El recorrido de las élites hasta la estocada final de la Agenda 2030
Los personajes de las élites del presente son los herederos de los ideólogos del pasado, que continúan con el plan destructor que amenaza nuestra realidad. Para una mejor comprensión, daremos unas pinceladas sobre este proyecto de control de la humanidad, así como de algunos de sus protagonistas más insignes.
En la actualidad se habla de Bill Gates, de George Soros o de Klaus Schwab y se continúa citando a los clásicos e incombustibles Kissinger, la saga Rockefeller y la Rothschild, que tanto daño han hecho y siguen haciendo a la humanidad. Desandar lo andado y llegar al origen de estos grupos ideologizados que derivarían en lo que hoy constituye la Agenda 2030, no es nada fácil, por la dificultad de sintetizar un corpus de información de miles de páginas, pero vamos a dar algunos datos cronológicos muy significativos.
Para encontrar las raíces de la gran telaraña que tiene a la sociedad aprisionada, tenemos que retrotraernos más de doscientos años atrás, en concreto, al 1776. En esta fecha, Adam Weishaupt fundó en Alemania una sociedad masónica denominada La liga de los hombres, que se convertiría en la cúpula de los Iluminados, cuya ideología y modus operandi iba a servir de base a las estructuras que vendrían después, todas de corte luciferino/satánico, con el punto de mira puesto en el hombre; “destructoras de la obra de Dios”, tal como establecen claramente en sus actas. La fecha de su creación –noche del 30 de abril al 1 de mayo— está cargada de simbolismo.
Ese mismo año tiene lugar la independencia de Estados Unidos y la creación del Estado americano. Curiosamente, la mayoría de los firmantes de la Declaración eran masones declarados, entre ellos, Washington, Jefferson y Franklin.
En 1913 se crea la Fundación Rockefeller, activa aún en nuestros días, muy involucrada en los proyectos de manipulación, a través de la educación, la sanidad, la política o los conflictos armados.
La Primera Guerra Mundial fue un hito importante. Sirvió para que los Iluminados arrasaran el imperio de los zares e hiciesen de Rusia una especie de fortaleza del comunismo ateo; lo mismo que la Revolución Francesa, con el brazo armado del poder masónico, había erradicado la monarquía e iniciado el proceso de descristianización de Francia.
En 1921 se funda el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés). En 1937, la citada Fundación Rockefeller, que llevaba un cuarto de siglo funcionando, inicia el Proyecto de Investigación de la Radio, con el fin de conocer la influencia de la radio en los oyentes.
Después de la Segunda Guerra Mundial se actualizan y aceleran los planes para el mundo futuro, siempre de manera críptica y ocultando a los ciudadanos el verdadero propósito del proyecto. A la masa se le proporcionará el pan y circo adecuados a los tiempos y se controlarán los poderes fácticos y las instituciones: ciencia, educación, religión, justicia, prensa, y cualquier ámbito relacionado con el hombre y su evolución como ser mental y espiritual.
En 1945 se crea la ONU, con su Carta de Derechos Humanos y sus organismos internacionales, de los cuales la OMS se convertiría en portavoz de las élites para controlar el mundo a través de la salud.
En la actualidad, la OMS es una especie de pantalla de un gran conglomerado de chiringuitos, del que forman parte organismos especuladores que si bien llevan en sus rimbombantes nombres la palabra medicina –como la Academia Americana de Medicina, creada por el Congreso, hoy independiente y dedicada a otras cuestiones bajo el disfraz de la salud—, en realidad, son lobbies, think tanks e institutos peculiares, dirigidos por millonarios sin escrúpulos, con altos cocientes de inteligencia y excelentes historiales, egresados de universidades punteras como el MIT, Stanford o Harvard, de donde son abducidos por los cazadores de talentos de estos ambiciosos ideólogos. Muchos de ellos están involucrados, directa o indirectamente en el diseño de la nueva moral, así como en la fabricación de agroquímicos, transgénicos, pornografía y medicamentos, justo lo que mantiene al Primer mundo crónicamente enfermo y medicado, y a los africanos y asiáticos muriendo por miles o naciendo con gravísimas taras, por los efectos secundarios de sus panaceas. El negocio es redondo. Y esto lo consiguen presionando a los países de diferentes maneras. Es la gran trampa disfraz de los usureros y corruptos megalómanos.
Asimismo, se funda la Comisión Trilateral, El Club de Roma, el Instituto Tavistock y el Club Bilderberg, que tienen como matriz sociedades secretas –logias—, como la B’nai B’rith o Hijos de la Alianza, el Consejo de los 33, el Gran Consejo de los 13, la Liga de los Hombres o El Tribunal. Todos masones o de ideología cercana a los Hijos de la Viuda.
Los conceptos izquierda y derecha utilizados en política, son solo armas de control, con el fin de crear disensión, enfrentamiento y caos; propiciar que la humanidad continúe en el bucle de las guerras que ellos diseñan, programan y ejecutan. Cuando escribo estas líneas, Europa está inmersa en el vergonzoso conflicto de Ucrania, cuyo origen y objetivos nada tienen que ver con la realidad. No hay guerra o revolución sin un diseño previo. Como bien expresó en su día Franklin Delano Roosevelt: “… en política, nada es casual. Si algo sucede, estad seguros de que se planeó así”. ¿Incluye el programa un conflicto bélico mundial, como parte de la estrategia del golpe final? Todos los grandes movimientos bélicos han sido cuidadosamente planificados: desde las guerras de la independencia de las colonias, la revolución francesa o la revolución rusa a las dos contiendas mundiales. Lenin se había dado cuenta de ello, a juzgar por sus palabras: “Detrás de la Revolución de octubre hay personajes mucho más influyentes que los pensadores y los ejecutores del marxismo”. No sabemos si el histórico bolchevique llegó a descubrir que Carlos Marx había escrito sus obras por encargo del banquero Nathan Rothschild.
A lo largo del tiempo, al ser humano se le ha ido moldeando para debilitar su espíritu crítico y crear este presente distópico. Las élites siempre han tenido a su servicio a lo más granado de la ciencia y la técnica en sus diferentes disciplinas, muy especialmente las relacionadas con la mente, el funcionamiento del cerebro y el control de masas: la neurología, la psiquiatría, la psicología y la sociología entre ellas. Era necesario conocer la esencia del ser humano para poder manipularlo y controlarlo.
Esto no quiere decir que todos sus planes les hayan salido bien a lo largo del tiempo, ni que lo que tienen previsto para la humanidad del futuro vayan a poder concretarlo en su totalidad. No nos cansaremos de repetir que el ser humano es mucho más poderoso de lo que cree y que, a pesar de las entidades oscuras que lo parasitan, lleva en sí mismo una parte divina que no ha sido capaz de desarrollar; por estar demasiado manipulado, dormido o entretenido mirando hacia el exterior, dando la espalda a su interior, que es donde radica “la wifi” que nos conecta con la Fuente. Por eso siempre decimos que hay que mantener viva la esperanza y poner en valor nuestras potencialidades.