Por qué somos un país de mierda
A Isa Aguiló, mi amor eterno.- De modo que se exige a policías y guardias civiles carecer de antecedentes penales y resulta que a delincuentes y asesinos, golpistas, terroristas y ladrones se les permite el control del Gobierno de España. Acaso este ejemplo nos ejemplifica como ningún otro la mierda de país en el que nos hemos convertido. Les está siendo fácil destruir España, porque ya no somos los mismos, ese pueblo gallardo, valeroso y heroico que escribió tantas epopeyas en la historia. Como dijo García Lorca, «yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa».
Indiferente o cobarde, España vuelve la espalda ante este meteorito de horror que se anuncia en el firmamento. Si, el NOM lo está teniendo fácil, con un pueblo cobarde, sin pulso, como decía Manuel Silvela en 1898, tras el desastre de Cuba: «No se oye nada: no se percibe agitación en los espíritus, ni movimiento en las gentes. Los doctores de la política y los facultativos de cabecera estudiarán, sin duda, el mal: discurrirán sobre sus orígenes, su clasificación y sus remedios; pero el más ajeno a la ciencia que preste alguna atención a asuntos públicos observa este singular estado de España: dondequiera que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso […] pero el corazón que cesa de latir y va dejando frías e insensibles todas las regiones del cuerpo, anuncia la descomposición y la muerte al más lego».
Hoy, al igual que ayer, callan las derechas, porque en España no hay ningún partido que pueda adscribirse a ninguna bancada azul. Odiamos cada día más a esos que enarbolan las banderas españolas para convencernos de lo mucho que aman a España, pero no se mueven de su poltrona para demostrarlo.
La historia se repite. La izquierda prende fuego a España y la derecha cobarde asiste impertérrita a la devastación, sin atreverse a plantar cara a los pirómanos. Se ha llevado a la ruina a millones de españoles, se ha sembrado España de cadáveres, se está cediendo en todo ante los separatistas catalanes y los bilduetarras, se encarcela a los que se oponen al aborto, se ataca a los católicos con la misma saña que en la España del 36, se detiene cada día a más hombres inocentes; en definitiva, están arramblando con todo con absoluta impunidad. La derecha cobarde española, entre tanto, afila sus inofensivos colmillos en redes sociales. No da para más. Sánchez tiene que estar encantado de poder ejecutar su plan de demolición del estado sin resistencia alguna.
Callan las mayorías silenciosas, indiferentes y cobardes, con un ominoso silencio de los corderos, consumiendo sus vidas entre la telemierda y los lavados de cerebro estilo NOM de Netflix, entre terrazas cerveceras y consumismo devastador.
Conquistamos lejanas selvas, atravesamos procelosos mares, dominamos mundos inaccesibles, derrotamos a poderosos imperios, reconquistamos durante siglos nuestros solares a la morisma, humillamos al invencible Napoleón, arrasamos la revolución roja como nadie había hecho hasta entonces… para acabar así: humillados por un alfeñique de Gerona y mortificados por un psicópata sin límite. Si no nos respetamos a nosotros mismos, ¿cómo pretender que se nos respete fuera?
Si una imagen vale más que mil palabras, una imagen de Quino -creador de Mafalda- es la mejor ilustración para la España cobarde de hoy: un plutócrata de manos ensortijadas y habano en la boca discurre por una calle, de pie en su impresionante descapotable, arrojando chupetes a una población que se arrodilla ante él con la boca llena de baba aduladora, con ojos de cordero degollado, mientras pugna por hacerse con uno de aquellos regalitos.
España es hoy un inmenso campo moral de ruinas, un pueblo de cobardes, de políticos entreguistas, de dirigentes corruptos, de hijos de puta encaramados a la cima del poder, de gente con mala baba que va apestando la tierra que pisa; somos una mierda de país, un basurero de 505.990 km² al que va a parar la gente más ruin y cochambrosa, los que son españoles porque no pueden ser otra cosa.
Y hay una película para todo esto: dirigida y protagonizada en 1972 por Clint Eastwood, en ella éste hace el papel de un pistolero que llega un pueblo, el cual le contrata para que organice la defensa ante la llegada de una banda de forajidos. El pistolero, a la hora de la verdad, deja que la horda de malhechores arrase gran parte de la población, antes de intervenir en su defensa. El motivo de esta acción fue que el pueblo contempló impune y cobardemente cómo los forajidos masacraban al sheriff, sin que nadie hiciera nada por impedirlo.
Cuando le preguntan el por qué de su venganza contra el pueblo, el pistolero responde: “Era mi hermano”.
