Hace año y medio, siendo yo coordinador de Vox en Mijas, un fulano, al que no conocía de nada, tuvo la osadía de instarme a no leer Alerta Digital, según él un panfleto, ni a mantener relación alguna con su director.

Reconozco que me indignó bastante el atrevimiento de esta persona: tanto mis lecturas como mis amigos los elijo yo y nadie más.

A toro pasado, Alerta Digital lo clavó. Vox ha resultado ser la estafa ideológica que desde el minuto uno ya nos advertía don Armando Robles. Alerta Digital nunca nos engañó, fuimos nosotros los que preferimos adecuar la realidad a nuestros deseos; no quisimos desprendernos de la venda que teníamos en los ojos. Al final, todo lo que anunciaba Alerta Digital que iba a pasar con Vox, ha terminado pasando.

A los que nos encandiló este partido estafa, no nos alegra ver cómo la ilusión desaparece, cómo los mejores se van y cómo el futuro huele a Ciudadanos.

Hay quienes, como Iván Espinosa de los Monteros, tienen un trabajo al que volver, no así el de Amurrio, que no tiene un solo mes cotizado fuera de la mamandurria política.

No voy a negar que no me da pena que algunos de los máximos responsables provinciales de la desgracia de Vox tengan que volver a sus despachos sin clientes, a sus trapicheos o a seguir viviendo del cuento, como mi amigo linterna Verde de Tejada; tampoco me da pena si se le estropearon los oscuros planes inmobiliarios a algunos candidatos a las municipales de este año en la provincia de Málaga.

Cuanto menos dure este proyecto fraudulento, más posibilidades hay de que aparezca una alternativa honrada, patriótica y decente de derechas.

Es un honor y un orgullo contar con la amistad de don Armando Robles, y también colaborar en destapar la estafa verde en este oasis de libertad y de compromiso ético con España que es Alerta Digital.