La Guardia Civil debe ser disuelta
Por Francisco Bendala Ayuso.- Así de claro. Y que conste que Franco estuvo a un tris de hacerlo, lo que impidió Camilo Alonso Vega quien, de todas formas, no cejó hasta hacer de ella lo que nunca debió dejar de ser, lo que ha durado hasta hace… porque desde entonces la Guardia Civil, despacito, pero sin parar, ha llegado en nuestros días a no ser ni la sombra de lo que fue; y no sólo por causas externas, sino más y peor aún por propias internas.
Hay que disolver la Malamérita no sólo por su declive como institución, su cada vez mayor ineficacia, desvarío y corrupción, de todo lo cual, sobre todo de lo último, venimos conociendo tan sólo la punta del iceberg. Sino también porque en el paroxismo del deshonor se dedica a homenajear a traidores tan evidentes como fue el caso del coronel Antonio Escobar Huertas, fusilado en 1940 tras el oportuno consejo de guerra celebrado, por supuesto, con todas las garantías procesales habidas y por haber, que lo declaró culpable de “rebelión militar”.
El coronel Escobar era el segundo de la Guardia Civil de Barcelona el 18 de julio de 1936. Tras permanecer, junto con su jefe, el general Aranguren, a la expectativa, y a pesar de saber que muchos de sus guardias estaban por alzarse, cuando vio que las turbas se hacían con las calles, entonces, y sólo entonces, se llegó al mando de 500 guardias a la Plaza de la Universidad donde los sublevados se defendían ya malamente, los cuales, al verle llegar, cesaron el fuego y comenzaron a lanzar gritos de alegría y de bienvenida creyendo que por fin la Guardia Civil se les unía. El comandante Gibert de la Cuesta, que era el mando más caracterizado de ellos, se adelantó a saludar al Coronel quien, sin embargo, al llegar a su altura, le inquirió con mal gesto –y gran sorpresa por parte del comandante– sobre “…los motivos por los que permanecía allí con aquellas fuerzas…”. Aprovechando la estupefacción de Gibert, Escobar le propinó un fortísimo golpe en el estómago con la empuñadura de su bastón de mando derribándole al suelo, generando una situación de confusión entre los sublevados de tal calibre que facilitó que en breves minutos todos ellos fueran desarmados y detenidos, terminando así el alzamiento en Barcelona. Tras ello, Escobar no dudó en ponerse a las órdenes de Companys, de colaborar activa o pasivamente con el terror que el separatista impuso en Cataluña, así como en alcanzar el grado de General dirigiendo a las tropas frentepopulistas (que no republicanas) en diversos frentes, hasta que, al final de la guerra, se rindió en Ciudad Real al general. Yagüe. Eso sí, hay que reconocerle el gesto de renunciar a huir.
Para los que no lo saben, es muy importante que tengan claro de una vez por todas lo siguiente: a) los alzados lo hicieron no en contra de la República, como ahora se dice, sino como consta reiteradamente sólo y únicamente en contra del gobierno del Frente Popular ilegal e ilegítimo por haberse hecho con el poder gracias al pucherazo electoral de Febrero de 1936, b) también ilegal por amparar los crímenes de toda clase desde ese día hasta el 18 de Julio, c) el alzamiento –que fue tanto civil como militar– lo fue conforme a las leyes de la República en vigor en 1936 –y todavía durante décadas después– empezando por la proclamación pública del “estado de guerra”, la Ley de Orden Publicó (1933), la Ley Constitutiva del Ejército (1878), el Código de Justicia Militar (1890), el Código Penal de la Marina de Guerra (1888) y el Reglamento del Servicio de Campaña (1882), repito todas en vigor y por ello todas republicanas, las cuales, por contra, vulneró Escobar al no alzarse convirtiéndose por tanto en reo de “rebelión militar”, así como también en traidor a España porque la parte en la que combatió quedó sometida a los dirigentes españoles lacayos de los soviéticos que dominaron en ella siguiendo órdenes de Moscú, de Stalin y de la Internacional Comunista, o sea de una potencia extranjera; también, y por ello, cómplice asimismo de los crímenes terribles que cometieron durante la guerra. Por último, el hoy tan pretendido catolicismo de Escobar no fue tal, porque un católico que lo fuera de verdad entonces –como ahora y siempre–, jamás pondría, como él hizo, una vela al Diablo que por sus hechos conocemos que eran los frentepopulistas.
