Texas enviará «miles de inmigrantes» a Nueva York, Chicago y otras ciudades demócratas
En la frontera sur de Estados Unidos espera una multitud a que expire la vigencia del llamado Título 42, una norma impuesta por Trump que limitaba la entrada de inmigrante con la excusa de la pandemia. Hablamos de una invasión superior en número a la de soldados rusos en territorio ucraniano, cuyo primer impacto se dejará notar en los estados fronterizos, muchos de ellos republicanos, y no en las ciudades santuario que han establecido los demócratas en el norte.
Pero Greg Abbott, gobernador republicano de Texas, no está dispuesto a que los demócratas se queden sin su parte de un pastel que tan asiduamente reclaman, y piensa enviar tantas remesas de recién llegados en esa dirección como pueda. ¿Queréis arroz? Pues aquí tenéis unas cuantas tazas.
Abbott ha puesto como no digan dueñas al presidente Joe Biden por no actuar mientras los estados fronterizos con México se preparan para el fin de la política federal que ha permitido la expulsión rápida de inmigrantes de los Estados Unidos desde 2021.
Al otro lado de la raya, la situación es apocalíptica: la frontera se ha visto invadida por 81.000 personas que intentan cruzar a los Estados Unidos en los últimos diez días.
«Con la administración de Biden finalizando el Título 42 este jueves, el presidente Biden está dando una bienvenida a las personas de todo el mundo, diciendo que la frontera de los Estados Unidos está abierta de par en par y dará lugar a que una cantidad increíble de personas crucen la frontera ilegalmente», dijo Abbott a los periodistas durante una conferencia de prensa el lunes, cuando miembros de la Guardia Nacional de Texas fueron desplegados en la frontera entre Estados Unidos y México.
Para Abbott, la expiración del Título 42, introducido durante la pandemia como una medida de salud pública, «provocará una catástrofe sin precedentes en los Estados Unidos». Se calcula que intentarán entrar en el país hasta 13.000 inmigrantes diarios, lo que supondría alcanzar en un solo año los 4,74 millones, una población superior a la de Chicago.
«Miles ya han sido transportados», señaló Abbott, refiriéndose a su programa estatal de autobuses que ha enviado inmigrantes a la ciudad de Nueva York, Chicago, Filadelfia y Washington DC. «Muchos miles más serán transportados en autobús en los próximos días debido a la afluencia masiva de inmigrantes ilegales».
Ciudades críticas como Brownsville y El Paso, en Texas, dos de los cruces más concurridos en las últimas semanas, llevan días de preparativos antes de la fecha fatal, el próximo jueves. 16.000 migrantes esperan para cruzar a San Diego desde Tijuana, mientras que hasta 35.000 esperan en Ciudad Juárez de México para cruzar a El Paso. Brownsville, El Paso y Laredo han declarado el estado de emergencia.