Restar
Alejandro Descalzo.- Este Frente Popular que padecemos se está resquebrajando de un modo tan evidente y bochornoso que como poco da risa. Si comparamos este batiburrillo de sinvergüenzas con el que sufrimos tras las elecciones de febrero del 36, habría que observar unas variadas diferencias entre ambas formaciones.
El nivel político de aquellos era infinitamente superior a la cuadra de cabestros analfabetos que conforman este monstruo hecho de pedazos de una sustancia que se descompone por días con ese hedor que desprenden las bestias muertas y agusanadas y eso es una muy buena noticia para este pueblo arruinado, laminado y también, es justo decirlo, cómplice de este conglomerado de ideologías de izquierdas en las que prima con un maquillaje insolente y obsceno el posicionamiento personal de cada analfabeto que lo compone en cada lista electoral ideada para el robo y el latrocinio descarado e insolente. El Frente Popular del 36, acabó a tiros entre ellos y corriendo para escapar de lo que ellos habían provocado entre vergüenza, crimen, robo y todo tipo de desmanes.
Estos del desgobierno actual, se tiran los trastos a la cabeza porque son a dos meses de unas elecciones municipales y autonómicas, y a unos pocos meses más de unas generales, unos cadáveres puestos de pie luchando por mantener su sueldo, sus privilegios y su nivel de vida logrado hace cuatro vergonzosos años y aupados por un golpe de Estado a una derecha infumable que se dejó echar del gobierno por un PSOE y una falseada e ilegal moción de censura que les valió para asaltar el poder y arrasarlo todo. Después vendrían los pactos con todos los enemigos de España y con los criminales de ETA, que no habiéndose visto en otra igual y de la mano de los golpistas catalanes y de los porreros del 15M, asintieron entrando en pactos que obligarían al Partido Socialista a pasar por el aro de todos sus caprichos e incluso dando cuerda a políticas y enjuagues contra ellos mismos, pero es lo que pasa cuando el socio es peor y sostiene a un jefe de papel y ambición de poder.
Es entonces, con este panorama, y contra toda lógica de estos desgarramantas de continuar sobreviviendo y cobrando sus sueldos, cuando sale la fea comunista con nariz de tucán y se cree lideresa indiscutible para alejada de sus antiguos camaradas de «chollo» y nómina ondear la bandera roja del espanto y en su caso de la risa floja. Esta insensata y descerebrada pájara comunista, que se hacía fotos delante de carteles del psicópata del Che, cuando aún era una pobre militante de IU y un poco antes de convertirse en una nacionalista gallega desaforada, ahora dinamita la extrema izquierda y crea un partido, o lo que sea, con lo mejor de cada casa. Un batiburrillo apoyado por gentes como la Colau, a la que en la puesta de largo del engendro felicitó por su gestión en Barcelona. Vamos para echarse a llorar. También estaban en el acto camaradas de sueldos y prebendas como la MEMA y el tonto de Garzón, no confundir con el juez prevaricador, y como en todo acto que se precie tampoco faltó la parte de la cultura esta fue representada por la maricona de Jorge Javier Vázquez. Con estos mimbres, aunque la «cosa» se llame Sumar, hasta se han equivocado en el nombre, deberían meditar mejor y más sosegadamente otras opciones más afortunadas. ¿Sumar? No. Llamarlo mejor «Restar» que así seguro que acertáis.