El desánimo y la desesperación cunden en el Ejecutivo de Sánchez: «Así es imposible gobernar»
Todas las alarmas están encendidas en el Gobierno de coalición. La votación de ayer en el Senado era la prueba del algodón para testar el devenir de la legislatura y el resultado acaba siendo más que negativo para el Ejecutivo, pero también una moraleja clara para PSOE y Sumar. Cada votación que quieran llevar al Congreso será traumática porque sus socios no piensan, como avisaron en la investidura, darle un cheque en blanco a Pedro Sánchez.
En el Ejecutivo ya preveían tras volver a La Moncloa que sus principales aliados les harían «sudar» para poder gobernar, pero no calcularon hasta el punto en el que quienes le dieron oxígeno iban a someterles. La minoría parlamentaria con la que gobierna Pedro Sánchez les enfrenta a negociaciones in extremis continuas y ayer, fuentes del Ejecutivo ya reconocían que se encontraban ante una legislatura «ingobernable». El panorama político que se les presenta no es nada halagüeño, reconocían, con el partido de Carles Puigdemont poniendo en riesgo cada votación y «subiendo el precio» a cada momento. «Así no se puede gobernar», era la reflexión de una vicepresidenta ayer en la Cámara Alta que estaba en el minuto a minuto de las negociaciones. La sensación de la derrota en el Gobierno era ayer más que palpable en el Senado y a pasos agigantados se sumían en una actitud de pesimismo que continúa tras salir del Pleno con dos de los tres decretos aprobados. La pregunta que se hacen ahora es cuánto más elevará el coste Junts para seguir manteniendo la legislatura.
El desánimo y la desesperación cunden en el Ejecutivo cuando todavía no se ha llegado a los cien días de gracia desde que echó a andar el 20 de noviembre el nuevo Ejecutivo de coalición. Un ambiente enrarecido en el que también se sumían diputados y diputadas de PSOE y Sumar. Recuerdan fuentes parlamentarias que la pasada legislatura los socios demandaban mayor diálogo y admiten que ésta «será una locura» por los constantes desafíos de Junts. Algo que también advirtieron ya en Moncloa esta misma semana, donde se promete, para la próxima, negociar con sus socios antes de llevar al Consejo de Ministros iniciativas. En Sumar no ha gustado tampoco la «nula» negociación, según aportan varios diputados, que reconocen que han estado «a la altura», a pesar de que algunas medidas del decreto anticrisis, como los impuestos a las energéticas, no se hayan materializado. De cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, avisan de que serán «inflexibles» con el PSOE.
Ahora, con perspectiva, en La Moncloa ya hacen cábalas en cuanto al futuro más inmediato que les espera en el día a día. Lo más urgente de todo es la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Una negociación para la que los socios todavía no han comenzado a demandar sus exigencias y, aunque el Ejecutivo ya avanzó el trabajo atando a todos los grupos parlamentarios el «sí» a las cuentas, ahora creen que volverán a tener que enfrentarse a un nuevo examen agónico.
La Razón