No, el mercado laboral no va bien
El Gobierno ha salido muy contento a valorar los datos del mercado laboral en el mes de mayo. La afiliación a la Seguridad Social subió en 200.400 personas, el paro bajó en 49.260 y se registraron 9.500 más autónomos. El “pequeño” problema es que las tres cifras son muy inferiores a las registradas en mayo del año pasado, excepto la de trabajadores por cuenta propia que subió ligeramente, aunque es el menor aumento en 10 años. Pero, hay más. Si tomamos la referencia de los datos desestacionalizados, como le gustaba a Escrivá ofrecernos los datos, la creación de empleo se reduce hasta los 47.883 y el desempleo subiría en 12.000 personas.
Si lo que miramos es la contratación, la decepción es aún mayor en mayo. Se registraron 1,4 millones de contratos, lo que significa una caída del 14% con relación al mismo mes de 2022. Y la acumulada en los cinco primeros meses de este año nada menos que un 20,93%. Además, los contratos indefinidos apenas representan el 44% del total con un descenso del 14,45% respecto a mayo del año pasado, lo que significa una clara desaceleración. También hay que considerar que de los indefinidos firmados apenas el 40% han sido a tiempo completo, un 22,37% a tiempo parcial y un 37,5 bajo la modalidad de fijos discontinuos. Y una cifra para la reflexión: cada afiliado a la Seguridad Social ha firmado de media 28,6 contratos. La temporalidad se llama ahora de otra forma, pero sigue siendo temporalidad.
De hecho, un estudio publicado esta semana por Fedea señala que la reforma laboral de Yolanda Díaz y de todo el Gobierno, claro, maquilla la temporalidad. Otro jarro de agua fría llegó un mes más de la OCDE y de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea. España encabeza el paro general y el paro juvenil. Países con crecimientos de la economía menores o incluso en recesión como Alemania tienen cifras de paro mucho menores. El país germano, por ejemplo, anota una tasa de paro del 2,9%. El Gobierno debería dejar la euforia, el maquillaje y decir a los ciudadanos la verdad sobre lo que esconden las cifras del mercado laboral. El empleo se ha troceado y los contratos cada vez duran menos. Amén de no contabilizar como parados a los fijos discontinuos que dejan de trabajar, aunque estén cobrando la prestación por desempleo, contabilizar a los otros no ocupados que son más de 200.000, con disposición limitada, 312.000 e incluso a los más de 11.000 que aún siguen en ERTE a finales de mayo.