La inspección de viviendas como una garantía de calidad y seguridad
La compra de una vivienda es una de las decisiones más importantes de la vida. Es una inversión importante, probablemente la mayor inversión económica que la mayoría de las personas harán a lo largo de su vida, por lo que es importante asegurarse de que la casa que se va a comprar está en buen estado y que no tiene ningún problema importante o vicio oculto.
Por ello y con el propósito de minimizar cualquier riesgo o imprevisto relacionado con un desembolso de tal envergadura, contar con el servicio de un inspector profesional antes de formalizar la compra es una ayuda de gran valor, tanto económico como técnico, a la hora de asegurarse de que la vivienda está en perfectas condiciones. O, al menos, en las condiciones pactadas entre las partes.
Este servicio es precisamente el que presta Hausum, una empresa especializada en realizar inspecciones técnicas en todo tipo de viviendas para observar y reportar el estado de la propiedad antes de ser adquirida por los compradores. Gracias a la labor de sus profesionales, entre los que se encuentran arquitectos y arquitectos técnicos colegiados, los comparadores que contratan sus servicios tienen la tranquilidad de que van a “evitar sorpresas, ahorrando en reparaciones costosas que a simple vista no se podrían detectar”, señalan los responsables de esta compañía.
Un servicio técnico
La inspección de viviendas requiere de un meticuloso examen técnico de todos los elementos de la propiedad. En función del tipo de construcción, el home inspector revisa desde los cimientos y la cubierta, hasta acabados, instalaciones eléctricas, de fontanería y saneamiento.
Para llevar a cabo este tipo de revisiones, estos técnicos utilizan herramientas de precisión y realizan pruebas específicas para detectar defectos o desperfectos, tanto visibles como los que no se ven, los popularmente conocidos como vicios ocultos. Una vez realizadas las tareas, “presentamos el resultado en un completo informe en el que describimos del estado real de la vivienda, que permite al comprador tener plena conciencia de en qué condiciones se halla antes de tomar una decisión”, detallan desde Hausum.
Con la información incorporada en el informe y después del asesoramiento de los profesionales de la compañía, los interesados en comprar la vivienda tienen toda la información necesaria y real para realizar a compra, en caso de que la vivienda esté en condiciones, negociar incluso una rebaja del precio final o exigir la subsanación de ciertas deficiencias al vendedor.
“El estudio realizado permite presupuestar de antemano estos costes imprevistos para tenerlos en cuenta a la hora de fijar el precio final o planificar futuros gastos. Por no hablar de la invaluable tranquilidad de saber que no existen daños ocultos de gravedad o vicios que pudieran arruinar nuestra ilusión por la casa soñada”, señalan desde la compañía.
Por ello, inciden en que la principal ventaja de realizar una inspección previa es la de evitar malas sorpresas como reformas costosas, o la aparición tardía de problemas como humedades, grietas u otras patologías, resaltando la importancia de identificar si las instalaciones son obsoletas, poco seguras y tendrán que ser sustituidas o reparadas en poco tiempo, una parte difícil de diagnosticar por los particulares.
Todo ello, prosiguen desde la empresa de inspección de viviendas Hausum, implica para los compradores un ahorro económico. “El coste de una inspección de viviendas es relativamente bajo en comparación con el precio que puede suponer reparar un problema estructural o de fontanería”, explican.
Al mismo tiempo, este trabajo técnico y la recepción del informe es una forma que tienen los compradores de proteger su inversión al ser una garantía de que la vivienda está en buen estado y que no tiene ningún problema importante.
Cómo se realiza una inspección de viviendas
El trabajo de los inspectores comienza con la inspección de la vivienda donde se revisan los documentos de la propiedad, los planos y los registros de mantenimiento. A continuación, el profesional lleva a cabo la inspección visual de la vivienda, prestando especial atención a los siguientes aspectos como la estructura, buscando signos de daños o deterioro, la fontanería, la electricidad, las paredes, techos y suelos, entre otros elementos. También llevan a cabo la inspección de la parte exterior del edificio como son la fachadas, tejados o jardines.
“Una vez realizado nuestro trabajo técnico realizamos el informe con más de 200 puntos y lo entregamos al cliente en 24 horas para, posteriormente, reunirnos con él y asesorarles a la hora de tomar la mejor decisión”, subrayan. En un contexto de profunda transformación del sector inmobiliario, el apoyo de estos inspectores técnicos es cada vez más solicitado antes de comprar una vivienda para garantizar que los inmuebles cumplen con lo acordado entre las dos partes.