El Kremlin reacciona a los informes sobre la ‘huella ucraniana’ en el ataque a los Nord Stream
Los artículos sobre la explosión de los gasoductos Nord Stream, publicados por The New York Times y Die Zeit, son un “bulo mediático” coordinado y llevado a cabo para desviar la atención de los verdaderos autores de este crimen, declaró este miércoles a RIA Novosti el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
El día anterior, The New York Times había reportado, citando a funcionarios estadounidenses, que nueva información de inteligencia sugería que un grupo proucraniano era el responsable de la explosión de los gasoductos. Los datos no detallan quién formó parte del grupo que atacó los gasoductos, ni quién dirigió la operación o pagó por su realización, pero las fuentes hicieron hincapié en que ningún ciudadano estadounidense ni británico participó en el sabotaje.
Unas horas después de la publicación del medio estadounidense, el diario alemán Die Zeit también publicó un artículo sobre el asunto, en el que afirmaba que investigadores alemanes habían identificado el buque presuntamente implicado en el ataque a los gasoductos y señalaba que “las huellas conducen en dirección a Ucrania”.
“Está claro que los autores del atentado terrorista quieren desviar la atención. Está claro que se trata de un bulo mediático coordinado”, dijo Peskov, añadiendo que el Kremlin está perplejo sobre cómo los funcionarios estadounidenses citados por los medios occidentales pueden sugerir algo sobre los ataques sin investigación.
De acuerdo con Peskov, Dinamarca y Suecia siguen bloqueando la participación de Rusia en la investigación. Subrayó que Moscú cree que los países accionistas del proyecto deberían insistir en una investigación urgente y transparente. “Todo esto no es solo raro. Esto huele a crimen atroz. Como mínimo, los países accionistas de los Nord Stream y la ONU deberían exigir una investigación urgente y transparente en la que participen todos los que puedan arrojar luz”, señaló.
“No pueden vendernos esta hipótesis”
Mientras tanto, se plantea la pregunta de si fue una coincidencia que los medios de EE.UU. y Alemania publicaran detalles sobre el sabotaje el mismo día, culpando a la parte ucraniana y excluyendo por completo la implicación de británicos y estadounidenses. “En geopolítica no hay coincidencias, no existen las casualidades, todo responde a alguna estrategia”, declaró a RT Ariel Umpiérrez, analista internacional especializado en geopolítica, señalando que se trata del sabotaje industrial “más grande de la historia”.
Afirma que tras la publicación del artículo del periodista Seymour Hersh, que fue escandaloso y reveló que la Casa Blanca estaba detrás del atentado, ningún medio, sobre todo ningún medio estadounidense, dijo nada a lo largo de semanas. “Este silencio era demasiado ruidoso, y había que dar una respuesta. Entonces, la respuesta surgió tan infantil como es esta. Porque no es otra cosa más que una respuesta infantil de agencia de inteligencia de todos los países, de EE.UU. y de Europa, que dicen que en definitiva todavía no saben ni quién, ni por qué, ni cómo se realizó este sabotaje”, subrayó.
De acuerdo con el experto, los ciudadanos comunes ya saben quién es el autor de la explosión, así como quién es el autor inclusive de la provocación del conflicto ucraniano: son los anglosajones. “Por fin, son ellos que buscan destruir, ese es el objetivo de esta guerra, destruir la posible cooperación entre Europa y Rusia, cosa que se venía gestando no solamente por el gas, sino por el intercambio de materias primas, de fertilizantes, etcétera. Cooperación que para los anglosajones es terrible y nefasta, porque eso supone una caída, una bajada en su importancia, en su preeminencia mundial”, dijo.
Además, destacó que este sabotaje era “una catástrofe anunciada”, recordando que ya en el 2011, el Departamento de Estado de EE.UU. había dicho que el gasoducto Nord Stream 1 no debía ponerse en marcha, así como que, en el 2021, el actual secretario Estado, Antony Blinken, había declarado que el presidente Joe Biden estaba convencido que este objeto de infraestructura no tenía que entrar en operaciones y que Washington haría todo lo posible para garantizarlo.
Al mismo tiempo, el experto asegura que la versión presentada por los medios occidentales de que la operación probablemente fue llevada a cabo por 6 personas que no parecen trabajar en los servicios militares o de inteligencia, “es una burla”.
“Hasta desde el punto de vista técnico es una burla, porque estamos hablando del mar Báltico, que es un mar extremadamente complicado por su oleaje, vientos, temperaturas, y además de un gasoducto que está a 100 metros de profundidad. Eso no lo hacen 5-6 personas que saben nadar y se tiran al fondo del mar y ponen una carga que, no se sabe bien, pero de por lo menos 100 kilos”, dijo.
Aseguró que un ataque de este tipo requiere tecnología, equipamiento y personas con un adiestramiento que solo tienen los miembros de las fuerzas armadas más avanzadas, como las estadounidenses o las británicas. “Estamos hablando de algo de muchísimo profesionalismo, mucha complejidad técnica. No pueden vendernos la hipótesis de que lo hicieron 6 personas, que pasaban por allí una bombita. Eso es técnicamente imposible”, concluyó.