Este sábado, 24 de diciembre, siguiendo estrictamente el calendario litúrgico, podría ser un día normal para la Iglesia Católica. Pero estamos también en el día de Nochebuena, jornada en la que culmina el Adviento, un tiempo que comenzaba el pasado 27 de noviembre, y que incrementaba su invitación a preparar el Camino del Señor desde el pasado miércoles, 17 de diciembre, justo nueve días antes de Navidad.

Durante toda la mañana se seguirá celebrando el Tiempo de Adviento como en el resto de días de diciembre, y se conmemora la memoria de San Delfín. Pero al mediodía – como en todos los días previos al festivo – termina el Adviento y da comienzo la víspera de la Navidad. Como es lógico, al ser el último día de Adviento y el anterior a la Navidad, los católicos nos centramos también esa ‘previa’ al nacimiento de Jesús.

La celebración de la Misa de Gallo

Retrocediendo en el mundo judío, la Iglesia ha tomado muchas de sus vivencias para trasladarlas a la Liturgia cristiana. Y para los israelitas cuando se acercaba alguna solemnidad importante en su calendario religioso – y así pasaba el sábado también como día de culto y descanso semanal – a partir de la puesta de sol de la tarde anterior, existía esa emoción espiritual por el sentido de esa celebración hasta el punto de vivirla ya esa tarde con más ahínco, si cabe, que en el propio día. De ahí que la Iglesia celebra especialmente las vigilias.

La Celebración de esta noche incluye la Misa matutina que se oficia por la mañana, mientras por la tarde está la Misa de la Vigilia, teniendo lugar a la medianoche la popularmente llamada Misa de Gallo. Este año 2021, leemos la lectura del Evangelio en la que el ángel se aparece a los pastores a anunciarles el nacimiento del Mesías. En la Liturgia de esta jornada escucharemos: “Hoy sabréis que viene el Señor y mañana contemplaréis su Gloria”. Dentro de esta celebración cobra una relevancia especial el Cántico del Gloria, que no se ha hecho desde la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.

La celebración de la Navidad

Las familias cristianas de todo el mundo celebran el día 24 de diciembre por la noche, lo que llamamos la Nochebuena. Durante la cena familiar nos preparamos para la celebración que se produce al día siguiente: que el mismo Dios se hace hombre, a través de la Virgen María en un pequeño y humilde establo de la ciudad de Belén.

Después de la cena, como es tradición, se celebra a las 00 de la noche – ya en el día 25 de diciembre -, la Misa del Gallo, que ya corresponde a la celebración de la Navidad. El día grande de este tiempo es efectivamente el 25 de diciembre, y más tarde el 6 de enero, donde celebramos la Epifanía del Señor.