Si: era mi España. ¿Cómo se llama la película?: “Infierno de cobardes”.
Sí, infierno de cobardes, como escribió Dante Alighieri: “Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en un período de crisis moral mantuvieron su neutralidad. Llega un momento en que el silencio se convierte en traición”.
En nuestras tumbas podrían escribirse muchos epitafios, pero con el denominador común de la cobardía:
“Quien no participa en la lucha, participa en la derrota”. “Los cobardes mueren muchas veces antes de morir” (Gandhi).
“Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada”, frase de Edmund Burke, que resuena en esta otra de Martin Luther King: “Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos”.
Magistral, telúrico.
Qué imagen más gráfica de la penosa y repugnante decadencia de España que esa foto publicada ayer en que dos policías nacionales (uno de cada sexo, ya se sabe) llevan esposado a un gañán por haberle puesto la mano el culo a una periodista.
En las calles se lleva a cabo un campeonato de asesinatos, violaciones secuestros, campan a sus anchas terroristas, golpistas y políticos corruptos, pero la urgencia es meter entre rejas a un quillo por tocarle el traste a una joven.
Cuestión de prioridades.
Hay que distraer a un país de inocentes engañados. Mientras las bestias africanas, soldados y delincuentes. Violan ,asesinando roban a Españoles en plena calle. O este país de tontos , pone pie en pared o estos cientos de miles de soldados África os nos a iquilan.
No somos eso. Somos la nación más grande y noble que ha existido , pero también los más inocentes. Aguantar durante 500 años a reyes extranjeros, que solo han buscado el saqueo de España y nuestra ruina , ese es nuestro delito y seguimos igual .
Durante 500 años, no. ¿ O es que hay que poner en el mismo saco a los Reyes Católicos, a su nieto, el emperador Carlos I , majestuoso, al hijo de éste, Felipe II, magnífico, y a sus descendientes ?
Fueron tiempos de honor, lealtad y grandeza. Siglos de oro…
Y de ruina y hambre. Toda la plata que venía de América y los impuestos de los Españoles se los llevaban los banqueros italianos y alemanes por financiar las guerras de religión que mantenían los Austrias y que ningún beneficio trajo a España. En Flandes y la gran armada fueron traicionadas por los Austrias. El no llegar la paga a los tercios acabo por tener que tomar los alimentos por la fuerza y así ponerse en contra a los flamencos católicos. La orden de no atacar los puertos ingleses a la ida y el no refugiarse en los puertos franceses… Leer más »
Es necesario, porque es de justicia, defender la españolidad que no sólo por sangre demostraron de forma indiscutible los descendientes de los Reyes Católicos, los cuales, puesta su Fe en Dios, conscientes de la ingente tarea a la que se entregaban con el mayor coraje, acometieron la empresa de gobernar el colosal imperio español, lo mantuvieron y fortificaron, algo únicamente posible con la colaboración de un pueblo heroico que, por la probada nobleza de sus trayectorias, los acompañó siempre en sus objetivos cumpliendo la regla de obediencia que acatan los leales : servir a Dios, a la Patria y al Rey. Y ambos… Leer más »
Usted perdone , pero eso son solo tópicos. Por favor lea un poco de historia. Gracias.
Nada se puede hacer cuando se comprende que hay quienes no son capaces de reconocer la grandeza de los principales protagonistas de una época gloriosa, hombres al fin , pero de los que es indiscutible su honorabilidad. Por lo tanto, es sonrojante la deliberada omisión en la crítica del gobierno que ejercieron de modo excepcionalmente satisfactorio sobre el imperio, pese a los grandes obstáculos que sus enemigos pusieron en su camino, e inaudito el gravísimo atrevimiento de fulminar su honor llamándoles traidores, lo que es una ofensa imperdonable. En cuanto a las consecuencias de aquellas guerras, la responsabilidad de sus desastres, penalidades y… Leer más »
Los partidos de izquierdas tienen a sus organizadores de huelgas, las derechas no; porque los partidos de derechas SON LA MIERDA ENORME DE LA QUE USTED HABLA AQUÍ. Ahí está el problema.
Espero que ya se haya cansado de defender a Alberto Frijoles.
Estamos igual que en el 36 , con una clase política que no ha sido elegida por los Españoles , sino por la metrópoli que nos parasita y colonializa. El Congreso es un teatro . Desde Inglaterra se ordena y el Congreso lo firma. Una prueba evidente , es que quién regenta las embajadas catalanas , con sueldos desorbitados son ingleses , no son catalanes.