Los “derechos” de los animales, el “derecho” al aborto y la “ley trans”, de mutilación genital
Llevo una semana que vivo sin vivir en mí, tal es la cantidad de tortas que estoy recibiendo, como millones de españoles, espero, dada la diarrea legislativa del gobierno que padecemos, bajo la batuta de la diabólica Agenda 2030.
Belarra, la inquietante niña de la curva, está haciendo buena a Montero, que ya es decir.
La gran cantidad de paridas, ocurrencias y gilipolleces que están legislando –el papel lo aguanta todo-, me hacen pedir que los ministros, diputados y senadores pasen una evaluación psiquiátrica y psicológica antes de acceder a sus cargos…, para poder eliminar, ab initio, a los que vengan tarados de fábrica.
Que serían muchos, sin duda alguna.
Acaba de aprobarse una ley de “derechos” de los animales, reformando de paso el Código Penal, y penalizando más el maltrato animal que el maltrato a un anciano indefenso, o a un niño.
El mundo al revés, o, mejor dicho, España.
Se convierte a los animales en titulares de “derechos”, pero, a la inversa, el Tribunal Constitucional decide que los niños no nacidos no tienen derecho a nada, y, a sensu contrario, sus “madres” tienen “derecho” a asesinarlos.
Y nadie, o casi nadie, se lleva las manos a la cabeza.
Se aprueba una “ley trans”, que es realidad debería llamarse “ley de mutilación genital”, donde se reconoce el “derecho” de los menores de edad a mutilarse los órganos que estimen les sobran…, para intentar ser lo que biológicamente no son.
Lo que está claro, es que acabarán siendo carne de psiquiatras, y más bien pronto que tarde.
¿Pero es qué nadie va a velar por los derechos de los niños y menores de edad?
Y así, paso a paso, la sociedad española avanza como el cangrejo, retrocediendo.
Hay que cumplir la Agenda 2030, de la que Pedro Sánchez es su Profeta y Montero-Belarra sus Ángeles del Demonio.
No queda otra.
De los creadores de la ley del sí solo es sí, viene ahora la ley de mutilación genital, que tan graves e irreversibles daños causará a miles de personas.
Pero ellos ya no estarán en el poder, para poder exigirles cuentas.
Todo sea por la destrucción de España, del concepto de la familia, de la biología humana y de los principios éticos en que debe basarse cualquier civilización que se precie.
Queremos ser dioses, y no somos más que personas imperfectas y pecadoras.
Académico, jurista y escritor.
https://www.graueditores.com
Todo empezó con la mutilación del pensamiento.
Como bien dice el autor, cuando vayamos conociendo el desastre de la ley trans, de mutilación genital de los menores de edad, esas criminales ya no estarán en el poder (espero, y rezo para que así sea).
Pero el mal ya estará hecho.
¿Y qué me dice usted de la ley que da más derechos a los animales que a las personas…?
En que mente, evidentemente enferma, ¿cabe semejante aberración jurídica?
Pero eso, a Irene/Ireno o Irenio MONTERO le da igual, pues es una psicópata que no tiene conciencia, ni principio moral alguno.
Ella a lo suyo, se acaba de comprar un ático en una zona bien de Madrid, valorado en más de un millón de euros, según publica El Cierre Digital, ¡y a vivir y follar, que son dos días!
La pura y dura realidad, le pese a quien le pese…
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Hoy se van a aprobar dos abortos de leyes, la ley trans, y la ley del aborto…
Las dos no son malas; son peores.
Y la culpa es de Pedro Sánchez y del partido sanchista, no de la pobre cajera de supermercado en paro, tonta e ignorante como ella sola…
Las tres “leyes” son horrorosas, pero la ley trans será la más dañina, pues las mutilaciones genitales serán irreversibles…
¡Y para entonces, ni Sánchez, Montero o Belarra estarán en el poder!
En España son asesinados cada año unos cien mil niños, por medio del aborto.
Y no pasa nada.
Merecemos todo lo que nos pase, porque somos una sociedad enferma.
Pero, eso sí, los perros paseando por las calles con ropa de abrigo, y comiendo bistecs de tercera…
La siniestra “ley trans”, es de todas, la peor, pues supone la mutilización genital de niños y niñas mejores de edad, que emprenderán un cambio irreversible, y un camino a ninguna parte…
Bueno, sí, a los psiquiátricos.
La aborregada población española no dice nada, y se comporta con mansedumbre propio de ganado ovino, de dos patas…
Y claro, los que mandan, hacen lo que les da la gana.
En el pecado, la conformidad y sumisión, llevamos la penitencia…