Nuevas elecciones
La situación política excluye radicalmente la investidura del doctor, pues supondría el suicidio de la democracia y de la misma España. Si Feijóo no fuera investido, la salida debe ser una repetición de las elecciones.
El rey debe ahí desempeñar el mismo papel que cuando el butifarréndum pero a un nivel muy superior. Si no se atreviera a ello, se haría inevitablemente colaborador de la brutal fechoría, y sus días como rey estarían contados. Ahora mismo, él es la última esperanza de una democracia y vulnerada por todos lados, antes de dar lugar a una situación en la que no puede excluirse la violencia, incluso la guerra civil. No olvidemos que la guerra del 36 fue provocada precisamente por el PSOE aliado con separatistas y comunistas.
La investidura de Feijóo no sería una solución más que momentánea, que permitiría ganar tiempo, pues las concepciones del PP son casi exactamente las del PSOE: leyes totalitarias, impulso a los separatismos, agenda 2030, etc. Pero al menos permitirían ralentizar el proceso actual y ganar algún tiempo para el fortalecimiento de la única alternativa que se vislumbra, es decir, VOX. Probablemente un gobierno PP no llegaría a los dos años.
Forzar nuevas elecciones es un riesgo, pero es preciso correrlo. Hay quien dice que entonces las izquierdas y los separatistas se pondrían como fieras. Creo que tal cosa sería buena, pues mostraría a los ciudadanos más idiotizados la radicalidad de la situación a la que nos han conducido entre el PSOE y el PP.