“Le Figaro” se pregunta si Francia se asoma a una guerra civil ante el caos callejero por la muerte de Naël
LR.- Francia se asoma al abismo con graves algaradas y caos callejero. La muerte del adolescente Naël, de 17 años, disparado por un policía a bocajarro cuando se saltó un control policial en Nanterre, a las afueras de París, ha provocado una gran ola de indignación y protestas en las calles de las principales ciudades del país. Las autoridades están preocupadas e incluso un periódico como “Le Figaro” se atreve a plantear si la muerte de este joven de origen africano “precipitará a Francia a un clima de guerra civil”.
A diferencia del día anterior, cuando los enfrentamientos entre policías y jóvenes encapuchados se circunscribieron a la ciudad de Nanterre, la violencia se extendió la noche del miércoles al jueves por toda Francia, desde Roubaix a Niza pasando por los suburbios de Lyon y, por supuesto, la región parisina. El ayuntamiento de Mons-en-Baroeul (Norte), cerca de Lille, fue incendiado. En Lille, en el norte de Francia, el ayuntamiento y la comisaría municipal quedaron completamente destruidos, según afirmó el alcalde de esta localidad de 23.000 habitantes, Rudy Elegeest. Otros alborotadores asaltaron con lanzaderas de fuegos artificiales la caseta de entrada de la prisión de Fresnes, cerca de París.
“La situación es particularmente tensa en varias partes del territorio”, admitió una fuente del gobierno “poco acostumbrada a declaraciones tan pesimistas”. La segunda noche de disturbios se saldó con 150 personas arrestadas, según anunció el ministro del Interior, Gérald Darmanin. “Una noche de violencia intolerable contra los símbolos de la República: ayuntamientos, escuelas y comisarías incendiados o atacados. 150 personas detenidas”, escribió escuetamente esta mañana en su cuenta de Twitter Darmanin. El presidente Emmanuel Macron convocó este jueves a una reunión de urgencia de la Unidad Interministerial de Crisis (CIC) en el Ministerio del Interior en respuesta a los hechos de violencia.
La situación se volvió espeparticularmente tensa en la capital de Hauts-de-Seine, que ya fue escenario de enfrentamientos entre los residentes y la policía anoche. Más de una docena de autos y botes de basura fueron incendiados y se colocaron barreras en la vía, señalaron periodistas de la AFP.
La muerte del joven Naël por los disparos de un policía que alegó haber utilizado su arma en legítima defensa -una versión desmentida por las imágenes en vídeo del suceso- ya había generado disturbios la noche anterior en la que hubo una treintena de detenidos, una cuarentena de vehículos incendiados y 24 policías heridos.
En su mensaje por Twitter, el ministro del Interior francés pidió “apoyo para los policías, gendarmes y bomberos que se enfrentaron valientemente al ataque” de los autores de los altercados, y se quejó de quienes están azuzándolos. “Vergüenza para quienes no llamaron a la calma”, agregó.
El miércoles, tras la primera noche de incidentes violentos, concentrados sobre todo en Nanterre y otras ciudades del extrarradio de París, el presidente francés, Emmanuel Macron, y varios miembros de su gabinete hicieron llamamientos a la calma y expresaron su solidaridad con la familia del Naël, al subrayar que su muerte es “inexplicable e inexcusable”.
Naël, un joven negro que el martes por la mañana conducía sin permiso un Mercedes deportivo amarillo de alquiler por las calles de Nanterre, fue detenido por una pareja de motoristas de la Policía, uno de los cuales, según se ve en un vídeo grabado por un testigo, le dispara a bocajarro por la ventanilla del conductor en cuanto el joven arranca el vehículo para huir, aunque no amenazaba la integridad de ninguno de los dos agentes. En el vehículo viajaban otros dos pasajeros. Uno se encuentra en paradero desconocido; el otro, también menor de edad, fue detenido.
El debate en Francia sobre el uso de armas por parte de la policía ha vuelto a primer plana. Una ley aprobada en 2017 define las circunstancias en las que policía y gendarmería pueden hacer uso de sus armas para enfrentar episodios en la calle. La norma sostiene que las armas solo pueden ser utilizadas “en caso de absoluta necesidad y de manera estrictamente proporcionada”.
La familia de Naël asegura que no hubo provocación por parte del menor y que se trata claramente de un caso de abuso policial.
Eso no sería una guerra civil, sería una guerra contra los invasores y los traidores descerebrados de izmierda que se creen que los moronegros no terminarán cortandoles el cuello también.
Sería la Tercera Guerra. A saber si el policía que disparó no era agente de los illuminati como el que en Minneapolis sirvió para justificar el levantamiento de los Black Life Matter o el que en Túnez sirvió para justificar la Primavera Árabe. somos demasiado tontos como para pensar de por libre y el enemigo se aprovecha
Las barbas del vecino las están pelando…Y aquí con la baba colgando