Una cadena de dimisiones internas agrieta Podemos en pleno pulso con Díaz y sus socios
La presión interna por los pésimos resultados del 28-A crece de manera exponencial sobre el liderazgo de Ione Belarra en Podemos. Ocurre, además, en pleno proceso negociador con Yolanda Díaz y sus socios de Sumar cuando tan solo restan siete días para que expire el plazo para oficializar las coaliciones en el registro de partidos del Ministerio del Interior.
El último golpe a la dirección nacional de Podemos llegó ayer desde Baleares. Su Consejo de Coordinación -equivalente a la ejecutiva del partido a nivel autonómico- anunció su dimisión en bloque tras el descalabró del domingo. Las renuncias en el archipiélago llegaron precedidas de las declaraciones de Juan Pedro Yllanes, vicepresidente en funciones de las islas.. El juez, que fue uno de los fichajes estrella de Pablo Iglesias para las generales de 2016 y que renunció a juzgar el mediático ‘Caso Nóos’ para dar el salto a la política, asegura no comprender que dirigentes de la formación como Lilith Verstrynge, Pablo Echenique o la propia Belarra permanezcan aún en política. El magistrado urge a la dirección morada a integrarse en Sumar. De no hacerlo, vaticina, Podemos desaparecerá del mapa. A Yllanes, cabeza de cartel de los morados en 2019 se le considera ahora desde la dirección de Podemos como “un verso suelto”, además de un reconocido ‘errejonista’.
Antes, el miércoles diez de los 36 miembros del Consejo Ciudadano de Castilla-La Mancha renunciaron a sus puestos después de que Podemos se haya quedado por segunda vez consecutiva fuera de la asamblea regional. Los dimisionarios justifican su decisión “en los malos resultados electorales, unidos a la falta de voluntad política para llegar a acuerdos con otras fuerzas y la egolatría del actual coordinador autonómico”, José Luis García Gascón.
El secretario de Organización de Podemos en Canarias, César Merino, también ha renunciado a su cargo al considerar que “hay que ser generosos en la victoria y valientes en la derrota”.
Pese al cúmulo de asunción de responsabilidades, Echenique trató ayer de quitar hierro a la cadena de renuncias y a través de las redes sociales afirmó que los consejeros que han dimitido en Castilla-La Mancha ya renunciaron de sus responsabilidades orgánicas en febrero de 2021 y que se han mantenido hasta ahora dentro del partido a modo de corriente crítica. Respecto a la crisis interna en las Islas Baleares, el portavoz en el Congreso defendió que, lejos de una dimisión, se trata de un gesto de generosidad al poner sus cargos a disposición del partido. En las islas la coalición de izquierdas liderada por el PSOE perdió el Gobierno a manos de PP y Vox, mientras que Podemos bajo de seis diputados a tan solo uno en la cámara autonómica.
Los integrantes de otras direcciones regionales como la de Euskadi o Cantabria han rechazado por el momento dimisiones al estar el partido a las puertas de las generales, si bien la federación vasca ha puesto especial énfasis en alcanzar, de una vez por todas y como defiende desde hace meses, un acuerdo con Díaz.
Mientras el aparato de Podemos se desangra internamente, Sumar se mantiene firme en sus condiciones para que Belarra y los suyos se incorporen a su plataforma electoral. El problema para ambas partes es que, tras meses de cruces de declaraciones, ahora el tiempo se agota. Tal y como establece la legislación, una vez convocadas elecciones -Pedro Sánchez lo hizo el pasado lunes- las coaliciones deberán ser registradas en los próximos diez días. Este plazo alcanza hasta el 9 de junio. De solventarse el primer escollo, vendrá la segunda parte y a la vez la más conflictiva: la presentación de las listas electorales. La decisión sobre quién figurará en un puesto u otro debe quedar finiquitada para el 19 de junio.
La de las listas es una pelea a la que se ha sumado Compromís, otro gran derrotado el 28-M. La formación valenciana aseguró desde un inicio su incorporación a Sumar. Eso sí, exigen ahora los primeros puestos de salida de cara a las generales en Valencia, Alicante y Castellón. Tres posibles diputados como mínimo en caso del éxito de Sumar, pero que choca con el único escaño que obtuvieron en 2019. Unos y otros juegan sus cartas en medio de un mutismo absoluto sobre el transcurso de las conversaciones y que se debe no solo a un secretismo pactado, sino también a los análisis que cada partido de la izquierda está llevando a cabo de puertas adentro para tratar de comprender el fracaso del 28-M.