El Polisario no nació para el terrorismo, sino para luchar contra el colonialismo español, y ayudar a la reunificación territorial de Marruecos. Las continuas contradicciones de España con respecto al Sáhara, terminó con la paciencia del Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, verdadero nombre del movimiento, en que, a la vista está, no aparece ni el nombre “Sáhara”, y ni mucho menos se hace referencia a ninguna supuesta “República, sino Liberación, ¿de qué? del colonialismo español, no de Marruecos. Valla esto por delante.

Fueron expulsados del territorio por la administración española y huyeron a la recién inventada Mauritania, quien los recibió bajo promesa de no realizar ningún movimiento armado. Ese fue el momento en el que, un oscuro y poco fiable siempre, al que la propia policía de España en su ficha policial lo tenía catalogado como “Chivato”, y aficionado a las “jóvenes” y “mujeres de los demás”.

El elemento, conocido como alias “Bhahim Ghali” hizo honor a los informes policiales españoles; dio, traicionando a sus propios compañeros, un golpe de mano. Asesinó a todo el que se puso en su contra. Tomo el poder del movimiento con ayuda de Argelia, y desde ese mismo momento, el movimiento bajo su mando teledirigido desde Argel fue utilizada por los intereses argelino contra el Reino de Marruecos.

En ese mismo instante comenzaron a recibir entrenamiento en Argelia, donde ya lo hacían los terroristas de ETA, refugiaban al separatista canario Antonio Cubillo, y a bandas terroristas europeas como las “Brigate Rosse” italiana, o la alemana “Baader-Meinhof”, lo mejorcito de cada casa, todos amamantados por Argelia. Entrenamiento que poco tardaron en poner en práctica.

Atacaron y asesinaron sin piedad, a indefensos e inocentes pescadores canarios causando la muerte de muchos de ellos, a inocentes e indefensos trabajadores de las minas de fosfatos de Fosbucraá. Del mismo también hubo gallegos, vascos y andaluces. Decenas de españoles, alrededor de unos 300, fueron asesinados, heridos o secuestrados en los 70 y los 80 por miembros del Frente Polisario en la antigua colonia española.

No pararon ahí. Durante 50 años, bajo las órdenes directas de alias “Brahim Ghali” han secuestrado a saharauis autóctonos marroquíes, asesinado a opositores, torturas interminables en cárceles dignas de mazmorras, violación de niñas y mujeres de forma caprichosa según los gustos del jefe Ghali.

50 años de terror, sufrimientos, pobreza extrema; de utilización de niñas como esclavas sexuales, y los niños utilizados para la milicia, entrenados para asesinar. 50 años de vergüenza para la humanidad. 50 años de impunidad protegidos por los intereses argelinos y teledirigidos desde dónde todos sabemos ya de sobra.

50 años que los dirigentes del Polisario y sus familias viven como dioses en Europa malversando las ayudas humanitarias para los campos, mientras las personas secuestradas pasan hambre y todo tipo de falta de asistencia médica más primaria y poca o nulo acceso a la educación.

50 años son muchos, y hora es de terminar de una vez con esta banda de asesinos depravados e inmorales, junto a todos aquellos que los apoyan.