Estanislao de Kostka*.- La izquierda y la extrema izquierda, que iba a venir a salvar a las mujeres de los hombres, ha hecho un daño inimaginable a las mujeres en los últimos 5 años. Las falacias, las mentiras y la ignorancia legislativa, junto al enfrentamiento social que ha provocado entre los sexos ha alcanzado niveles inimaginables. El daño hecho es irreparable y, al menos en algún grado, hay fractura social. No hay igualdad entre hombres y mujeres, la ley presupone que en algunos casos el hombre no goza de la presunción de inocencia y la mujer goza de una presunción de veracidad.

La muy necesaria “Ley de Violencia Familiar y sobre la Mujer”, así creo que se debería llamar la inconstitucional Ley de Violencia de Género en vigor, si no se quisiese politizar y patrimonializar esta lacra social, que es la violencia que mayoritariamente ejercen hombres sobre las mujeres, en el seno del matrimonio y las relaciones de pareja. No se defiende a las mujeres, se acusa a los hombres y se hace ideología y propaganda política.

Si hubiera igualdad el delito sería igual de grave que cuando un hijo lesiona a su padre, a su abuelo o a su hermano. La violencia intrafamiliar, la de los hijos hacia los padres, hoy es un anatema, muy presente en las sociedades urbanas actuales. Todos los días hay hijos que pegan y lesionan a sus padres de forma grave y con una violencia psicológica sostenida en el tiempo, por drogas, por enfermedad o simplemente porque es una mala persona. Estos comportamientos son mayoritariamente en jóvenes entre los 13 y los 27 años, quienes tienen sometidos a sus padres en el día a día con coacciones, intimidación y violencia, sin que estos se atrevan a denunciar a sus hijos, por miedo, por vergüenza y porque son sus hijos. Son unos auténticos violentes, ellos y ellas, sin distinción de género, que no la hay.

El otro error de la izquierda al patrimonializar e ideologizar la violencia que algunos hombre ejercen sobre las mujeres es que, electoralmente, ha beneficiado a Vox, sin que se haya estimado el relevante porcentaje de votantes a Vox, de personas que han sido denunciados o han tenido problemas con la Ley de Violencia de Género, para cuyo electorado la ideología queda a un lado y le da primacía a la hora de decidir su voto, a aquello que ha impactado más en su vida últimamente, por ejemplo, una denuncia falsa de violencia de género.

Y el otro craso error de la izquierda gobernante, la Ley de Solo Sí es Si, no merece más ríos de tinta; pero sí el fracaso de la políticas gubernamentales dirigidas a la prevención y erradicación de los delitos sexuales. Creyeron que con llegar al gobierno y desplegar chiringuitos, y el buen rollito que se presupone a la izquierda, iban a acabar con la delincuencia sexual, y una vez más todas y cada una de las políticas implementadas en los 5 años de gobierno del Presidente Sánchez han fracasado, incrementándose todo los delitos sexuales en porcentajes siempre de dos dígitos. La delincuencia sexual hoy es un grave problema social, que también patrimonialización e ideologizan, y que lleva al fracaso de la políticas, que lejos de resolver problemas los crea, dividiendo socialmente, sin educar, sin contar la verdad y sólo usándolo como bandera de la izquierda. Para ellos los violadores son fachas de derechas.

Las violaciones grupales se han doblado desde 2017 y casi la mitad de las víctimas de delitos sexuales son menores. El Informe sobre delitos contra la libertad sexual de 2022, elaborado por el Ministerio del Interior, constata que las violaciones grupales cometidas por más de una de persona, se han doblado en comparación con 2017, que gobernaba el PP. Será casualidad, pero son datos. La situación es grave ya que casi la mitad de las víctimas un 44,5% del total de delitos sexuales son menores de edad. Algo de responsabilidad tendrá el Gobierno y sus políticas. Llevan 5 años y toda ha ido a peor.

Se ha abandonado la educación en valores, eso es de fachas del PP. Jóvenes y no tan jóvenes carecen de ambas: de educación y de valores; y así creamos sociedades sin sustentos humanos, sin valores, sin ética, sin moral, sin educación y sin principios, sometidos a un mundo global en el que el acceso a la más salvaje pornografía está a solo un click de un móvil y su difusión entre amigos a otro clik. Como sociólogo denuncio que el acceso a la pornografía en internet es un grave problema social, que se ignora y se esconde, con miles y miles de personas adictas al cibersexo, en porcentajes sociales que asustarían, y debe ser considerado un problema social muy vinculado a las agresiones sexuales entre menores y a menores. Los gobernantes lo saben y no se atreven a hacer nada.

*Abogado jefe de AD y politólogo