Carta a mi padre, Antonio Tejero Molina
Reproducimos la carta dedicada a Antonio Tejero Molina por su hijo Ramón Tejero Díez, sacerdote, para su reproducción en AD coincidiendo con el 42 aniversario del 23-F. La carta desvela algunos datos sin duda claves para entender el por qué del 23-F. Saquen los lectores sus propias conclusiones:
“Aquel 23 de febrero de 1981, muy temprano, salimos de casa… Yo sabía lo que ocurriría….Sin embargo el silencio era la expresión más simbólica del cariño que se puede dar a un padre que en esos momentos atravesaba unos de los momentos mas difíciles de su vida. Había vivido momentos de angustia, de terror.
Noches en vela, acompañadas de desconciertos en una España que los españoles desconocían. Noches de zozobra que acompañaban a un hombre al cargo de las tierras vascas y con el encargo de acabar con el terrorismo… Muertes sin compasión de manos de ETA, traiciones de ideales, injusticias, quejas de viudas, órdenes para quemar una bandera que, después, fue legalizada y que causó tantos y tantos muertos… Todo era incomprensible para un joven que creció con el dolor, la inquietud, el temor y el deseo irrefrenable de una España coherente… Ese joven era yo, ahora sacerdote de Jesucristo, pero sin dejar de ser hijo de mi padre, del cual me enorgullezco plenamente.
Aquella mañana del 23 de febrero acompañé a mi padre a la celebración de la Eucaristía en la capilla que hay frente a la Dirección General de la Guardia Civil. Momentos de silencio, de oración profunda, de contemplación sincera de un hombre creyente que sabía cuál era su deber, que conocía las órdenes recibidas y que no quería por nada del mundo manchar sus manos de sangre (como así fue). Un hombre de uniforme, de rodillas ante el Sagrario y el altar del sacrificio: mi padre. Suponía para mí un ejemplo de gallardía que nadie me hará olvidar, el testimonio fiel de un creyente coherente con el juramento que había hecho años atrás… No había palabras, sólo silencio, recogimiento y oración sincera.
Al salir de la capilla, con una mirada penetrante -y me atrevería a decir que trascendente-, contempló la Bandera Nacional y, con voz serena, tranquila y gallarda, me dijo: «Hijo, por Dios y por Ella hago lo que tengo que hacer…». Y, con un beso en la mejilla, se despidió de mí. Un beso tierno de padre, pero que también sonaba a despedida: la despedida de un hombre que teme que no volverá a la vida… y eso pensé yo también. Y, con el gozo de amar a mi padre con locura, volví a mi casa para acompañar a aquella que simbolizaba -en aquel momento y siempre- los valores de la mujer fuerte de la Biblia: mi madre. Esa gran mujer que ha sabido hacer, de su existencia, una entrega victimal y heroica a Dios, a España y a su familia -valores en los que fue educada a lo largo de todo su vida y que sigue mostrando, en el otoño se su existir, con una entrega amorosa a todos nosotros-. Pasamos la mañana con serenidad… El silencio era la elocuencia de nuestro pesar, mientras que el tiempo se convertía, segundo tras segundo, en el traicionero «reloj» que nos hacía pensar en aquel momento. No sabíamos más ni menos. Realmente, nos dolía España, mi padre y el momento en sí; aunque nos tranquilizaba la certeza, según nos habían dicho, de que el Rey apoyaba y ordenaba tales hechos.
Era un acto de servicio más, en un momento crítico, por el cual atravesaba nuestra Patria. Y pasó lo que toda España conoce y lo que los medios transmiten (aunque no con toda la veracidad que debieran). No voy a entrar en polémica. Ni quiero, ni debo. Pero sí deseo aclarar algunos puntos que conozco, que siento míos y que viví con intensidad aquella noche. Y deseo hacerlo desde el sosiego, desde la paz que, cada día, me regala Cristo y desde la serena sabiduría de los años que te hacen asentar pasiones y discernir la verdad como realidad de la vida. No voy a revelar nada del 23F, el silencio de mi padre me obliga a callar. Sin embargo, no puedo dejar en el olvido las grandezas de un gran hombre.
