El personal sanitario que no quiso vacunarse contra la covid-19 podrá regresar a partir de este lunes a sus puestos de trabajo en Francia, tras casi dos años suspendidos por negarse a ponerse la inyección durante la pandemia.

El Gobierno francés publicó el domingo un decreto levantando la obligación de la vacunación contra el coronavirus y permitiendo la reincorporación del personal de la salud que está sin inmunizar a sus anteriores puestos de trabajo o equivalentes. París se guarda, sin embargo, la posibilidad de volver a imponer la obligatoriedad de esta vacuna, si hay una nueva ola de covid.

2,7 millones de afectados

El Ejecutivo obligó en agosto de 2021 a médicos, enfermeras, bomberos, trabajadores de residencias de ancianos, asistentes a domicilio y personal de ambulancias a ponerse la vacuna contra la covid-19 si querían seguir ejerciendo su profesión. La medida afectó a unos 2,7 millones de franceses.

El ministro de Sanidad, François Braun, calcula que hay unos 3.000 profesionales sanitarios que no han recibido el antídoto, aunque reconoció que es difícil conocer la cifra exacta.

Por ahora, los sanitarios franceses solo están obligados a vacunarse contra la difteria, el tétanos, la hepatitis B y la poliomielitis para poder trabajar.

Desde que comenzó la pandemia hace tres años, 166.970 personas han muerto en Francia, según cifras de Santé Publique France. El 60,5 por ciento de la población tiene su pauta completa de vacuna y una dosis extra de refuerzo.