Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, fue imputado por tres cargos relacionados con compra y posesión ilegal de armas. Fue David Weiss, el fiscal federal de Delaware, quien firmó el acta con las acusaciones para dejar por sentado que el hijo del primer mandatario no se librará tan fácil de rendir cuentas a la justicia.

A eso apuntaban los abogados de Hunter Biden hasta hace unas semanas, tras intentar llegar a un acuerdo de culpabilidad ante un tribunal federal para evitar la cárcel. Apelaron a ese recurso por dos delitos fiscales menores debido a que Hunter Biden no declaró al fisco los ingresos que obtuvo en 2017 y 2018. No obstante, la nueva imputación relacionada con posesión ilegal de armas se trata de otro caso separado que se traduce en un nuevo dolor de cabeza para la Casa Blanca.

La justicia detectó que el 12 de octubre de 2018 “o alrededor de esa fecha”, el hijo del presidente demócrata compró una pistola Colt Cobra de calibre 38, y dijo al vendedor que no consumía drogas. Lo cual iba en contra del certificado que le fue entregado al momento de la transacción. Por lo tanto, Hunter Biden “hizo una declaración escrita falsa y ficticia, con la intención y probabilidad de engañar a ese comerciante con respecto a un hecho importante para la legalidad de la venta del arma de fuego.

El costo político de la imputación
La nueva imputación contra Hunter Biden llega en el peor momento para su padre ya que desde el Congreso iniciaron una investigación que podría llevarlo al banquillo del Senado para enfrentar un impeachment o juicio político. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, activó una serie de recursos y distintos comités para acceder a registros bancarios y otros documentos del mandatario debido a los negocios en el extranjero supuestamente hechos cuando Joe Biden era vicepresidente de Barack Obama.

En consecuencia, Biden parece estar cada días más acorralado aunque desde la Casa Blanca rechacen públicamente las acciones de los republicanos en la Cámara baja. Por su parte, los medios y políticos demócratas no dejan de mencionar que según la cantidad de escaños que tienen en el Senado, es probable que el impeachment no prospere. Sea como sea, el costo para el presidente estadounidense también podría reflejarse en las urnas durante la elecciones presidenciales del próximo año.

Además de eso, las fotos que se filtraron y que estaban almacenadas en la computadora que Hunter Biden abandonó en Delaware evidencian que en efecto, hubo consumo de sustancias ilícitas al tiempo que contrataba prostitutas. A eso lo precede que en 2014, recibió la baja de la Reserva de la Marina de Estados Unidos después de que diera positivo por cocaína. Es decir, el expediente del hijo de Joe Biden tiene episodios polémicos que deberá aclarar ante el tribunal federal de Delaware.