En el homenaje que se le ha rendido en Montjuic, lo peor no ha sido el motivo que se alegó “se mantuvo fiel a la República… luchó por una España mejor, constitucional y democrática… hombre de honor, honrado e íntegro” (¿?) al más puro y burdo estilo marxista y frentepopulista que hoy, como siempre, nos pretende confundir con sus falacias –sólo lo logran con los tontos–, ni que estuviera presente la nueva directora de la Guardia Civil y otras autoridades que por su reconocida ideología es lógico –y que con ello nos dan la razón aún más si cabe–, sino la presencia en el acto de un piquete de guardia civiles, de un coronel de dicho Cuerpo y de otro del Ejército todos los cuales confundiendo obediencia y disciplina con sumisión, y neutralidad con inhibición, se deshonraron para siempre, al tiempo que deshonraron a sus respectivas instituciones… aún más, que ya es decir.
Con dicho homenaje, la actual Guardia Civil ha escupido sobre los que con sus heroicos actos y entrega hasta de la vida sí fueron hombres de honor, honrados e íntegros, fieles a la ley y al orden, luchadores por una España unida, en paz, justa y próspera, y que con su entrega salvaron a España de su sovietización y de la corrupción que hoy la anega, y que demostraron poseer, y en grado sumo, el valor que no tuvo Escobar, como por ejemplo, y entre muchos, los que durante la revolución de Octubre del 34 cayeron vilmente asesinados por las turbas revolucionarias, el capitán Santiago Cortés, los guardias defensores del Alcázar de Toledo, los que combatieron el bandolerismo que asoló España durante los años 40 y 50, los que dieron su vida víctimas de cobardes terroristas etarras, del GRAPO o del FRAP, y de todos aquellos que desde su fundación hasta ahora demostraron saber y ser de verdad guardias civiles.
Por mi parte les confieso que desde hace muchos años cuando veo a un guardia civil, me cruzo de acera; cuando entra en el bar en el que estoy, pago inmediatamente y me voy; cuando tuve una avería en el coche, rechacé de plano su intento de socorrerme; cuando paso por obligación por delante de alguna de sus instalaciones, miro para otro lado; cuando alguno por circunstancias me ha venido a saludar, me he negado a ello; cuando en una ocasión unos me denunciaron, no sólo les gané el juicio, sino que al salir les reté a vernos a solas de lo que ninguno de ellos fue capaz.
No dudo que haya guardias civiles honrados y patriotas –mi reconocimiento y respeto– pero, aún así, hay que disolver la Guardia Civil, la Malamérita, no queda otra, porque ya no es lo que dice ser, sino todo lo contrario, y porque su pretendido honor ni se divisa ni parece que se vaya a divisar jamás.
Yo era de las que tenía un pelín idealizada a la GC, pero ahora ya sólo veo un grupo de mercenarios del poder, como todos los funcionarios de la socialvulgocracia, duros con el débil y blandos con el fuerte, que además se dedica a fabricar coartadas y pruebas falsas para proteger a los más monstruosos criminales, como los de Alcácer, los asesinos de Tomás Gimeno, los buitres pirómanos, los farsantes de la dictadura sanitaria o los genocidas de los avioncitos.
Por mí pueden irse por el desagüe junto, o mejor antes, que el resto de instituciones podridas.
La Guadria Civil no es corrupta los que son corruptos son sus mandos que ponen los politicos, luego los corruptos son los polticos
Lo de los garbanzos negros está muy bien, ya nos conocemos el cuento. Sólo unos pocos parecemos entender cómo la corrupción jode todo el potaje.
Los que tuiteaban cómo habían detenido a un señor por ir a ver su huerto en la plandemia para coaccionarnos y atemorizarnos no eran los mandos. Y lo de “seguir órdenes” ya no cuela.
