Pablo Iglesias «metió la zorra en el gallinero»
Ningún respeto a la Constitución está demostrando la mayoría rara, por no decir otra cosa, que conforma este desgobierno.
Desgobierno porque ya antes de empezar, ha roto filas. Podemos devuelve «las cartas y las fotos» a Sumar, esgrimiendo que ellos están para defender los puntos más sociales de La Constitución, y los de Yolandita le ríen las gracias a PSOE a la primera de cambio. Se quejan de que fue Ione Belarra quien solicitó intervenir en la cámara baja, a la hora de pedir al gobierno que diese a conocer la labor que ha desarrollado desde que comenzó la guerra Israel Hamás, y Sumar no la ha dejado; por lo que al mismo tiempo que intervenía el ministro de exteriores, José Manuel Albares en el interior del hemiciclo, Javier Sánchez Serna declaraba en una sala del Congreso, que «ha faltado la voz que con más contundencia condenase el genocidio» y que esa es la razón por la que abandonan el pacto y se unen al grupo mixto.
¿Se puede mentir más?
El Podemos que dirigía Pablo Iglesias «metió la zorra en el corral» cuando dio alas a Yolanda Díaz dentro de su organización cuando contaba con 5 millones de votos, dejándola intervenir y asumir un protagonismo, que a la postre, la alzó hasta el sitio del que disfruta hoy; y ésta Yolandita, bajo ningún concepto, va a caer en el mismo error que el torpe de Iglesias, dándole protagonismo a la Belarra. ¡Esta es la razón real, junto con la perdida de los dineritos que aportaban los carguitos!.
¿Quién les iba a decir al indigno Pedro Sánchez y al cabestro de Gabriel Rufián, que sería Pablo Iglesias el que los iba a dejar sin dormir? A partir de ahora, los podemitas se van a convertir en las moscas cojoneras de este gobierno, que tiene que tragarse al mismo tiempo los sapos de la oposición, los sapos que mensualmente tiene que recoger en las reuniones de Ginebra, los sapos diarios de Esquerra y PNV, y ahora los envenenados sapos de Podemos, a los que les da igual ir a nuevas elecciones, porque votos para conservar los cinco diputados sus sueldos, si tendrían. Estos de Podemos, que lo han hecho también, que han cambiado 5 millones de votos por cinco diputados.
Para este circo de Gobierno, la Constitución no es más que un papelucho sin ningún valor, al que pueden ningunear en la cara de todos los españoles y europeos constitucionalistas, justo en el año que la del 1978 supera en años a la de 1876 que tumbó la dictadura de Miguel Primo de Rivera . . .
¿Nos tumbará Sánchez la nuestra?