Ya no se cantan himnos a la patria
Ya no se cantan himnos a la patria;
de aquella plenitud, sólo nostalgia:
la hipérbole sencilla,
el soldado en olor de multitud
que engrandeció la historia de Castilla,
su mito, su leyenda y su virtud.
Ya no se canta como se cantaba
con el orgullo alzado en la mirada.
¿Dentro está el enemigo?
¿Sabemos todo sobre los felones,
aquellos que con rostro de mendigo
adiestran el cerebro de emociones?
Ya no se entona la epopeya en verso,
con el patrón del noble caballero.
Si se enmudece el canto
alentador de soldados audaces,
dirán que nuestra historia fue un espanto
algunos agoreros lenguaraces.