Nido de corrupción,España y los picoletos,y la gente de tardeo y mucha subnormalidad en sus vidas…
Pero en honor a la verdad aun no siendo lo que fue, en los tiempos del General Camilo Alonso Vega, aun es mas eficaz que muchas otras Españolas..En España no funciona nada, salvo 5 empresarios que nos dan de comer, están saliendo a porrillo. Claro solo hay burocracia y empleo publico. Deuda y deuda y mas deuda. Para mantener un capricho de estado. Claro las empresas importantes no quieren asentarse en paises con deuda y que no tienen con que pagar. Franco deuda O..y Octava potencia mundial caminando hacia el séptimo..Con la MINIMA.. presencia de estado,450.000.funcionaros y eficacia, ahora en… Leer más »
Ni a Franco ni a muchos generales franquistas le gustaba la GC..FRANCO la disolvió durante un mes y medio..Recibió presiones del ala monarquica.Puso al mejor general.. Camilo Alonso Vega, hizo de un club de funcionarios UNA MAQUINA..Al moris Franco,volvieron a ser los mismos. Los chicos del Duque de Ahumada…nada. Mentiras y AUTOBOMBO..multiplicando por 3 la plantilla.
Por un perro que maté, me llamaron mataperros.
Esta es la razón por la que España nunca avanza, hay demasiado odio, revanchismo y sobre todo, cuentas pendientes con el vecino. La guerra civil sigue vigente señores,¿Cuantas generaciones de españoles serán necesarias para superarla?
Buen articulo, y de gran verdad, sobre la Guardia Civil que ya no es lo de antes, Parece que a sus jefes, ya no les importa que Eta y otros terroristas hayan asesinado a muchos G.C. e incluso hoy hay G.C. que están con este mal gobierno que es socio de los Bildu etas, que se alegraban cuando era asesinado un GC. En este articulo yo añadiría que un hijo de ese traidor Coronel Escobar, fue falangista y murió en el frente durante la guerra, mientras su padre se unía a los rojo separatistas. Que triste, que se enfrentan en… Leer más »
En Alameda , llevamos 40 años de expolio arqueológico y asesinatos. A mis padres los asesinaron y a mi no me dejan vivir , por tener la desgracia de haber restos arqueológicos en nuestros olivos. El oro de los romanos ha comprado el silencio y la connivencia de todo un pueblo y de quienes deberían investigar estos crímenes. Llevo interpuestas cerca de 30 denuncias por delitos de todo tipo contra mi persona y la GC me impide interponer denuncias , para que no se puedan investigar estos crímenes. El oro de los romanos está manchado con la sangre de mis… Leer más »
Son la Guardia del Poder. Que se quiten YA lo de “civil”.
mejor disuelta, para lo que hace, no ha tenido los… de defender a la sociedad antes esta mier… de gobierno, por eso ojala se disuelva
La G.C como el resto de los cuerpos, son agentes de la subversión y el desorden al servicio de la revolución bolivariana de 1978. De cualquier manera, y a pesar de la espectacular decadencia del cuerpo, la Guardia Civil todavía está a años luz de la policía nacional, cuerpo este último que ya rezuma un bolivarianismo y una sumisión al servicio de la subversión ya rampantes. El tema de los agentes estos locales de ay-untamiento que ahora resulta que son también policía ya da para un capítulo aparte. Donde yo resido estos agentes municipales de regulación de tráfico y ordenanzas… Leer más »
Cuando hace falta guita de la buena, me los echan a la carretera, y a pegar hachazos a diestro siniestro.
El resultado es que vas de Málaga a Sevilla y a la vuelta puede ser que traigas una deuda de mas de 20 carnet de conducir. Y la casa y los dineros los salvas, si los tienes a nombre de otra persona, si no, te vas debajo de un puente…….
Es. Lamentable leer estas líneas NO OPINO NADA POR QUE NO SE A FONDO nada del asunto aquí tratado espero informarme en los comentarios
No puedo estar de acuerdo. En el lodazal moral actual de la sociedad española, la Benemérita es la institución menos mala, por mucho que haya algunos de sus miembros que no estén a la altura. Destruirlo todo no arregla nada.
Muy pobre eso de que “la Benemérita es la Institución menos mala”.
Porque lo que ha de hacer es demostrar que la excelencia (honor, lealtad, honradez) es su prioridad manteniéndose impoluta siempre.
Y esto quiere decir no anteponer absolutamente nada a su compromiso de proteger en el más amplio sentido de tal palabra a la ciudadania, que es la que da sentido a su existencia.