos que sea resistente a la cloroquina. Como el número de seres humanos es mucho menor, Behe creía que los humanos tardarían 1.000 billones (o 1015) de años en adquirir una mutación semejante. Dado que se requieren 147 cambios de aminoácidos de primate a humano, tal “evolución” es imposible.
Los virus como el VIH, por su parte, sí tienen mutaciones rápidas, pero añaden poco a los cambios funcionales. “Los virus contienen mucho menos material genético, pero muta tan rápidamente y hay tantas copias de él, que solo el VIH, en los últimos cincuenta años, ha sufrido más mutaciones de al menos algunos tipos que todas las células desde el principio del mundo”, escribió Behe.
Otros estudios demostraron que “todas y cada una de las posibles mutaciones puntuales se producen entre 104 y 105 veces al día en un individuo infectado por el HIV”. No obstante, estas mutaciones apenas cambiaron la evolución del HIV. “No se han producido cambios bioquímicos básicos significativos en el virus en absoluto”.
Los orígenes de los virus
También hay algunos debates interesantes sobre la evolución. Si la “supervivencia del más apto” es realmente cierta, entonces las plantas se volverían incomestibles o tóxicas, de modo que no serían consumidas por animales o humanos. Algunos evolucionistas argumentaron que no llegó a ser así porque los seres humanos habían cultivado selectivamente las más sabrosas. “Esto confirma que nunca se trata de selección natural, sino de la intervención de seres superiores”, escribió un internauta.
Isaac Newton tenía un amigo llamado Edmond Halley. Como físico ateo, Halley creía que el universo “simplemente sucedió”. Una vez Newton hizo un sofisticado modelo solar. Cuando uno ponía en marcha el modelo, los planetas se movían en sus propias órbitas. Cuando Halley vino de visita y vio el modelo, quedó asombrado y preguntó quién lo había hecho.
“Nadie”, respondió Newton.
Halley se enfadó mucho y dijo: “¡Debes pensar que soy tonto! ¡Claro que lo ha hecho alguien! Es un genio y me gustaría conocerle”.
Newton dijo que el modelo no era más que una pobre imitación de nuestro maravilloso universo. “Conoces las leyes y el orden preciso que rige nuestro universo. No consigo convencerte de que este modelo, este juguete, no tiene un diseñador o un hacedor”, continuó. “Sin embargo, usted ha dicho muchas veces que el sistema solar, que este modelo representa, ‘simplemente sucedió’. Dígame, ¿es esa la conclusión lógica de un científico?”.
Del mismo modo, los orígenes de los virus también son un misterio para la evolución. Debido a la diversidad de los virus, los científicos no creen que tengan un único antepasado común. Los virus están por todas partes. “Por ejemplo, si todos los 1 × 1031 virus de la Tierra se colocaran de punta a punta, se extenderían a lo largo de 100 millones de años luz”, dice un artículo de 2011 en Nature Reviews Microbiology titulado “Microbiología por números”.
“Además, hay 100 millones de veces más bacterias en los océanos (13 × 1028) que estrellas en el universo conocido”, continuaba el artículo. “La tasa de infección vírica en los océanos es de 1 × 1023 infecciones por segundo, y estas infecciones eliminan entre el 20 y el 40% de todas las células bacterianas cada día”.
Los seres humanos, en cambio, parecen muy impotentes. Los científicos creen que la humanidad solo ha erradicado con éxito dos enfermedades infecciosas causadas por virus, la viruela en los humanos y la peste bovina en el ganado. Sin embargo, a lo largo de la historia, los virus han asolado la tierra en innumerables ocasiones, desde la antigua Grecia a la antigua Roma, pasando por la gripe española hace 100 años. Incluso la sociedad moderna, dotada de tecnología avanzada, parece bastante impotente ante el COVID.
Tiempo de reflexión
Los pueblos antiguos apreciaban la virtud y creían que cuando la humanidad actuaba a su antojo e iba en contra de los principios celestiales, corría peligro y era azotada por inundaciones, terremotos, enfermedades u otras catástrofes.
Muchos creen que las plagas que asolaron el antiguo Imperio Romano fueron consecuencia de su persecución de los cristianos. La peste negra se consideraba a menudo el azote de Dios. La gripe española también estalló cuando el comunismo ocupó Rusia, mientras que la pandemia del COVID parece apuntar al Partido Comunista Chino.
“De hecho las epidemias en sí mismas están apuntando al corazón humano, a la moralidad malograda, al yeli agrandado y por eso vienen “, escribió el Sr. Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa, en Raciocinio.
El Sr. Li continuó: “Si esta epidemia fue arreglada por los dioses, entonces ninguna medida funciona. Porque esto es lo que quieren hacer los dioses. Hay personas que también saben que es así, que también van a pedirle protección a los dioses, podría aun no servir. ¿Por qué? Porque el corazón de los humanos ya es malo y su yeli es tan grande al punto que deben ser eliminados, ¿por qué habría que protegerte? El hombre debe arrepentirse verdaderamente hacia dios, en donde uno mismo no está bien, y tener la esperanza de que le dé la oportunidad de cambiar, solo este es el método, solo esta es la panacea milagrosa”.
“… el actual “virus PCCh” (neumonía Wuhan) este tipo de epidemia tiene un propósito, tiene un objetivo y por eso viene. Ese ha venido para eliminar a los elementos del partido perverso y a la gente que va junto con el perverso partido comunista chino”, escribió el Sr. Li en el mismo artículo y advirtió: “¿Entonces qué hacer? Mantenerse alejado del perverso partido comunista chino, no ponerse en fila para el partido perverso, porque detrás de su espalda está el demonio rojo, su comportamiento superficial es el de un matón y es capaz de cometer los peores crímenes. Los dioses van a empezar a eliminarlo, todos los que se pusieron en la fila para ese serán eliminados”.
Una cosa es la existencia del virus y otra la demostración científica del mismo. Si no se demuestra científicamente, como podemos referir su existencia. No solo demostrar su existencia sino tambien demostrarlo como ente patogeno. Esto implica aislamiento de todo lo que no sea él mismo y secuenciación genética completa. No podemos decir que el SARS cov 2 existe solo porque la prueba PCR da positivo debido a que la PCR no puede diagnosticar virus. La PCR no fue diseñada para tal fin.