El Pentágono no sabe cuántos documentos fueron filtrados
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, ordenó revisar en un plazo de 45 días el tratamiento que se ha dado a los documentos clasificados del Gobierno, al tiempo que el Pentágono sigue investigando la filtración, tratando de “comprender su alcance y escala”, declaró este lunes la vicesecretaria de prensa del Departamento de Defensa de EE.UU., Sabrina Singh.
El subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad dirigirá, en coordinación con el director de Información y el director de Administración y Gestión, “una revisión exhaustiva de la seguridad, los programas, las políticas y los procedimientos del Departamento de Defensa”. “En un plazo de 45 días, el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad presentará al secretario las conclusiones y recomendaciones iniciales para mejorar las políticas y los procedimientos del Departamento relacionados con la protección de la información clasificada”, destacó Singh.
La funcionaria también señaló que “la investigación revelará más documentos que han sido publicados previamente”, y agregó que el Departamento de Defensa de EE.UU. sigue intentando “comprender el alcance y la escala” de la filtración, puesto que el número específico de documentos filtrados identificados aún no ha sido revelado. Singh no respondió a otra gran cantidad de preguntas, afirmando que el Departamento de Justicia estaba realizando la investigación.
Los documentos filtrados
El Departamento de Defensa de EE.UU. inició la investigación sobre la filtración en las redes sociales de materiales clasificados en los inicios de abril. Los documentos en cuestión, que datan de principios de marzo, constan de fotografías, gráficos de entregas anticipadas de armas y número de efectivos de tropas y batallones, entre otros planes, informan las fuentes.
Los materiales fueron presuntamente elaborados por el Pentágono, o por varias agencias especializadas de EE.UU. Su contenido se centra en asuntos como las pérdidas aproximadas de Ucrania y Rusia desde el estallido del conflicto, las armas y los equipos que Kiev necesitaría en el futuro, el calendario de entregas por parte de Washington y la OTAN, el número de efectivos y material bélico en diferentes frentes y las capacidades de la defensa antiaérea ucraniana, así como el desarrollo del conflicto en general.
Entre otros temas a los que se refieren los documentos, está el espionaje de Washington a Corea del Sur e Israel, los medios emprendidos para lograr que las autoridades israelíes opten por enviar ayuda militar a Kiev y los posibles escenarios de la conducta política de China.