Conflictos habituales en los divorcios y cómo resolverlos
Poner fin a una relación sentimental nunca es sencillo, menos todavía cuando hay un matrimonio de por medio. Este tipo de procesos suelen estar condicionados por una elevada carga emocional que, sumada a la necesidad de ejecutar trámites legales, hacen que todo se pueda torcer. No obstante, si se siguen ciertos pasos y se enfrentan los conflictos más habituales durante el divorcio de manera contundente, todo puede cumplimentarse de manera ágil y satisfactoria. ¿No sabes cómo hacerlo? Veamos algunas de las acciones que conviene llevar a cabo en dichos procedimientos.
¿Quién tiene derecho al uso y disfrute de la vivienda?
Los matrimonios que se van a disolver tienen que hacer frente a un interrogante básico antes incluso de iniciar el trámite: ¿quién se va a quedar con la vivienda durante la gestión del divorcio? En este sentido, debes tener en cuenta que aquello de “la casa es mía y mi pareja no quiere irse” es muy habitual y poco se puede hacer al respecto.
Si la morada está a tu nombre, la resolución del divorcio te debería otorgar sin problema alguno el uso y disfrute del inmueble. No obstante, durante la puesta en marcha de dicho procedimiento las cosas no funcionan así. No es posible echar a la otra parte de la vivienda hasta que no se llegue al final del camino y, por ende, lo más recomendable en estos casos es abandonar por cuenta propia la casa hasta que esto suceda.
Una estrategia efectiva para evitar los problemas de la convivencia que han llevado a la pareja a concluir su relación. Esto simplifica en gran medida el trámite y acelera la gestión en su conjunto, previniendo que el roce haga insostenible la vía amistosa del divorcio. Por consiguiente, antes de entrar en discusiones y batallas legales, es aconsejable mantener una actitud conciliadora al menos de forma temporal.
Dificultades económicas y personales en un divorcio
Ante lo previamente planteado, es posible que te encuentres en otra de las situaciones más comunes durante un divorcio: si me separo no tengo donde ir. De hecho, muchas personas deciden continuar con su matrimonio precisamente por esta razón; lo cual no se puede considerar de otro modo que como un error.
Siempre hay alguien dispuesto a acogerte durante unos meses, al menos hasta que la situación sobre el uso y el disfrute de la vivienda se resuelva. Si el divorcio se lleva a cabo de mutuo acuerdo, puede concluir en un margen de tres meses. Un periodo en el que amigos y familiares te tenderán la mano, encontrando así la respuesta a esta situación tan común.
De igual modo, si estás pasando por un momento de crisis económica, el divorcio de mutuo acuerdo también se presenta como la solución ideal. Hay despachos de abogados capaces de llevar a término esta gestión por tan solo 150€ por cónyuge (IVA incluido). El dinero no puede ser lo único que te ate a la relación y estos bufetes así lo garantizan.
Cómo encontrar abogados accesibles y de calidad
A coalición de lo anterior, te queremos ayudar a encontrar este tipo de despachos de forma ágil y libre de inconvenientes. Momento en el que la web de Divorcieitor entra en juego: una plataforma online que ayuda a las parejas que desean separarse a cumplir con dicho objetivo lo antes posible y sin elevados gastos de por medio.
En Divorcieitor podrás encontrar despachos de abogados con presupuestos como el mencionado previamente. Unos profesionales que no solo tienen un absoluto dominio sobre el derecho de familia, sino que también gozan de impecables dotes de gestión emocional sobre sus clientes. Lo cual simplifica la resolución del divorcio de mutuo acuerdo.
Siguiendo todos estos pasos y apostando por tener una actitud tan conciliadora como positiva, el final del matrimonio no traerá consigo ese desgaste emocional y económico que se suele asociar a los divorcios. Te mereces alcanzar la plenitud vital y, si tu relación no te la está brindando como corresponde, hoy en día es muy sencillo actuar en consecuencia.