La ultraizquierda se reinventa
José María Nieto Vigil*.- La ultraizquierda en España, que no española, se vuelve a reinventar y mediante una operación estética, una ritidectomía -léase lifting- en toda regla, rejuvenece. La nueva musa del comunismo, con piel de cordero y armario ropero de Vogue, Yolanda Díaz Pérez, se postula, a bombo y platillo, con mensajito gazmoño y mojigato fingido en los días previos, como la futura presidenta del Gobierno del todavía Reino de España. El madrileño Polideportivo Antonio Magariños, situado en la calle de Serrano, para más señas, fue el escenario escogido para la ocasión.
La milonga allí cacareada en el corral de comedias escogido, como si de una novedad se tratara, es un auténtico cuento chino. Vamos, un engaño y una ocultación de la verdad al público español, un tanto adormecido y aletargado después de tanta bufonada política protagonizada por la nueva casta, la de aquellos que se han olvidado cuál es su verdadero servicio a España como representantes de la soberanía popular, es decir, aquella que reside en el pueblo al que debieran servir, no del que se sirven, que es distinto. Qué lejano queda aquel tiempo en el que se hablaba de nuestra soberanía nacional. El título de la nueva comedia es Sumar.
A esta mascarada asistieron invitados de todos los reinos taifas, líderes de la anti España corsaria y pirata, representantes de todos los “ismos” inimaginables, personajes de la trinchera del puño en alto, petimetres y majos, tampoco faltaron los/las elles y los/las/les chiques. El muestrario era amplio, la diversidad de la manada de la nueva izquierda ultramontana era más que generosa. Lo mejor de cada casa quiso ser inmortalizada en una nueva foto histórica. El vetusto, antiguo y trasnochado Frente Popular de la aciaga, infausta y desgraciada II República Española se reeditaba, sin complejos, pero amenazante e intimidatorio como antaño, como siempre que ha tenido la ocasión de poder hacerlo.
Que no nos engañen. Quisieron unir sus voluntades comunistas de diversas familias –leninistas, estalinistas, maoístas, trotskistas, o castristas-, bolivarianos, chavistas, marxistas, feminazis, ecologistas sandías –por lo rojo que son por dentro-, anarquistas, libertarios, socialistas, independentistas, nazionalistas, frentepopulistas, podemitas disfrazados, populistas, apóstatas, abortistas, sanchistas, y demás ralea delegada del arco iris. Seguro que se me ha escapado algún clan representante del movimiento en defensa del poliamor político. Todos, jubilosos, exaltados, vociferantes, gozosos, chillando hasta desgañitarse, aclamaban, vitoreaban, aplaudían a rabiar, a la nueva líder ungida por la parroquia convocada. La parranda fue larga, el jolgorio memorable, la bulla inconmensurable, la fiesta indescriptible, el bullicio fue desbordante, en fin, un alborozo que ni en la jaula de los monos de cualquier zoológico pueda ser escuchado. Qué bacanal izquierdista, qué aromas orgiásticos de revancha se percibían, qué efeméride dionisíaca nos regalaron. Les aseguro que estuve atento al toro que se nos viene encima. Como dice mi primo, un morlaco de seiscientos kilos en la báscula.
¿Quiénes no asistieron oficialmente a la celebración? De una parte, la mesnada de don Pedro, el señor de la Moncloa. No necesitaba mancharse las manos en medio de tanta juerga. Tampoco envío delegación, ni escudero. Sin embargo, desde la distancia sutilmente calculada, con sus parabienes y mejores deseos, su ahijada política –la gallega-, era bendecida desde palacio. El lindo don Pedro, altivo, soberbio, orgulloso de su pupila protegida, organizó taimadamente la ceremonia en su antiguo colegio. No es una casualidad. El mensaje no podía estar más claro.
Nuestro ilustre inquilino de la Moncloa –permítanme la ironía-, auténtico zorro de ladera, sabe sumar y sabe restar. Pese a tener al cocinillas de José Félix Tezanos adulterando encuestas, inventando recetas de resultados inverosímiles, conoce la verdad y la cruda realidad. Hacerse trampas a sí mismo sería un asunto de diván y todavía no ha llegado a ese nivel. Sabe que con Podemos la jodemos –perdón por la vulgaridad-, es decir, se resta, como también acierta al bailar con Yolanda, que con ella suma simpatías y afectos. Así pues, a sumar toca en la estrategia matemática electoral. Por otra parte, los capos y régulos independentistas de la camorra encabronada, mucho pían, pero saben muy bien que sus estipendios corren el riesgo de no ser cobrados si no apoyan a su caprichoso señor. Los rufianes y demás compañías de asalto, vascas y catalanas, son cualquier cosa, menos tontos. Ahora toca guerrear para sobrevivir en las urnas, mañana toca ser soldados de fortuna.
¿Podemos? De momento no. En el casting de “Tu jeta me suena”, de manera sonrojante y apabullante, de forma clamorosa y vergonzante, han perdido las votaciones del jurado formado para “Farsa del Magariños”. Su libidinoso egocentrismo, dentro del espectro ideológico de la ultraizquierda triunfante, es motivo de befa, causa de mofa y razón de burla, sin ironía ni miramiento, por parte de sus camaradas socialistas En el polideportivo estudiantil se prefirieron los acordes de la milonga que, aunque emparentada con el tango argentino, posee un ritmo menos rígido. En otras palabras, se prefirieron a las parejas integradas por Yolanda e Iñigo, o Colau y Garzón, a las formadas por Irene y Pablo, o la del rosarino Pablo Echenique e Ione Belarra, menos acompasadas y sin ningún glamour ni atractivo.
El Baile de La Rosa orquestado, en su versión cutre y casposa, ha elegido a la pareja del año de los socialcomunistas. En Mónaco se celebra anualmente en la afamada Salle des Étoiles del Sporting de Montecarlo, en España, con disimulada alfombra roja, conteniendo el irrefrenable reflejo del puño en alto, son la ministra de Trabajo y Economía Social, vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Miss Yolanda Díaz, la acompañante escogida por el señor de la Moncloa y de ambas orillas del Atlántico, el lindo don Pedro Sánchez, afamado y aclamado hombre de estado a escala planetaria, para conseguir un matrimonio de conveniencia entre la izquierda y la ultraizquierda.
Sumar es mejor que restar. Es así, lo dicen las matemáticas. Lo malo es que lo que se pretende es multiplicar, que es más peligroso. Lo ocurrido en la soleada mañana del domingo, dos de abril, no es una cuestión menor. Es una hábil argucia para aglutinar disperso voto del rebaño izquierdista después de la tormenta. El peligro es real, la amenaza es grave, el desafío inquietante, la intimidación provocativa. El reto está servido, no se trata de un galleo sin más. España está en peligro, esta es la advertencia en forma de declaración juramentada escenificada.
La ultraizquierda se reinventa y se pone al servicio del sanchismo, la peor versión del zapaterismo y, por descontado, del felipismo socialista. Es una advertencia para quien quiera y sepa leer, un llamamiento casi desesperado a la reconciliación entre los que amamos a nuestra Patria –con mayúscula-. Les deseo buen día y feliz jornada.
*Doctor en Filosofía y Letras
Maniobra oculta del mason Pablo Iglesias y su hermano de logia perro Sánchez la doña rogelia con botox yolandita…