Pedro Ignacio Altamirano.- Este sábado 20 de mayo vinos con pavor como un caza F-18 Ejército del Aire y del Espacio de España, se estrellaba desde muy baja altura en su base de Zaragoza. Sólo la pericia del joven pero experimentado piloto, y la siempre oportuna intervención de la Virgen de Loreto, evito una tragedia mayor y salvo su vida, no sin heridas.

El F-18 es un magnífico avión, quizás el mejor de todos los tiempos, pero que llegó a España en el lejano 1986, por lo que está mucho más al límite de su vida operativa, gracias a la labor de los técnicos de las maestranzas de mantenimiento, que hacen milagros a diario para mantenerlos en vuelo, no sin más imaginación que medios.

Un avión que ya debiera estar sustituido por el más moderno y necesario F-35, tanto en la versión A para el arma aérea como la versión B de despegue y aterrizaje vertical para sustituir a los también más que veteranos AV-8B Harrier II Plus – 9ª Escuadrilla Aeronaves. ¿Por qué no se han sustituido ya y se juega, a diario, con la vida de nuestros pilotos?.

Dos respuestas para ello. La principal es la endémica falta de medios destinados a la Defensa española que no ha parado de perder capacidades desde principios de la década de los 80. Nunca se aportaron los fondos necesarios, no para ampliar capacidades, sino para su mantenimiento, cuestión que se extiende a los tres ejércitos. Por otro lado la nefasta dirección política, siempre mirando más por los intereses empresariales y de “colocar amiguetes” en las empresas de armamento, que en las necesidades operativas de la Defensa.

Me atrevo a decir que el mayor enemigo que tiene la Defensa aérea española se llama AIRBUS, donde son decenas de políticos enchufados cobrando diez veces más que cualquier militar de alta graduación, y muchísimo más que el joven piloto accidentado en un avión como el F-18 que hace al menos una década debiera estar en un museo.

La muestra la tenemos en Canarias, donde los F-18 que allí operan son verdaderos ataúdes con alas, a los que ya los “eurochurros” como son conocidos los aviones de AIRBUS Eurofighter, un magnífico avión sin duda, pero que no son los que la defensa necesitan hoy, cierto que es muy bueno y cumplen con la misión del doble origen de los aviones, no es bueno tener todo los aviones del mismo fabricante, por el mismo fácil principio del no poner todos los huevos en la misma cesta, pero la necesidad defensiva de las canarias necesita del avanzado F-35. La Política con Defensa mandan más Eurofighter, cuando la Política de Defensa debiera enviar F-35.

Pero el problema no sólo está en los F-18, las reliquias volante para entrenamiento y viejo y mítico F-5M -Freedom Fighter- con base en Talavera de la Real (Badajoz) comenzaron a prestar servicio en el lejano 1970, sí leen bien, en 1970. No ya al borde de su operatividad, sino que ya se ha llevado por delante la vida de demasiados profesores y alumnos, una indecencia intolerable. Lo peor que no hay remplazo a la vista. Para los políticos españoles la vida de los pilotos no tiene coste, así que pensaran que sale más barato pagar pensiones a las viudas que comprar aviones nuevos.

Pero estos dos modelos, son sólo una pincelada, del desastre en el que se encuentran la mayoría de las unidades, y lo lejos que están de tener los medios necesarios más adecuados por la cumplir con la labor que se le exige.

Pediría a todos los políticos en ejercicio que, por favor, deje de hacer política con la defensa mirando intereses comerciales, comisionables, enchufables, amiguismos y comiencen a hacer una verdadera “Política de Defensa” comprando lo que el ejército necesita para su plenas capacidades operativas.

PD. En otro momento escribiremos sobre el verdadero “cachondeo” que se traen con los helicópteros… es para nota alta en sinvergonzonería