Biden ni siquiera estaba enterado del cáncer de próstata de su secretario de Defensa
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no se enteró de que su secretario de Defensa, Lloyd Austin, padecía cáncer de próstata hasta poco después de que se enterara prácticamente todo el mundo, reconoció la Casa Blanca.
Aunque desde el 22 de diciembre el jefe del Pentágono fue sometido a una cirugía en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed para tratar su enfermedad —de la cual se supo hasta este 9 de enero—, el mandatario norteamericano no sabía nada al respecto.
“Nadie en la Casa Blanca sabía que el secretario Austin tenía cáncer de próstata hasta esta mañana, y el presidente fue informado inmediatamente después”, dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, a los periodistas en una sesión informativa el 9 de enero por la tarde.
Kirby agregó que Biden fue notificado por el jefe de gabinete, Jeff Zients, sobre el estado de Austin, después de que el Departamento de Defensa informara el padecimiento de su titular, quien permanece hospitalizado.
Los doctores que atienden actualmente al general Lloyd Austin explicaron que a principios de diciembre de 2023 detectaron un cáncer de próstata que requería tratamiento, por lo que casi a finales del mes tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
De acuerdo con un comunicado del Pentágono, el 22 de diciembre de 2023, tras consultar con su equipo médico, Austin ingresó en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed y se sometió a un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo denominado prostatectomía para tratar y curar el cáncer de próstata.
Sin embargo, empezando el año, el funcionario estadounidense presentó algunas complicaciones derivadas de la cirugía, por lo que fue hospitalizado nuevamente y, luego, llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“El 1 de enero de 2024, el secretario Austin fue ingresado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed con complicaciones derivadas de la intervención del 22 de diciembre, incluidas náuseas con fuertes dolores abdominales, de cadera y de pierna. La evaluación inicial reveló una infección del tracto urinario. El 2 de enero, se tomó la decisión de trasladarlo a la UCI para una estrecha vigilancia y un mayor nivel de atención”, informaron funcionarios del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en un comunicado del Departamento de Defensa.
Todo lo anterior sucedió sin que el presidente Biden estuviera enterado de la situación de uno de sus más cercanos colaboradores, y pieza clave de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en momentos en que Washington está involucrado en dos conflictos geopolíticos: el de Ucrania y el de Gaza entre Palestina e Israel.
De hecho, el mandatario estadounidense se enteró cuatro días después de la hospitalización de Austin y casi un mes después de su diagnóstico de cáncer.
Actualmente, el secretario de Defensa sigue hospitalizado recibiendo tratamiento luego de que se detectara una acumulación de líquido abdominal que afectaba al funcionamiento del intestino delgado.
“Sigue progresando y esperamos que se recupere totalmente, aunque el proceso puede ser lento. Durante esta estancia, el secretario Austin no perdió el conocimiento en ningún momento y no fue sometido a anestesia general”, declararon los doctores que lo atienden.
De momento el equipo médico que intervino en la operación no da la impresión de eficiencia quirúrgica, pues se requiere desde el primer momento la máxima atención, con eso de la infección urinaria sobrevenida.
Que se va enterar esta momia, que no sabe ni por donde anda si no lo guían. Un viejo pellejo