Don Antonio Alcázar, el niño de la peineta
Lo de Vox en toda España es un despropósito, sin afiliados suficientes para completar las listas municipales en todas las localidades, han debido recurrir a amigos, familiares de y paracaidistas de última hora.
Pero ya en Málaga, el despropósito se convierte en esperpento, entre el llanto y una enorme risa de pitorreo. Don Antonio Alcázar, el niño de la peineta, aquel que, resguardado por unos antidisturbios, salía a saludar a los manifestantes de la Antigestora haciendo una bonita peseta, o también conocida como peineta, ha sido designado candidato a la Alcaldía de Málaga (posiblemente el sociólogo se perdió las clases de protocolo público).
Hace un año decíamos que don Antonio sería alcaldable, y nos decían que no tendría ese honor un tío que a la salida de un almuerzo de confraternidad legionaria, se encaraba con algunos asistentes; sin embargo, seguir a la diputada nacional por calles y mercados ha tenido su premio, para desgracia de los escasos afiliados y muchos desilusionados por el cobarde de Amurrio.
Si no tienes nada que decir, lo mejor es el silencio, y si no tienes ni un solo candidato de valía en Málaga y su provincia, lo mejor es no presentarse, evitar el ridículo y la vergüenza, aunque para eso hay que tenerla.