Alemania queda paralizada en medio de una huelga del sector del transporte
Varios sindicatos alemanes han organizado una huelga integral de 24 horas a nivel nacional, instando a miles de empleados del sector del transporte a que participen en ella para impulsar sus exigencias mientras siguen en curso negociaciones sobre un aumento de salarios.
A partir de la medianoche de este lunes, el servicio de trenes, autobuses y aviones quedó paralizado a modo de advertencia, al tiempo que en siete de los 16 estados federados del país también se sumó a la protesta el transporte público local.
Las huelgas amenazan con provocar serias interrupciones en todo el sector del transporte de Alemania. Se ha suspendido por completo la circulación de trenes de larga distancia y la mayoría de los servicios ferroviarios regionales, mientras que casi todos los aeropuertos del país, excepto el de Berlín, suspendieron sus operaciones.
Autopistas, vías navegables y puertos también se ven afectados. Debido a la falta de disponibilidad de transporte público para la población, se esperan grandes atascos en Baviera, Sajonia, Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatinado, Hesse y Baden-Wuerttemberg.
El sindicato del sector público Ver.di convocó a la huelga a 120.000 trabajadores de todo el país, mientras que el sindicato de los trabajadores ferroviarios EVG convocó a 230.000 empleados del principal operador ferroviario alemán, Deutsche Bahn, y otras entidades.
Ante la persistente inflación que enfrenta el país, Ver.di exige un aumento salarial del 10,5 % —500 euros mensuales— para los trabajadores federales y municipales. Hasta ahora, los empleadores han ofrecido subir los sueldos en un total del 5 % en dos etapas y aparte de ello efectuar pagos de 2.500 euros (2.700 dólares).
Por su parte, EVG, que tiene previsto participar en las negociaciones salariales con diversas compañías ferroviarias a mediados de esta semana, insiste en que se aumenten los sueldos en un 12 %. Deutsche Bahn también ha ofrecido un aumento del 5 % en dos etapas junto con pagos únicos.
“Hasta ahora, el Gobierno federal y las autoridades locales han rechazado categóricamente un convenio colectivo socialmente equilibrado”, comentó el líder de Ver.di, Frank Werneke. “Por eso ahora tomamos la iniciativa. Es mejor enviar una señal fuerte ahora que tener semanas de disputas laborales con las consecuencias correspondientes”, explicó.