Con sabor iberoamericano
Muchos fuimos los que nos alegramos cuando por vez primera pisaba la Casa Blanca como presidente un político de raza negra y, muchos nos alegraremos, si todo marcha bien, cuando el mundo iberoamericano que vive en España hace años llegue a los organismos municipales de nuestro país tanto como concejales como alcaldes. Ello será signo que todo marcha bien.
A menos de cien días tendremos las votaciones Municipales y Regionales y, por arte de magia, como los Reyes Magos, el voto volverá a nuestros bolsillos por poco tiempo. Será el momento, una vez más, de observar los objetivos que se marcaron y lo que se ha realizado, conciencia y sentido común nos hablarán y volveremos de nuevo a “dejar” y no “regalar” nuestro voto a aquellos que se lo merezcan, si se lo mereciesen. Sin duda los habrá, como seguimos viéndolo que, más de un 40% de la población, ante el empobrecimiento mental del Gobierno y la oposición en su conjunto, persistirán en quedarse con el voto en su bolsillo 4 años más (así estuve yo dos legislaturas) ya que somos muchos los que no caemos en la trampa del “mal menor” y menos aún “de los que juegan a dos velas( una a Dios y otra al diablo).
Sabemos que por vez primera sale en España al ruedo electoral un nuevo partido político con sabor iberoamericano, con gente de muy buena fe, cuyos anclajes principales van alrededor del cristianismo. Los partidos actuales españoles, sin duda, aunque toquetean temas cristianos de perfil, a la hora de la verdad, como se suele decir, son más falsos que Judas. Hoy, cristianos no católicos, el mundo latino en España y algunos pocos católicos, muy pocos, son los que están dispuestos a las batallas culturales. El resto de católicos “de piel fina” en España, por muchos motivos y, entre ellos, porque las altas instancias de Diócesis andan “de aquella manera”, ni valoran, ni estiman , ni están dispuestos a dar la cara por lo que nuestros abuelos lo hicieron. Así que, una vez más, si deseamos lo que tanto hemos valorado en España tendríamos que tenerlo en cuenta o, al menos, saber que existe.
A la fecha que estamos, a todos se les ha visto el plumero de por dónde van, pero sobre: dinamizar políticamente la regeneración democrática, la importancia de la verdad y la justicia en nuestro país, listas cerradas y bloqueadas, el bien común, la disciplina de voto, matrimonio, familia y maternidad, antropología humanista, los principios de subsidiaridad, etc, ni oímos ni vemos.
Sea bienvenido a España un partido más y, esta vez, de corte humanista cristiano. Deseo que de una vez por todas la llamada cristiana y asociaciones de distinta índole a la sombra de ella, se llegue a un diálogo sobre la necesidad de la construcción de un sujeto colectivo, grande, bueno y sea capaz de dinamizar políticamente la regeneración que España anda buscando. Mucho más que hartos del arco parlamentario actual, tanto nacional como regional, donde se está demostrando sobradamente que no se persigue el bien común sino el poder por interés partidista y personal.
Bienvenido sea un nuevo partido a España cargado de esperanzas cristianas, aquellas que en su tiempo fortalecieron a nuestro país.