Alea jacta est
Los españoles deciden hoy mantener el actual gobierno y sus políticas o un cambio de rumbo. Llegamos hasta aquí muy cansados de una larga campaña precedida de unas elecciones autonómicas y municipales. Pero, nos jugamos mucho y lo demuestra un hecho que reflejan las encuestas y es que, a pesar de ser pleno verano, la participación rondará el 70%. Hay muchas cosas que valorar hoy a la hora de votar. Desde la gestión de la pandemia, pasando por la pérdida de poder adquisitivo, el aumento de la deuda pública, el mercado laboral, las ayudas que no llegan, la desastrosa administración de los fondos europeos, la invasión de las instituciones, en la mayoría de los casos con una experiencia cuestionable, reformas como la sedición o la malversación, los indultos a golpistas, una Ley de Vivienda que destroza el mercado y consagra la okupación o la pésima dirección de los distintos organismos del Estado como la Seguridad Social o el SEPE, inaccesibles para la mayoría de los ciudadanos.
También en esta última semana hemos asistido a una batería de amonestaciones y desmentidos al gobierno por parte de la Unión Europea sobre asuntos diversos como el peaje en las autovías que han dejado muy mal a Pedro Sánchez o a Nadia Calviño a propósito del apoyo de los ministros de Economía europeos.
Aún así lo peor es la situación en que se encuentran millones de españoles que no pueden llegar a fin de mes, soportando una inflación del 15% desde que Sánchez gobierna. También que seamos el país en que los salarios han sufrido mayor pérdida de poder adquisitivo y sigamos de farolillo rojo en materia de paro. La situación es mala y puede empeorar. La eurozona está estancada económicamente y son nuestros principales compradores, mientras cae la facturación de la industria y las empresas en general, han desaparecido más de 20.000 comercios, la creación de empleo sigue ralentizada como demuestran los avances de datos de la primera quincena de julio o la venta de viviendas que ha caído a plomo. Si el sector exterior ha sido imprescindible para el aumento del PIB ¿qué sucederá en los próximos meses?
En todo caso, las dificultades que se va a encontrar quien gobierne España los próximos años van a ser enormes. Volverán las reglas fiscales, el déficit y la deuda presionarán aún más y no parece que la inflación vaya a desaparecer en un tiempo corto. Las previsiones son de crecimiento económico pobre. Habrá que recortar mucho gasto improductivo y aprovechar bien los fondos europeos. Todo un reto para ¿Sánchez o Feijóo?