Es por ello que, ante las distintas informaciones y publicaciones de estos días en distintos medios de comunicación, quiero y deseo expresar lo siguiente: mi padre es un hombre de honor, fiel a sus principios religiosos y patrióticos; es coherente y sincero. Es un militar de los pies a la cabeza, consciente de sus responsabilidades, entregado a sus hombres. Es un hombre cumplidor, trabajador hasta el extremo, leal ante el significado de la palabra juramento y fiel al mismo. Es un hombre sereno, sencillo, disciplinado y amante de la verdad. No es violento, ni agresivo. Es templado, sensato, sereno, inteligente y capaz de discernir con coherencia una realidad aparentemente absurda e incoherente como parece que fue el 23-F. Es un marido ejemplar. Un padre extraordinario. Un hombre excepcional. Un amigo fiel. Un español honorable y un cristiano sincero y veraz. Mi padre es mi padre. Me duele la falta de información y coherencia. Me duele ver cómo todos aprovechan el «silencio» de un hombre para intentar destruirle… quizá por miedo a su palabra… Me duelen tantos programas y tan poca veracidad…Quiero a mi padre con locura.
Es por ello que ruego y aliento a todos aquellos que creen en la libertad de expresión, para que sean tan audaces y coherentes como para publicar estas pobres palabras que tan sólo manifiestan los sentimientos de un hijo por su padre. Un hijo que se siente orgulloso de su padre y de que éste se llame: Antonio Tejero Molina”.
HONOR Y GLORIA a quien demostró anteponer esos dos conceptos a todas sus aspiraciones o deseos personales.
CON LA PATRIA SE ESTÁ SIEMPRE, CON RAZÓN O SIN ELLA, como se está con un padre o con una madre.
¡Que Dios le de muchos años de vida!
El Coronel Tejero es uno de los grandes héroes de este país, convertido públicamente en traidor por el que realmente lo fue y ahora vive rodeado de fulanas de alta gama y yendo de cacería con cargo al erario público.
El Teniente Coronel Tejero… quizá el último héroe de España al cual unos sinverguenzas de muy noble cuna, aprovechándose de su nobleza y honradez, utilizaron como chivo expiatorio para afianzar en la poltrona a toda la canalla del régimen del 78.
Si es verdad que hay justicia divina espero que se pudran en el infierno todos aquellos que tan vilmente y cobardemente lo engañaron.
OLEEEE…VIVA ESE SACERDOTE Y ESE HOMBRE¡¡¡ANTONIO TEJERO MOLINA!!!
Españoles,no tengáis miedo en decir la verdad, el Teniente Coronel D.Antonio Tejera Molina es un militar que ama a su patria hasta la muerte,no es un mercenario como el inquilino de la Zarzuela.
El 23 F para que todos lo sepan el autor intelectual fue Juan Carlos de Borbón,para ganarse más una medalla como salvador de la patria,el verdugo que esconde la mano del crimen.
Juan Carlos,los delictos que hicistes con total impunidad en España son muchos
los que te protegen hacen parte de esa comunidad corrupta y algún dia se sabrá tú vida delictiva,nada quedará en la sombra..
como español no puedo más que sentir verguenza ante declaraciones de tan sangrante ignominia como las que tú, seas quien seas, publicas aquí. ¿Como es posible que en nombre nada menos que de Dios y de “tu” patria trates de vilipendiar a un hombre tan honesto y con un integridad humana y moral a la que no le llegas ni a la altura de los zapatos. ;e estoy refiriendo a su Majestad el Rey de España, al que deseo que Dios guarde muchos años al servicio de nuestra Patria y doy gracias a Dios de no estar en manos de… Leer más »
José Antonio, viendo hoy la sexta y el programa sobre 23 f, y viendo tu comentario, yo no sé tu relación con el Emérito pero, de integridad integridad… que se lo pregunten a Corina y al inestimable Urdanga.
Siento decirte que te equivocas en cuanto a la integridad y bonhomía de Juan Carlos I, y te vuelves a equivocar en tu juicio sesgado de Franco.
Jesucristo lo dijo: “La Verdad os hace libres”. Pide a Dios que te ilumine y te haga encontrar la Verdad.
