Mustafá Aberchán, líder de Coalición por Melilla, fue condenado a dos años de cárcel por la compra de votos por correo en las elecciones al Senado de 2008
Mustafá Aberchán ha sido de todo en la política de la ciudad autónoma desde que fundase Coalición por Melilla (CpM) en 1995, aunque antes había militado ya en las Juventudes Socialistas. Su formación, que se declara de confesión musulmana y de ideología socialista, formó parte de Izquierda Unida entre 2008 y 2013.
Cirujano de profesión, ocupó la Consejería de Medio Ambiente entre agosto de 1998 y mayo de 1999. En las elecciones autonómicas de ese año su partido quedó en segundo lugar tras el Grupo Independiente Liberal (GIL), que fue sometido a un cordón sanitario al que Aberchán no quiso sumarse. Como recompensa, el partido de Jesús Gil le sirvió la presidencia de la ciudad autónoma en bandeja. Solo duró un año en el cargo. Una moción de censura le apeó del poder en favor de Juan José Imbroda, quien gobernaría Melilla hasta 2019, primero bajo las siglas de Unión del Pueblo Melillense y después del Partido Popular.
Aberchán se cobró su venganza dos décadas después de la moción de censura. Imbroda perdió la mayoría absoluta y dependía del apoyo de Vox y de Eduardo de Castro, único diputado de Ciudadanos. El líder de Coalición por Melilla pactó en secreto con el representante del partido liberal y le brindó la presidencia.
No es la primera vez que la sombra del fraude por el voto se cierne. En febrero de 2021 el Tribunal Supremo confirmó la condena de dos años de cárcel y otros tantos de inhabilitación al líder de Coalición por Melilla por la compra de votos por correo en las elecciones al Senado de 2008, lo que le ha impedido presentarse de nuevo a estos comicios. También fue juzgado por enfrentarse en 2013 a las fuerzas de seguridad para proteger a un grupo de inmigrantes irregulares que tras saltar la valla se concentró en torno a su domicilio. Aberchán ofreció refugió a los inmigrantes en su propiedad y no permitió el acceso de la Guardia Civil hasta que obtuvo el compromiso de que no serían devueltos en caliente. En esta ocasión fue absuelto del delito de desobediencia.
Desde CpM se tachó ayer las detenciones como una persecución política y se insistió en paralizar las elecciones. “Todo el mundo en Melilla sabe quien está comprando votos”, denunció la candidata de la formación, Dunia Almansouri. No dio nombres, aunque deslizó responsabilidades tanto hacia el PSOE como al PP. La dirigente de CpM denunció que hubo periodistas que sabían de los arrestos dos horas antes de producirse. Junto a Almansouri compareció el consejero detenido. Mohamed Ahmed Al-Lal ha tenido que entregar su pasaporte y el teléfono móvil. “Nos han llevado a comisaría y luego sin explicarnos nada nos han puesto en libertad”, resumió.
Y a este sujeto se le permite seguir en política? Ahhhh claro que amigo del PSOE
Lo que es inadmisible es que un partido marroquí islamista se presente a las elecciones en España. Esto es el resultado de las reuniones del jefe del Estado y de nuestros políticos con el sátrapa marroquí.