Estaban los ánimos muy caldeados, por tratarse de un derbi y porque la derrota del Espanyol le comportaba un descenso más que probable. Pero una parte de la afición perica respondió a la provocación de los jugadores del Barcelona. Quedaban diez minutos para las once de la noche cuando, tras el pitido final los jugadores del Barcelona celebraban el título de Liga en el centro del terreno de juego del RCDE Stadium bailando una sardana, se produjo una invasión de campo.

Trataban de aguantar los miembros de seguridad las vallas limítrofes con la Grada Canito, ubicada en el Gol de Cornellà, hasta que los aficionados que trataban de irrumpir sobre el césped eran tantos que los esfuerzos fueron inútiles. Y fue tal la masa de individuos que invadió el campo que los jugadores del Barça tuvieron que meterse a toda carrera a los vestuarios y que, también a toda prisa, decenas de miembros de la Brigada Mòbil de los Mossos d’Esquadra se interpusieron en el camino de los seguidores. Allí se encontraban dispuestos, al tratarse de un partido catalogado de Alto Riesgo.

La situación se alargó unos minutos, hasta el punto de que los Mossos tuvieron que echar mano de la megafonía del RCDE Stadium. “Les habla la policía: abandonen el estadio o se hará uso de la fuerza”. Siguió la tirantez, porque las decenas de invasores se mantenían en el césped, ya con proclamas hacia su propio club como “directiva, dimisión”, hasta que tras un segundo aviso por megafonía finalmente regresaron a sus localidades para abandonar el recinto. Unos hechos que sin duda acarrerarán consecuencias al Espanyol.

La tensión no se acabó una vez que los agentes antidisturbios de la Policía Nacional formaron un tapón humano en el túnel de acceso a vestuarios. Diversos aficionados consiguieron sortear el cordón de seguridad que se empezaba a configurar para acabar introduciéndose en el túnel. Allí llegaron a encararse con jugadores del Barcelona, según ESPN.

Concretamente Sergio Busquets, que, visiblemente enfadado, la tomó a gritos con los aficionados mientras era sujetado por miembros de seguridad del Espanyol. Instantes después se le unieron Marcos Alonso y Ferran Torres. El incidente, por fortuna, no llegó a mayores.

El Espanyol condena los hechos

Tras estos sucesos el club ha emitido un comunicado en el que ha lamentado “los hechos aislados” y ha mostrado “su rechazo tajante a cualquier tipo de violencia”.

Comunicado íntegro:

El RCD Espanyol lamenta los hechos aislados sucedidos al final del partido disputado en nuestro estadio.

Como pericos, nos duele la derrota, pero nunca aceptaremos la violencia, por más residual que sea.

Por otro lado, queremos agradecer a todos los pericos y pericas que nos han alentado hoy y durante toda la temporada a pesar de los resultados deportivos.

Como hemos hecho siempre, el RCD Espanyol muestra su rechazo tajante a cualquier tipo de violencia en el mundo del fútbol y usará todos los recursos a nuestra disposición para erradicarla, mostrando, como siempre, una total colaboración con las Fuerzas de Seguridad en lo que requieran.