Santiago Abascal, el carnero de Vox
Tiene razón Santiago Abascal cuando dice que a todo partido llegan arribistas vividores y oportunistas. Lo que no dice es que precisamente esos arribistas sinvergüenzas, poco preparados y desleales, son quienes manejan el partido en las provincias y los que se han encargado, no de expulsar a los que más valían, sino dejar de cobrarles la cuota.
Tal y como me dijo el concejal de Fuengirola, responsable de organización en Málaga, en alusión a unos militantes críticos con su labor: “Con no cobrarle tres meses, lo pongo fuera”.
Santiago Abascal ha cometido el más execrable de los delitos: ha jugado con la ilusión de miles de españoles, una traición al patriotismo y una deslealtad demostrada con gente de bien, que lo único que buscaba era lo mejor para España.
Se le llenó la boca de España, supo ver y aprovechar el nicho de mercado que le ofrecían decenas de miles de patriotas huérfanos de un partido contundente y que quisiera el bien de nuestra patria. Algunos se lo tragaron. Yo entre ellos.
Pero pagadas las deudas y adquirido el casoplón de un millón de euros, solo ha quedado un partido lleno de gestoras, unas promesas vanas y vacías y un perjurio que espero Dios se lo cobre.
Fan del ejército pero sin hacer la mili; contra la agenda 2030 pero apoyando a la OTAN; guiños a los antivacunas pero defendiendo la vacuna obligatoria para todos los niños españoles; críticas a las banderas arcoiris en los espacios públicos, pero ni una palabra en contra de las bodas de varios concejales de Vox con personas del mismo sexo; eslóganes efectistas como “los españoles primero”, pero primero mi casa de un millón de euros; trabajo para todos, pero ni un año cotizado en la empresa privada. Se veía venir la estafa que hoy ya resulta escandalosa..
Así que, querido Santi, tienes un rebaño de ovejas negras donde solo tú ejerces de carnero.
*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas