El escenario surgido tras las pasadas elecciones del pasado 23 de julio no es ajeno para los ciudadanos. La posibilidad de una repetición de los comicios como consecuencia del bloqueo ante la falta de apoyos de los dos principales partidos, PP y PSOE, lleva a que muchos españoles no solo valoren las diferentes opciones que se abren a la hora de formar Gobierno, sino también a que se replanteen su voto. Porque la mayoría considera que un conglomerado de siglas, como las que confía en sumar el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, dejaría un país prácticamente ingobernable. Y, de hecho, más de la mitad preferiría volver a votar antes que dejar el Gobierno del país en manos de los independentistas, con el prófugo Carles Puigdemont como cabeza más visible. Es lo que se desprende de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN realizada la última semana de julio, que desvela que la mayoría de los españoles lo que piden es estabilidad.

No quieren depender de las fuerzas independentistas, de ahí que haya un 56,4% de electores que en cierto modo vería con buenos ojos la repetición electoral si es para evitar con ella que el Ejecutivo esté hipotecado con Junts o ERC al tener que ceder a sus exigencias para darle su apoyo al PSOE.

De hecho, entre los votantes socialistas, el 31,8% no dudaría en volver a las urnas por este motivo, frente al 68,2% que no lo considera necesario. Porcentajes que se disparan en el caso de los votantes del PP, pues un 87,1% repetiría los comicios. En el caso de quienes apoyaron a la formación de Santiago Abascal, el 100% volvería a votar. Solo el 12,5% de los que votaron a la coalición de Yolanda Díaz apoyaría nuevas elecciones.

En el otro extremo, el 37,4% de los españoles no ve con buenos ojos una nueva cita con las urnas a finales de año y aceptaría ese Gobierno de Sánchez con los independentistas antes de tener que pasar de nuevo por el colegio electoral a finales de año.

Y es que, aunque ninguno de los dos aspirantes lo tiene nada fácil, los socialistas son los que más posibilidades tendrían de elevar a su candidato de nuevo a la Presidencia del Gobierno, aunque para eso necesiten del «sí» de Junts tras el recuento del voto del exterior. Y eso es lo que rechaza también una mayoría de españoles, el 59,1%, que no aceptaría que el líder del PSOE sea investido con los siete votos de la formación de Carles Puigdemont. En frente, uno de cada tres encuestados (33,1%) no lo vería con malos ojos. Por votantes, el 54,5% de los del PSOE y el 96,3% de los morados lo aceptarían sin problema. Ninguno de PP o Vox.

Porque tampoco aceptan los españoles el precio que han puesto los independentistas para facilitar la investidura de Sánchez, como el referéndum o la amnistía. El 68,7 % pide al líder del PSOE que no ceda, mientras que uno de cada cuatro (26,4%) le insta a ceder a cambio del apoyo de ERC y Junts. Más de la mitad de los votantes socialistas, el 54,5%, no aceptaría el chantaje separatista, mientras que el 29,5% sí. Aquí, de nuevo, el total de quienes votaron a Vox y al PP rechaza el chantaje.

Por ello, más de la mitad de los ciudadanos (un 51,7%) cree necesario modificar la ley electoral para evitar la dependencia de estas formaciones, algo que, por el contrario, rechaza uno de cada cuatro españoles (25,4%). Y un 22,9% no se pronuncia. A favor de un cambio legal: el 27,3% de votantes, socialistas, el 83,9% de populares, el 95% de los de Abascal y el 6,3% de los de Sumar. Los que más dudan de su conveniencia son los votantes del PSOE (un 40,9%).

Eso sí, en el caso de que el presidente del Gobierno en funciones cediese y finalmente lograse todos los apoyos que necesita para mantenerse en La Moncloa, la mayoría de los españoles considera que España sería ingobernable con tantos partidos y sus diferentes sensibilidades y exigencias. El 58,4% tiene claro que sería un caos, mientras que algo más de uno de cada tres encuestados (35,6%) no cree que suponga un problema un nuevo «Gobierno Frankenstein».

De nuevo, el electorado fiel al PSOE asegura en su mayoría (63,6%) que sería gobernable, aunque hay un 27,3% que piensa lo contrario. Y aparece un llamativo 3,2 por ciento de electores del PP que duda.

Eso sí, en el espectro ideológico opuesto, también son mayoría, un 58% los que no verían bien que la gobernabilidad de España dependa de la formación liderada por Santiago Abascal, frente a un 38,4% que no lo vería mal. Únicamente un 54,8% de los votantes populares lo aceptaría, junto a la práctica totalidad de los de Vox y un escaso 4,5% de los que votaron al PSOE.

Así que, ante el mayoritario rechazo a estas opciones que se plantean, ¿qué opinan los ciudadanos sobre un hipotético pacto PP-PSOE para no tener hipotecas? Pues las opiniones aquí están bastante enfrentadas y ninguna alcanza la mitad del electorado: mientras un 43,2% de los encuestados lo aprobaría, un 48,6% lo rechazaría. Eso sí, entre los votantes de ambos partidos, las respuestas varían mucho más. Así, el 36,4% de los socialistas lo aceptaría, frente al 67,7% de los que apoyaron a los populares. Solo uno de cada cuatro votantes del PP (25,8%) lo rechazaría, porcentaje que asciende al 63,6 en el caso de electores del PSOE. Unos datos que muestran cómo el mensaje de la dirección socialista de aislar al PP y frenar cualquier pacto con ellos, como el de Ceuta esta misma semana, cala también entre su electorado.

Un resultado, y también podría decirse que las cifras, que se repite cuando se pregunta a los ciudadanos quién consideran que debería ser, con los resultados del 23J en la mano, el presidente del Gobierno. Gana Feijóo por la mínima con un 48,7% de electores que apoyarían su Presidencia, pero muy cerca se sitúa Sánchez, a quien ven de nuevo en La Moncloa el 43 por ciento de los ciudadanos.

Y, como es lógico, sus respectivos votantes son los que más apoyan a sus candidatos, aunque también aquí hay datos llamativos. Por un lado, el 93,5% de quienes votaron a Feijóo tienen claro que él ha de ser el jefe del Ejecutivo, mientras que un 6,5% de ellos tiene dudas. Y en el lado socialista, el 86,4% de los fieles de Sánchez le apoyarían para continuar al frente del Gobierno, mientras que un 13,6% considera que debe ser el líder del PP el que asuma ese puesto.