Las consecuencias de la venta de 18 lanzamisiles a Marruecos: “Un salto cualitativo”
El martes el Departamento de Estado aprobó la venta a Marruecos de 18 HIMARS, Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, equipados con misiles tácticos ATACMS (con un alcance de 300 kilómetros) y bombas aladas JSOW AGM154C, cuya efectividad se ha probado en los últimos meses en territorio ucraniano. Así, la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa ya entregó el pasado martes la certificación requerida, notificando a su vez al Congreso, según un comunicado de prensa emitido el mismo día.
No saquemos conclusiones exageradas, pero conviene echar un ojo a esta noticia que no podemos perder de vista. Estados Unidos rearma a Marruecos con el sistema antimisiles HIMARS. El más avanzado del mundo. Rabat ha pagado 600 millones de dólares por 18 lanzamisiles, que están siendo claves en la guerra de Ucrania.
Más allá del sistema HIMARS y los lanzamisiles, a esto hay que unir los blindados Abrams ya adquiridos y los aviones caza adquiridos por Marruecos y que anunciarán en breve. Pero, ¿qué consecuencias va a tener todo esto?
¿Qué va a hacer Marruecos con los HIMARS? Según su gobierno, hacer frente a las amenazas actuales y futuras y controlar sus fronteras. Lógico. Marruecos da un salto muy cualitativo en el ránking de potencias militares en el Mediterráneo. Pensando en Argelia y en el Sahel. Y es que las tensiones entre Argelia y Rabat son más que palpables en los últimos meses, empezando por el cruce de declaraciones tras la decisión de España de ceder hacia la postura de Marruecos respecto al Sáhara, algo que Argel no tomó de buen grado.
Otra otra clave, Israel. La cooperación militar y energética entre Marruecos e Israel. No sólo Marruecos firma contratos y acuerdos energéticos, estratégicos militares con Estados Unidos, también con Israel.
Tan solo pensemos en un hecho: Marruecos se rearma hasta los dientes.