¿Revolución de colores contra Netanyahu?
El retorno al Poder de Netanyahu en coalición con varios partidos ultraderechistas y ultraortodoxos sería un misil en la línea de flotación de los Acuerdos de Oslo pues piensa continuar con la sistemática campaña de asentamientos ilegales, cuyo penúltimo episodio sería el anuncio de la creación de las nuevas colonias de Asif y Matar con el objetivo confeso de “doblar la población de los Altos del Golán” así como una sería amenaza a la sui generis democracia israelí al intentar liquidar la actual separación de poderes.
Así, en una carta dirigida a la Corte Suprema y firmada por casi 1.200 militares veteranos de las Fuerzas Aéreas se advierte del peligro que entraña el Ejecutivo de coalición encabezada por el Likud de Netanyahu y que contaría con Sionismo Religioso, Poder Judío y Noam como aliados principales. Según los firmantes de dicha carta: “Venimos de todos los estratos de la sociedad y de todo el espectro político y lo que tenemos en común hoy es el temor de que el estado democrático de Israel esté en peligro”.
Asimismo, un comunicado firmado por los líderes de los partidos en la oposición y entre los que figura Yair Lapid, expresa su rechazo al nuevo Gobierno Netanyahu afirmando que : “Cuando volvamos al poder, prometemos cancelar cualquier legislación extremista que dañe la democracia, la seguridad, la economía o la sociedad israelí”.
¿Peligra la democracia israelí?
La amenaza a la separación de poderes en la democracia liberal israelí vendría marcada por el anuncio de varios miembros del nuevo Gobierno de aprobar la llamada “cláusula de anulación” que permitirá al nuevo Parlamento judío implantar leyes que contradigan la Carta Magna y eliminar la capacidad del Tribunal Supremo para anularla.
Ello supondría el finiquito de la separación de poderes de una democracia liberal y la irrupción de un Gobierno autocrático con claros tintes teocráticos por lo que la Administración estadounidense ha condenado dichas intenciones advirtiendo que ” la democracia israelí correría peligro con dicha iniciativa”.
¿Revolución de colores contra Netanyahu?
Tras la iniciativa del Club de las Islas encabezada por George Soros contra Donald Trump, Netanyahu habría salido en su ayuda y habría declarado a Soros “enemigo de Israel” como respuesta a la supuesta hostilidad de Soros (judío húngaro nacionalizado estadounidense) hacia el Estado judío.
Así, el Ministerio de Exteriores judío emitió un comunicado en el que acusaba a George Soros de “socavar ininterrumpidamente a los Gobierno democráticamente elegidos de Israel al fundar organizaciones que difaman al Estado judío y buscan negar su derecho a defenderse” tras la campaña contra Soros desarrollada por el Primer Ministro húngaro Viktor Orban en la que exigía al magnate judío “no entrometerse en los asuntos internos de Hungría”.
Los globalistas de Soros habrían identificado a Netanyahu como “enemigo público número uno” y “contrario a sus intereses”, que aspiran a establecer la coexistencia de los Estados judío y palestino pues son conscientes de que una nueva y cruenta intifada daría al traste con la entente entre EEUU, Israel Emiratos Árabes y Arabia Saudí para una próximo ataque a Irán.
En consecuencia, los globalistas de Soros estarían moviendo los hilos para implementar una Revolución de Colores contra Netanyahu. Así, mediante masivas protestas callejeras y la convocatoria de huelga general por el sindicato mayoritario para paralizar el país lograr la división interna en el Likud y dar por finiquitado el actual Gobierno de coalición y finalmente, lograr la convocatoria de Elecciones anticipadas que faciliten la formación de un nuevo Gobierno de coalición. Dicho nuevo Ejecutivo contaría con las bendiciones del AIPAC y de Joe Biden y tendría como tarea ineludible la renovación de los Acuerdos de Oslo para hacer posible la utopía de “Dos pueblos, dos Estados” para centrarse después en el diseño de la nueva cartografía de Oriente Medio.