Señor Jose Antonio, veo que es aficionado al humor, aquí tiene un chiste: Dos amigos, van al entierro de un tercer amigo, entran en la sala y escuchan: Era un hombre bueno, padre ejemplar, honrado, fiel, amigo de sus amigos…Se miran los dos y dicen: Vámonos de aquí, nos hemos equivocado de entierro.
¡Que pena tú gran resentimiento y hablar tanto de Dios ! Descuida Dios siempre perdona !
Mi agradecimiento a D.Ramón Tejero, que ha tenid la valentía de publicar esta carta, y a su padre, Tte.Coronel Antonio Tejero. De todo lo que verazmente he podido ilustrarme sobre él, creo que puedo definirle como un valiente. Utilizado como tantos otros buenos españoles en aquella fecha del 23F de 1981. Pero un valiente, que paró los pies a Armada cuando venía a anunciar un golpe de timón pactado y a poner en el gobierno a todos los que querían destruir España. Un detalle nada más: el silencio. Aunque por las investigaciones históricas llegamos a atar la mayoría de los… Leer más »
Tejero fue un pobre hombre a quien sus superiores dejaron tirado. Un pringado que creyó a ciegas en su misión y cuándo se dió la vuelta vió que le habían dejado solo. El tonto útil de una panda de cobardes.
Digno de lástima.
Es D. Antonio Tejero un señor de los pies a la cabeza. Lastima que haya gente tan inculta como para hablar mal de el. Un amante de España alla donde los haya. Viva D. Antonio tejero, ejemplo de valentia quien, apoyado por altos mandos, lo dejaron solo
Lo que demuestra que pocos pero que aun quedan hombres con honor en España.
GRACIAS AD MUCHISIMAS GRACIAS,ARRIBA ESPAÑA Y LOS SEÑORES QUE COMPARTEN LOS VALORES DEL GRAN SEÑOR ANTONIO TEJERO MOLINA VIVA EL BIEN COMUN
Se echa de menos la gloriosa Guardia Civil de esos tiempos, donde los únicos que la tenían que temer eran los delincuentes. Un cuerpo glorioso y un hombre como Tejero que fue un visionario que no quería que España llegara al punto de “panderetismo” y progresismo buenrollista que tenemos instaurado ahora. Viva Tejero y Viva la Guardia Civil
VIVA ESPAÑA VIVA LA GUARDIA CIVIL VIVA EL TENIENTE CORONEL ANTONIO TEJERO DE MOLINA
Dios le guarde por muchisimos años señor Antonio Molina Tejero
La mejor noticia de hoy. Un buen hijo que honra a su padre dando cumplimiento aal cuarto Mandamiento de la Ley de Dios.
De tal palo tal astilla. Muchos como su padre se arrodillaban ante el sagrario antes o después de ordenar asesinatos de inocentes. Asco me da leerle. Sus justificaciones producen vómitos. Con su pan se los coma CURA TEJERO
Se me han saltado las lágrimas. Que palabras más bien escritas y con más trascendencia. Lo dicen todo.Yo le votaba al sr. Tejero al mando de España y sin deudas con el extranjero y en veinte años éramos la tercera potencia mundial. Iban a temblar todos los malos y luego a disolverse como azucarillos.
No tengo el honor de conocer al teniente coronel Tejero, pero a lo dicho por su hijo, añadiré, de forma castiza: Y además, ¡con dos cojones! Como buen militar, cumplió órdenes, se hizo responsable de sus subordinados, y cuando entró en el congreso, pistola en mano, la famosa foto, lo muestra con el índice siempre fuera del gatillo, no era su intención matar a nadie. Solo se negó a cumplir las órdenes de Armada, cuando leyó la lista del gobierno que pretendían. Lo utilizaron quienes eran indignos de hacerlo. Pagó muy caro su patriotismo. ¿el rey? corramos un tupido velo.… Leer más »
Lo que le hicieron no tiene nombre. Pero es lo que tenemos, no hay mas que ver que presidente nos gobierna.
Antonio Tejero Molina fue traicionado
Hasta los DEMONIOS comulgan…