Occidente usa formas de persecución a los cristianos muy parecidas a las del régimen chino
Comenzamos esta crónica sobre cristianos perseguidos recogiendo las declaraciones de Bob Fu, presidente de ChinaAid, organización no gubernamental con sede en EEUU.
A su juicio, las naciones occidentales están usando las mismas tácticas para perseguir a los cristianos que utiliza el Partido Comunista de China, recogió Infocatólica de Fox News.
Y puso como ejemplo a EEUU: «Las similitudes son muy, muy sorprendentes entre la forma comunista china de persecución y la forma izquierdista estadounidense de restricción e incluso discriminación».
Fu, chino nacionalizado estadounidense, dijo que algunas de las tácticas utilizadas para reprimir a las iglesias durante la pandemia, tanto en Estados Unidos como en otros países occidentales, a veces estaban sacadas directamente del «libro de estilo comunista chino». «Vi al gobernador de California básicamente prescribir y ordenar a la iglesia que cerrara y decir no sólo cuándo pueden celebrar el culto, sino cómo. Las formas en que amenazó con castigar a esas iglesias y pastores a veces eran, palabra por palabra, exactamente las mismas que el PCCh utiliza contra las iglesias chinas».
Fu también señaló cómo el ex alcalde demócrata de Los Ángeles, Eric Garcetti, amenazó con cortar los servicios públicos a los hogares y empresas que desafiaran las restricciones del COVID-19 de California. «¿Adivinan qué? Esa es exactamente la misma táctica, palabra por palabra, que el Partido Comunista ha emitido a lo largo de los años contra las iglesias».
Asimismo, recordó cómo se ha tratado a los pastores en Canadá durante los últimos años como un ejemplo particularmente atroz de las tácticas de estilo chino que se utilizan para reprimir a las iglesias en una democracia occidental, y añadió que el país ha estado participando en una «persecución pasiva y activa» contra las iglesias. «Ante la cámara, la policía invadió una iglesia durante la adoración del domingo, expulsó a todos los creyentes, alejó al pastor del edificio de la iglesia y luego cerró toda la iglesia».
Puso otro ejemplo: el pastor Derek Reimer de Calgary fue arrestado dos veces en las últimas semanas por protestar contra la lectura de cuentos de hadas por drag queens para niños en bibliotecas públicas.
Artur Pawlowski, otro pastor de Calgary que fue encarcelado repetidamente por mantener abierta su iglesia durante la pandemia, le dijo a Fox News Digital que los arrestos de Reimer indican que las autoridades son anticristianas y están comenzando a hacer cumplir la ideología usando las mismas tácticas que usaron para hacer cumplir las leyes de Protocolos COVID-19.
Fu añadió que la represión de la libertad de expresión por parte de las grandes tecnológicas en Estados Unidos también es una tendencia que ha presenciado en China, donde las publicaciones de su organización han sido eliminadas de Facebook.
Nos vamos a Nigeria, donde desde el año 2006 hasta 2023, un total de 53 sacerdotes han sido secuestrados, 12 atacados y 16 asesinados. Y en diecisiete años, 81 sacerdotes en dicho país han sido víctimas de atentados, según cifras comunicadas a la Agencia Fides por la Conferencia Episcopal de Nigeria.
La plaga de los secuestros de sacerdotes y religiosos en Nigeria se conoce desde hace tiempo y forma parte de un fenómeno más extenso de secuestros que tienen como objetivo, entre otros, a extranjeros, hombres de negocios, políticos, funcionarios del gobierno, diplomáticos y gobernantes tradicionales, pero también a ciudadanos de a pie, incluidos estudiantes y escolares, que a menudo son víctimas de secuestros masivos.
El norte de Nigeria es la zona donde el problema de los secuestros está vinculado desde hace tiempo a la presencia de formaciones terroristas, empezando por Boko Haram, de cuyas escisiones han surgido otros grupos, el más importante de los cuales es el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP). Pero en los últimos años el fenómeno se ha extendido a distintas partes de Nigeria, incluido el sur, donde la lacra de los secuestros está entrelazada con reivindicaciones secesionistas.
En todos los casos, no es fácil distinguir entre secuestros cometidos por formaciones terroristas o por grupos criminales que sólo buscan un beneficio económico. En realidad, los terroristas y los bandidos tienen modus operandi similares. Los terroristas atacan las aldeas saqueando propiedades, buscando alimentos y ganado, y secuestran a civiles; los bandidos comunes cometen acciones similares, pero no las reivindican abiertamente por motivos ideológicos.
Los delincuentes incluso irrumpen en instituciones religiosas y matan y secuestran a su antojo. Las cosas están muy complicadas, pero no nos rendiremos
Y en Haití, existe preocupación en la iglesia por la oleada de secuestros de sacerdotes. Con el país invadido por bandas armadas, nadie se siente seguro en ninguna parte y ni siquiera la Iglesia se ha librado de esta ola de violencia, informa la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
“Todos, de una u otra manera, somos víctimas de esta situación, también ha habido casos de secuestros en la Iglesia”, dice la Hna. Marjorie Boursiquot, que destaca el caso de la religiosa italiana Luisa Dell’Orto de las Hermanitas del Evangelio, asesinada en junio del año pasado durante un robo en Puerto Príncipe. “Era una religiosa que realmente lo dio todo durante veinte años de servicio a los niños pobres de uno de los suburbios de la capital. Su muerte supuso un shock para todos nosotros”.
La Hna. Marjorie informa de que “muchas parroquias de las zonas más anárquicas han tenido que cerrar sus puertas por las amenazas de criminales”, y añade que, a veces, “los delincuentes incluso irrumpen en instituciones religiosas y matan y secuestran a su antojo. Las cosas están muy complicadas, pero no nos rendiremos”.
También se produjo el secuestro del P. Jean-Yves, pocas semanas después de que otro sacerdote –-el camerunés P. Antoine Christian Noah-– lograra escapar ileso de los criminales que lo mantuvieron en cautividad durante diez días. Este sacerdote claretiano, de 33 años de edad, fue capturado cuando regresaba a Haití el 7 de febrero de un retiro en la República Dominicana. Según afirma, consiguió escapar al más puro estilo hollywoodiense haciendo un agujero en el tejado de la casa en la que lo tenían retenido. El intento de fuga tuvo éxito y, tras ponerse a salvo, el sacerdote fue trasladado a otro país.
En cuanto a sus días en cautividad, el P. Fausto Cruz Rosa, superior de los claretianos, asegura que el P. Jean-Yves “nunca tuvo miedo porque rezaba a su patrón”, san Antonio de Padua, y al Inmaculado Corazón de María. “Es un hombre de oración, muy espiritual y muy sereno”. Los secuestradores se sorprendieron de cómo un sacerdote podía soportar el cautiverio, porque a lo largo de diez días sólo le dieron de comer cuatro veces y un poco de agua”, añade el responsable de los claretianos en Haití.