España supera a Países Bajos en la prórroga (2-1) y jugará la semifinal del Mundial de fútbol femenino
Esta selección española ya es eterna. En medio de una Guerra Civil abierta por la revuelta de las quince, con bajas significativas producto de la misma, se ha metido en las semifinales del Mundial de fútbol femenino tras apear a Países Bajos (2-1), última subcampeona del mundo y campeona de Europa en el 2017. Un gol de Salma Paralluelo en la segunda parte de la prórroga lo hizo posible. El encuentro de la penúltima ronda será el próximo martes 15 de agosto, a las diez de la mañana (La 1), y su rival será Suecia o Japón, que juegan también este viernes (9.30 horas).
Jorge Vilda repitió el planteamiento del encuentro contra Suiza, con Alexia en el banquillo, Jenni Hermoso de interior y Esther arriba. Solo introdujo un matiz. Salma, una de las mejores en octavos de final, fue sustituida por Mariona Caldentey, una jugadora más experta, con un perfil más trabajador y más combinativo, pero menos física y vertical.
Esther González y Alba Redondo firmaron dos escarceos en los primeros cinco minutos que avisaron a las neerlandesas del potencial español. Pero fue la atacante alicantina la que firmaría la mejor acción de la primera mitad en el minuto 17 con un doble lanzamiento al palo. Mariona se sacó de la chistera un gran centro, la jugadora del Levante remató de cabeza, Van Domselaar desvió el balón a la madera y la propia Alba, forzada, conectó nuevamente con el esférico tirándose al suelo, que volvió a repeler el mismo soporte de la portería. La acción acabó incluso en el VAR, ya que tras el segundo rechace la pelota golpeó en la mano de Van der Gragt, pero la zaguera tenía el brazo apoyado en el suelo y no había nada punible.
Sí que entró el tanto de Esther, en el minuto 37, pero la colegiada lo anuló por fuera de juego. Fue tras una gran jugada por el costado izquierdo de Ona Batlle, una de las destacadas del duelo. Gran control orientado de la lateral, centro exquisito hacia Alba Redondo, pero el pase de la alicantina hacia Esther, en boca de gol, estaba en situación irregular.
España se fue al descanso muy cómoda y con la sensación de ser superior a su adversario, pero el problema era que el marcador seguía registrando el empate sin goles.
Segunda parte, con susto
Esther volvió a avisar a los pocos segundos de la reanudación, con un fuerte latigazo desde fuera del área que se marchó rozando el palo. Países Bajos estaba a merced de España, pero pudo adelantarse en el marcador en una acción aislada, un balón largo hacia Lineth Beerensteyn, que la colegiada señaló en primera instancia como penalti por un presunto derribo de Irene Paredes (62). Hubo contacto, demasiado ligero, y el VAR forzó a que la árbitra francesa a revisar la acción, que finalmente quedó en nada.
El videoarbitraje fue decisivo. Y no solo ya por las mencionadas acciones. A doce minutos del final, un centro de Salma, que había sustituido a Alba Redondo, golpeó en la mano de Van der Gragt, esta vez con el brazo en posición antinatural. Stéphanie Frappart, errática durante todo el partido, no lo vio en primera instancia y tuvo que ser avisada desde la sala para que viera la jugada y señalase la pena máxima. Mariona Caldentey, con suma tranquilidad, marcó.
En el tramo final, tocó sufrir. Países Bajos, con todo perdido, arriesgó. Situó a Van der Gragt de nueve y la central cazó un pase en largo en el 91 que estableció la igualada (se pidió fuera de juego, pero Oihane se quedó enganchada). España se veía abocada a la prórroga, sin Aitana, sacrificada en ese tramo final por un conservador Vilda, que repitió el mismo error que en la Eurocopa (entonces fuera Abelleira la sacrificada).
La entrada de Alexia y Eva Navarro en el tiempo extra le dio aire al equipo español, que recuperó el dominio y asedió al cuadro neerlandés. Beerensteyn respondió en una contra y pudo marcar (107), pero fue Salma la que les pagó con la misma moneda, en una rápida contra en la que su disparo cruzado besó el palo antes de entrar (110).
Si jugarán en bikini…
Personalmente el fumbo femenino me la reflanflinfla, pero no obstante, ¡ bonita foto !