A 2023 años del hecho que da sentido a nuestra existencia
Ya es Navidad, aunque este año la fecha, con la Nochebuena en domingo y la gran fiesta de hoy en lunes, resulte quizás un poco «extraña». En Barcelona, donde resido, con la tradicional fiesta de San Esteban mañana martes, se ha repetido otro «acueducto» festivo laborable, similar al de la Inmaculada y la Constitución de hace tres semanas. No obstante, la agenda de la actualidad viene cargada de noticias que dan para no pocos «Trípodes» desde los que poder observarlas, analizarlas y comentarlas.
Pero la fiesta que en todo Occidente celebramos hoy pese a la apostasía creciente que nos circunda, es sin duda la más grande noticia para toda la Humanidad. Por algo la Historia para casi todo el mundo se conoce como sucedida «antes y después» de aquel suceso: antes de Cristo y después de Cristo, aC y dC respectivamente.
En aquellos días, el evento pasó desapercibido hasta el punto de tener que producirse en un establo por no encontrar alojamiento en la localidad, siendo desconocido incluso para los «importantes» del momento, representados en Herodes El trípode y César Augusto como las autoridades de referencia.
Uno, como Rey de los judíos que tuvo que preguntar a sus sabios consejeros donde iba a nacer ese Mesías por el que preguntaban aquellos tres Sabios de Oriente que seguían a la estrella y que hasta allí les había guiado. El otro, el emperador romano, que sin saberlo, había sido instrumento para el cumplimiento de las profecías que anunciaban el nacimiento de ese Mesías prometido, en la localidad de Belén de Judea.
Hasta allí se habían tenido que desplazar María y José desde su residencia de Nazaret en la Galilea, para cumplir el mandato imperial de un censo por querer conocer el número de habitantes de aquella inhóspita región del Imperio. La pertenencia de José a la tribu de David le obligó a ir a censarse allí en cumplimiento de la ley.
El nacimiento del Verbo de Dios hecho hombre en el seno virginal de María todavía resuena como algo desconocido e incomprensible para demasiada población y de las autoridades, los «importantes» para el mundo, que celebran como festivo un acontecimiento
sin asumir que es el que da un sentido definitivo a nuestra existencia. Hoy es 25 de diciembre de 2023, es decir que celebramos lo sucedido en Belén hace 2023 años. Ya dirá Jesús bendiciéndolo, que Su Padre oculta estas cosas a «los sabios e importantes según el mundo», y se «las revela a la gente sencilla porque así le ha parecido mejor».
Dicho lo cual, a todos: ¡Feliz Navidad!