PP y Vox, la misma derecha baboseante, acobardada, idiotizada, negligente y ridícula
AR.- Reivindicar la historia es una exigencia clave para regenerar la democracia y fortalecer España. Sin la nueva sociedad creada por el franquismo, tras derrotar a totalitarios y secesionistas, no habría sido posible ninguna democracia, y es el antifranquismo el que precisamente la está destruyendo. Es preciso también elaborar un discurso claro, no en defensa de Franco y su régimen, sino de la verdad sobre el mismo, destacando sobre todo las causas de su advenimiento, entre ellas la historia criminal del Frente Popular.
De entrada es imperativo subrayar la cobardía y los múltiples complejos ideológicos de la derecha en su conjunto con ocasión de la profanación de los restos de José Antonio, asesinado por el Frente Popular tras un juicio trufado de ilegalidades. Fue la izquierda la que parió una ley de Memoria histórica que dejó incólume la traición de Rajoy y que continuaron sus sucesores: Casado y Feijoo. Sin embargo, es la actitud vergonzante de Vox la que ha sobrepasado ya todos los límites. Abascal no digamos, pero Ortega Smith y Buxadé, dos facciosos de pro, se han comportado como verdaderos perrillos falderos. El uno prácticamente silente, y el segundo tan timorato y monjil que podría haberse cubierto la cabeza con una toca. Esa es una de tantas pruebas de que los 9000 euros mensuales del europarlamento y la moqueta del escaño convierten a cualquier gallo de pelea en un pollo capón.
¿Por qué ni un solo dirigente del PP ni de Vox han hecho mención alguna a la profanación de una de las primeras víctimas del guerracivilismo frentepopulista? ¿Por qué no han exigido, en justa reciprocidad, la prohibición de símbolos comunistas en los espacios públicos, tal y como aprobó el Parlamento Europeo?
El problema es cómo calla toda la derecha, baboseante, acobardada, acomplejada, servil, lobotomizada, idiotizada, negligente y ridícula. ¡Esto es un combate cultural, imbéciles! No se trata solo de defender a Franco ni a José Antonio, sino de evitar que nos terminen imponiendo la exaltación de los golpistas en Asturias, de los crímenes de ETA, de los que asesinaron a destajo en las checas y colgaban pancartas en favor de Stalin. ¡Ya basta de callar! ¡Nuestro silencio es su victoria!
Guste o no a estos canallas, en la España de mi niñez las personas vivían con alegría, les ilusionaban las cosas que hoy son despreciadas, a las patologías se las llamaban por su nombre, había una frontera natural entre el bien y el mal, la fealdad y la belleza, lo falso y lo verdadero, lo grotesco y lo sublime… Todo lo que se percibía alrededor era un alto compromiso moral. Los niños éramos felices, a salvo de psicólogos infantiles y de la fétida influencia del adoctrinamiento ideológico que hoy sufren los futuros votantes. La seguridad en el ambiente se trasladaba a los hogares. Los españoles eran ya padres y madres a los veintipocos años. Eso obligaba a que el instinto de la responsabilidad tomase el control de sus vidas. Las familias estaban unidas, los viejos formaban parte del cálido paisaje de los hogares, la fatuidad y el postureo no tenían cabida en aquella España de gente tan aferrada a los fundamentos. Los programas televisivos eran didácticos y buscaban el sano entretenimiento. Se aprovechaba cualquier ocasión para estar juntos y disfrutar de una existencia entrañable y sencilla, al resguardo de gente tan infecta como la que cabildea en instituciones y tertulias. Qué paradójico que más de cuarenta años después de aquel oasis de salud moral y de prosperidad general, unos políticos sin alma pretendan que abjuremos de aquel periodo de nuestras vidas, en nombre de lo que ellos llaman la memoria histórica. Como el que reivindica los grilletes para hacernos libres. Quieren convencerme que el universo que impregnó de vida y de luz mi niñez, se construyó sobre corrompidos materiales morales.
En 1975 España no era una republica popular empobrecida y hambrienta, sino un auténtico milagro, y esto resulta esencial. En solo 25 años, nuestra nación experimentaría el mayor crecimiento económico y social en cuatro siglos. De un país básicamente subdesarrollado había a pasado al tener el décimo PIB mundial, hoy el decimocuarto. De una renta per cápita en 1950 equivalente al 45% de la de los nueves países centrales de Europa que en 1975 constituían la Comunidad Económica Europea, al 83%, el mayor grado de convergencia con la Europa rica jamás alcanzado desde el siglo XVI, hoy en el 71%. De una industria que en 1950 representaba el 12% del PIB, al 36% en 1975, y hoy hundida al 15% con una estructura productiva tercermundista de enchufados públicos, especuladores y camareros.
¿Nos encarcelarán por decir que.la Seguridad Social no la creó Felipe González, sino Franco? ¿O que las cientos de miles de viviendas sociales para la clase obrera, a las que se les arrancan las chapas para ocultar su origen, no las hizo Sánchez y sí Francisco Franco? A qué castigo ejemplar nos someterán por decir que fue también obra de la España de Franco la creación de la sanidad pública universal y que todos los grandes hospitales públicos estaban construidos en 1975, y que Franco murió en uno de ellos. O la creación de la pensión de jubilación, y también de la de viudedad, así como el establecimiento de la edad obligatoria de jubilación y del salario mínimo interprofesional. O la creación de las escuelas de Formación Profesional y las Universidades Populares. O la construcción de todos los pantanos que existen hoy en España. O que el régimen de Franco nos convirtió en una potencia turística, para lo que se precisaban excelentes infraestructuras viarias, buenas comunicaciones aéreas, buenas carreteras, buenos hoteles y un clima general de seguridad.
¿Nos encarcelarán por decir que PP y Vox, tanto monta, son una verdadera mierda?
Para los ilusos que todavía creen en VOX: ¿Pero algún día os daréis cuenta de que son todos lo mismo y trabajan para los mismos amos? ¿Os pensáis de verdad que VOX es diferente? No me lo puedo creer a estas alturas de la película.
Entonces, cual es la alternativa? A quien votamos en las próximas elecciones?. Esta claro que no se trata de blanco o negro, sino de una banda de grises.
Quien controla el dinero le da igual quien gobierna. Quien controla el recuento le da igual lo que se vote. Si INDRA y el CIS y la mayor parte de las empresas demoscópicas que hacen las encuestas están controladas por Sánchez, ten por seguro que la PSOETA va a salir muy poco afectada y van a dejarlo todo muy bien atado. No van a dejar que nada se les escape. Son muchos intereses globalistas en juego. El PP de Feijóo será el vencedor de las siguientes elecciones sin que la aportación de VOX pueda mejorar algo, todo estudiado para que… Leer más »
Opino igual.
Vox era el partido contestatario, el que iba a presentar la batalla cultural.
Jajaja, y JA.
La pasta se la llevan muy bien pero ¡ay amigo! a la hora de la verdad solo saben llorar porque les increpan en las mesas informativas
partido que no vale para naaaaaaadaaaaaaaaaaaa
Votar? A estas alturas creo que sólo los estómagos agradecidos madrugan un domingo para echar las papelinas como si les fuese la vida en ello, cuando es bien sabido que todo va a seguir igual…
Saludos.
mira si son idiotas los de vox que para las municipales presentan el mismo programa electoral en toda españa, solo cambiando el nombre del pueblo en custion
son GANDULES como ninguno,,, claro con abascalito al frente y su manada de subnormales aplaudiendole no dan para mas