Iberia falta al respeto al pasaje
Iberia me ha faltado el respeto, para ser exacto una de sus representantes o TCP a bordo, vamos la azafata o azafato de toda la vida. Le hablo en primera persona, ya que es a quién les escribe a quien le ha sucedido esta surrealista escena de los Quintero, pero en cutre. Les relato lo más exacto posible.
Facturamos
Vuelo de Casablanca (CMN) de regreso a mi Ciudad de Paraíso, tal como denominó el gran Premio Nobel de literatura, D. Vicente Aleixandre a la Ciudad de Málaga, AGP para los que vuelan, tras una extensa y cansada participación en el Pre Foro de loa Derechos Humanos celebrado en la también paradisiaca ciudad de Rabat.
No suelo facturar mi equipaje de mano que llevo por norma en cabina, pero en esta ocasión, en la que había recopilado bastante información y libros, la maleta pesaba demasiado para ir tirando de ella por todo el aeropuerto, subirla etc. Es por ello por lo que me decidí por facturarla. Vuelo de Iberia IB8181 en código compartido con otras compañías, esa cosa tan divertida por la que le compras un billete a una compañía y terminas volando en otra bien distinta.
Subo al avión, un turbo hélice ATR-72 que suele operar ese vuelo de CMN-AGP y viceversa con la cabina de equipaje en la zona delantera del avión. Vuelo completo. Mi asiento el 7A, ya que siempre que puedo pido ventanilla por esa afición a reconocer la geografía desde el aire.
Todo preparado para cerrar puertas y comenzar a rodar hacia la cabecera de pista, pero no. Entra e supervisor con un empleado y comienzan a sacar maletas por el pasillo, maletas casi arrastradas por el suelo y ellos agachados en un intento cómico de volverse transparente. Lo primero que pienso es que han sacado maletas equivocadas de vuelo, pero veo que regresan y sacan más entre ellas la mía. De forma inmediata le pregunto, aun no sé porque en francés, a la TCP que a donde llevan mi maleta. Me contesta que a la bodega trasera del avión ¿lleva bodega de carga trasera el ART-72?: “Me quedo más mosqueado que un pavo escuchando una pandereta” pero bueno, soy confiado por naturaleza, que no tonto.
Iberia despega
No paro de dar vueltas a la maleta. Me la han bajado delante de mis narices y me debería haber bajado con ella, pero ya rodábamos hacia la cabecera de pista. De forma paciente sigo atento, como se debe hacer por mucho que se vuele, a la indicaciones de las normas de seguridad. Despegamos entre nubes, y espero a que termine todo el operativo hasta que el avión alcance el nivel de vuelo y velocidad de crucero.
Espero a que las dos TCP pasen vendiendo refrescos y baratijas de la tienda en vuelo. Cuando veo que pasa la TCP que le pregunté por mi maleta le vuelvo a decir, literal: “Señorita, no sé por qué antes le hable en francés, pero ¿mi maleta sigue a bordo?”. Sí señor en la bodega trasera, cuando sabía a la perfección que la habían bajado ante su presencia y mi atenta mirada. Me calle, que no soy de montar líos en vuelo.
Bienvenidos a Málaga donde tenemos una temperatura de 18 grados
Tomamos tierra en la segunda pista de aeropuerto de Málaga, que amplia y que vistosa que es. Bajo de avión. Ante mi sorpresa, el control de pasaportes está vacío y paso de los primeros, nada dos minutos, y para la zona de recogida de maletas. Entro en la jauda dónde se encuentra las citas de llegadas internacionales no comunitarias a la espera de mi maleta, entre esperanzado y cara de, perdón “cara de gilipollas”.
Entran unos niños/as pequeños de algún colegio de visita por el aeropuerto, y una de las profesoras les dice “niños aquí hay que estar en silencio que esta la Guardia Civil” anda que… con lo bueno que son los Guardias Civiles con los niños. En fin. Esa es la educación que tenemos, no se grita porque está la benemérita, no porque no hay que gritar en los sitios públicos aunque no haya guardias.
A todo esto comienzan a salir maletas… unas pocas, la verdad. La cinta se para y el personal comienza a enfadarse. Yo que me veo venir el lío, salgo corriendo para el mostrador de incidencias en las maletas. Allí ya hay un señor montando una gorda por las maletas perdidas. La pobre mujer del mostrador, con toda la santa paciencia, hace lo que puede y torea al miura a dos manos, pase de pecho al responsable superior y me atiende.
Iberia responde, paciencia
A usted que le ha pasado señor. Le explico señora, la maleta no está, por favor me puede hacer los trámites para recuperarla por favor. Le doy la documentación y me da un justificante con el código AGPIB90312. Me puede usted dar una hoja de reclamaciones por favor que la TPC me ha tratado de forma indecente.
¿Qué ha pasado? Fácil señora. Llevo volando con ustedes desde que tengo 18 años. Me han hecho de todo, pero son las cosa del vuelo y los millones de maletas que se manejan a diario. Han mandado mi maleta a la Conchinchina ida y vuelta, vamos de todo, pero siempre me han respondido con profesionalidad y verdad. Pero lo que me ha hecho esta TCO no lo perdono. No se me puede negar a la cara una evidencia clara como sacar mi maleta delante de mis ojos. Eso es intolerable.
Se informa que, por motivos operativos hay sobrepeso y hay que sacar maletas. Que por los motivos que sean etc… pero tratarme por dos veces como a un imbécil no tiene nombre ni pienso perdonarlo. No la maleta repito, que es comprensible y pasa. Lo que no es tolerable es el comportamiento de la TCP.
Iberia al aparato, diga
Lo publico en Twitter y lo único que me contesta es que. Lo lamentamos mucho, paciencia, la estamos buscando. Pero como buscando si está en CMN, en casa blanca vamos, que la han sacado ustedes, la suben a próximo avión y esta noche en casa. Pero no, ya no saben ni donde está, en un sistema internacional de maletas perdidas digna de “Charlie y la fábrica de chocolate”.
Una maleta donde van los cables de mi ordenador, el resumen del trabajo del pre foro de derechos humanos y que no puedo trabajar en ello, y además mi medicación que por su naturaleza debo ir al médico para que me la vuelvan a recetar ¿Saben ustedes lo que cuesta conseguir una cita previa en atención primaria? Me moriré esperando. Espero que no, que Iberia se ponga las pilas y me haga llegar la maleta a casa hoy mismo. En cuanto a la TPC creo que no merece estar abordo, ni tratar con personas ni mucho menos trabajar para Iberia o cualquiera de sus filiales.
Para terminar, dejar aquí una pregunta que nos estamos haciendo ¿Estamos en este caso, ante un presunto delito de hurto mediante engaño? Ahí lo dejo.
Eres demasiado bueno, ese es el problema. Hay momentos en los cuales tenemos que defender lo nuestro.
La melena es suya, ¿o es una peluca…?
De ser suya, le felicito. (Lo digo desde la calvicie, y con algo de envidia.
Respecto a su queja y argumentos, totalmente de acuerdo.